ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


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ABC,  21 de diciembre de 2013
                                
 
Felices Fiestas...¿qué fiestas?
 
  Mañana, la Lotería. Ojú, ya están aquí la Navidad. La Nochebuena. Fiesta de la nostalgia y la tristeza (endecasílabo). Que no me vengan con cuentos. Cuando de verdad está la gente contenta en Sevilla es el Domingo de Ramos. "Éstas son las ceremonias que todos los años hacen", que cantaban los campanilleros y que nos ponen tristoncetes, porque nos acordamos de los que ya no están o de los que, lejos, no pueden estar. Puestos a llamar Nochebuena a una noche, ni nacimiento del Niño Dios ni nada: la verdadera noche buena de Sevilla es la Madrugada del Viernes Santo. ¡Esa noche sí que es buena, cuando el Niño Dios está ya hecho un zagalón y, omnipotente, sale de San Lorenzo para salvarnos! ¿Sabe usted por qué aquí en Sevilla ocurre eso que a cualquiera de por ahí le puede parecer extemporáneo, que a la Esperanza Macarena le toquen los Campanilleros en plena primavera de naranjos en flor? Pues a la Esperanza le tocan los Campanilleros en el Arco o en la calle Pureza porque sabemos todos que ésa es la verdadera Nochebuena de Sevilla. La noche más buena. Y además, sin tener que aguantar la pesadez de las burbujas Freixenet ni la cara de espanto y de pánico que pone Montserrat Caballé en el anuncio (sin calvo) de la Loterìa. ¿Que de qué está espantada la Cabellé en ese anuncio? ¿Pues de qué va a ser? De lo mismo que usted y que yo: del espanto horroroso de éstas que llaman "entrañables fiestas", que de entrañables no tienen nada. Comerciales.

A esto de la Navidad la está pasando igual que a la Semana Santa: que cada vez empieza antes. Ya casi todo el año es Semana Santa, con la metástasis cofradiera que sufre Sevilla hasta en los nombres de las calles. Y la Navidad, ídem de lienzo. Cada vez empiezan antes con las jodidas lucecitas. Antes era después de la Purísima, pero ya comienzan con los Difuntos y Tosantos. Por lo cual estás deseando que la Navidad acabe cuando ni siquiera ha empezado. Por este toque triste que les digo. ¿Habrá algo más triste que la melodía antigua de los niños de San Ildefonso cantando los números de la Lotería? Musiquilla que ahora, además, con los euros, ni llega ni pega en el silabeo de premios. "Pesetas" tenía una sílaba más que "euros" y eso se nota en la música, por mal oído que se tenga: queda como coja. ¿Qué como coja? ¡Más coja que Enrique el Cojo o que El Cojo Peroche! Tienen los pobres niños que alargar una nota al decir "Mil euros" (tres sílabas, tres notas), mas la cantinela se queda como rabicorta. Con lo bien que entraba, llegaba y pegaba lo suyo de "Diez mil pesetas" (cinco sílabas, cinco notas).

¿Y las felicitaciones? Yo no sé a ustedes, pero a mí hay dos cosas que me sacan de quicio. El plural "Felices Navidades" y el "Felices Fiestas". ¿Por qué "Navidades", en plural, si Navidad, gracias a Dios, sólo hay una? "Navidades" en plural es una americanada. Este plural del "Merry Christmas" no suena a los campanilleros de Bormujos, sino a las "Navidades Blancas" de Bing Crosby y Frank Sinatra. ¿Y lo del "Felices Fiestas"? Eso es casi como lo del Solsticio de Invierno de aquel gachó. Es descristianizar la Navidad, quitarle todo símbolo católico en aras de lo políticamente correcto, como la tarjeta de felicitación de cierto príncipe heredero que yo me sé, que parece el anuncio del Museo del Prado y no de la Natividad del Señor. Así que cuando me desean "Felices Fiestas", respondo:

-- Muchísimas gracias. Pero ¿a qué Fiestas te refieres para desearme felicidad? ¿A las Fiestas de San Fermín de Pamplona, a las Fiestas de Moros y Cristianos de Alicante, a las Fiestas del Pilar de Zaragoza o a las Fiestas de la Vendimia de La Palma del Condado? Porque aquí en Sevilla, hijo, ahora lo que se celebra es la Navidad. Las Fiestas son en primavera. ¡Y menudas fiestas, Semana Santa y Feria! Así que si quieres felicitarme las Fiestas, felicítame cuando lleguen, no ahora en Navidad, joé, que parece que no quieres reconocer que Dios va a nacer en la plaza de San Lorenzo y que su Madre lo está esperando junto al Arco de la Macarena.

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