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En la Sevilla clásica de las cofradías, terreno abonado para las puñaladas por la espalda incluso entonces, cuando no se presentaban dos candidaturas enfrentadas a las elecciones, se decía un refrán muy divertido, referente al don de la ubicuidad de Dios. Era: "Dios está en todas partes. Incluso en la Sacramental del Sagrario". Ahora podría decir esa sentencia, y nunca más apropiado lo de sentencia: "Dios está en todas partes. Incluso en el atrio de la Basílica". Pero no quiero fías ni porfías ni cuestión con cofradías, Manologarcía. Enhorabuena por la reelección; que la Esperanza te dé salud y temple para algo tan difícil como engrandecer aun más, si tal es posible, a la hermandad mayor, en todos los sentidos, de Sevilla.
Cito esa clásica sentencia del retorcido colmillo cofradiero porque me he acordado de ella viendo al alcalde Zoido en Córdoba, en una convención de su partido, y al mismo tiempo presentando un cartel de no se qué, y en la azotea del Ayuntamiento con las camisetas del partido a beneficio de Ande, y descubriendo la placa de la glorieta en justa recordación del Doctor Bermudo de la Rosa y qué sé yo en cuántos actos más. Media docenita por lo menos. Por muchísimos menos retratos en los periódicos al otro le pusieron Kodak Marcos.
Veo la cantidad de cosas que hace este hombre cada día y me entran agujetas en los ojos de mirar tantos actos y reuniones. ¡Qué hiperactividad! Como el chiste de la señora con el carrito de niño chico que la para un señor por la calle y le dice:
-- ¡Qué guapos son sus dos gemelos!
-- No, es uno solo, pero es tan hiperactivo y se mueve tanto que parecen gemelos.
Bueno, pues Zoido, igual. Se mueve tanto, hace tantas cosas al cabo del día, que habría que decir, como en el refrán cofradiero de la Sacramental: "Zoido está en toda partes. Incluso a veces se le ha visto en el sillón de alcalde, ejerciendo la mayoría absoluta de sus 20 concejales, 20, que para eso lo elegimos". Menos presidiendo los plenos, que en la moda que impuso Monteseirín con Rosamar Prieto lo deja para Landa, Zoido está en todos sitios y a todas horas. Hay incluso barras de bar donde los clientes le piden el periódico de hoy al camarero y se echan porras, a ver quién acierta cuántas fotos de Zoido vienen inaugurando cosas, presidiendo cosas, entregando cosas.
Como leí la biografía que le hizo Carlos Navarro Antolín sé que Zoido no tiene un hermano gemelo. Por eso tengo mi teoría sobre su ubicuidad: Zoido tiene un doble. Este hombre no tiene más remedio que usar un doble. No hay cuerpo humano que, solito, pueda realizar tanta actividad. Un doble que quizá le hayan sacado en el "casting" del rodaje de alguna película del "Sevilla de Cine". El va a una cosa en el Alcázar y manda al doble a otra en Santa Clara. El se reúne con la CEA y el doble, con los vecinos de Pío XII. Y todo así. Y me parece muy bien. El PP podría solucionar su problemazo de candidato a la Junta si lo reconociera: que deje a Zoido en la alcaldía de Sevilla y que su doble haga de candidato del PP a la Junta.
Porque, mientras tanto, por las esquinas se oye el popurrí de "Dicen", la canción de Quintero, León y Quiroga que Loli Reina cantaba en "Filigrana Española", el espectáculo de su hermana Juana:-
"Dicen.../Dicen que ahora lo han visto en Los Bermejales./Dicen.../Dicen que al mismo tiempo está en El Tardón./Dicen.../Dicen que sin diez pares de concejales/en Córdoba lo han visto de reunión./Dicen que ha puesto un banco por Bellavista/y al mismo tiempo otro en La Trinidad./Y Sevilla, a todas horas,/cuenta y canta sin parar/ que es que tiene nuestro alcalde/el don de la ubicuidad./ Dicen.../dicen que tiene un doble, no digas más..."
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