Manuel del Valle fue conocido por la guasa de Sevilla como "Manuel del Bache". Lo han mejorado sus sucesores. Que yo sepa, a Manuel del Bache no lo condenaron los tribunales por un ídem. Cosa que sí le ha sucedido al alcalde Zoido, a cuyo Ayuntamiento un Juzgado de lo Contencioso-Administrativo ha condenado a indemnizar con 12.000 euros a un ciclista que se pegó un jardazo importante en Sevilla Este por culpa de un bache sin señalizar, partiéndose la clavícula izquierda y dos costillas.

-- Eso también pasaba en tiempos de Manuel del Bache, la gente se lesionaba en el bache de Manuel. Pero entonces no ponían una denuncia contyra el Ayuntamiento cuando se lesionaban por un bache o de una acera chunga.

Eso sería. Sí, ya estamos como en Estados Unidos, con abogados que se anuncian para que la gente reclame si se pega el pellejazo por la calle y se escoña. Yo he visto en las urgencias de un hospital público sevillano anuncios de un bufete especializado en reclamaciones. Tan es así, que una señora bastante amiga mía se cayó el otro día en la puerta del Continglés de Nervión y se echó la cara abajo. Atendida muy solícitamente en el propio servicio médico de los almacenes, la llevaron a Urgencias del Sagrado Corazón, donde el cirujano plástico doctor Lorite le cosió con mucho arte las heridas para que no le quedara ni rastro. Y mi amiga quedó más que sorprendida cuando al salir para su casa la doctora de guardia le preguntó, como lo más normal del mundo:

-- ¿Le hacemos un parte de lesiones para reclamar?

Yo no quiero instar a la gente a que denuncie al Ayuntamiento, líbreme el cielo. Me enseñaron en la Doctrina Cristiana que eso está muy feo: "Señorita Benita, estos niños son unos acusicas"... Lo que sí digo es que el Ayuntamiento de los 20 concejales, 20, es también el de los 20.000 baches, 20.000. Y no sólo en las calzadas, donde se escoñan los ciclistas por Sevilla Este, sino también en las aceras y por toda Sevilla. Sevilla tiene las aceras de matarse mejores del mundo. En vez de gastarse 18.000 euros en renovar el pisoplaza de San Francisco, que estaba divino, podían reparar las aceras de los barrios. ¡Y del centro! Hablo de las aceras de la calle Méndez Núñez, de la calle Alemanes, de la calle Herrando Colon. Como allí no hay veladores, en vez de romperte el menisco con un taburete te escoñas al tropezar con una loseta suelta. Y si nos metemos por los barrios... Mucho cuidar al ciclista con sus carriles y al automovilista con el asfaltado de las calles, pero al peatón, que le vayan dando con las aceras más intransitables del hemisferio septentrional. ¿Están patrocinadas por la Sociedad Andaluza de Médicos Traumatólogos, que tiene un vivir con tanto tobillo desbolillado, tanto esguince y tanta muñeca rota al poner las manos en el suelo para no pegarse con toda la boca? ¡Ay, qué tiempos los de Manuel del Bache, cuando los baches estaban, como su mismo nombre indica, en La Bachillera y no en todas las aceras pá matarse de pleno centro de Sevilla!