ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


 

ABCde Sevilla, 11 de diciembre de 2014                 
                                
 
Turistas al ojeo

 

Anda que los días están como para sentarse por la noche al fresquito en uno de los 10.000 veladores que hay en los 5.000 bares de Sevilla... Yo creía que donde más frío hacía siempre, tanto en invierno como en verano, era en Matacanónigos, donde dicen los expertos que los vientos, entre la Giralda y el Palacio Arzobispal, forman unas corrientes de aire parecidas a las de las calles de Nueva Yoprk entre los rascacielos. Pero pasas por Matacanónigos, y aunque puedes coger una pulmonía doble, no tienes una imagen de frío como si bajas por la Cuesta del Bacalao, cual hice antier noche a las ocho y pico. ¡Qué sensación de frío dan los desiertos veladores de la Cuesta del Bacalao! Bajas desde la calle Segovias y no hay un alma en ninguna de aquellos cientos de miles de veladores, a pesar de las estufas-paraguas o de las butaneras candeladas verticales con las que quieren calentar lo incalentable, que es esto de que miras el tiempo en el teléfono móvil, pones ciudades, y en Sevilla, a lo mejor, hace el mismo biruji que en Londres o en París, o, en el mejor de los casos, dos graditos más, pero sólo dos grados.

Y bajando por esa Cuestati del Bacalati con Tomati, en la que siempre me acuerdo del genial Garmendia, vi una escena que es ahora muy cotidiana en este invento de la ciudad turística y del centro como parque temático. Un matrimonio de turistas con buena pinta miraba muy afanoso el menú que uno de aquellos restaurantes de la paella y la sangría tenía colgado en la puerta, como en un cuadro-vitrina, iluminado con una diabla. Antes ningún restaurante de Sevilla colgaba el menú en la puerta. Sabías más o menos qué podías pedir en cada sitio, y si era baratito o si, como decía Don Miguel el Potra, a la hora de traerte la dolorosa te juntaban las manos y...puuuuuum, ¡hasta la bola era la estocá! Ya saben: hay restaurantes que todos los días se ganan el premio de la mejor estocada, y si quieren hoy nombres...

De la calidad del turismo de Sevilla habla esta escena de los turistas tiesos mirando con lupa los precios de los menús de los restaurantes puestos en la puerta... No miran qué pueden comer, sino cuánto les va a costar. Ese zoco cochambroso con tenderetes de camisetas (ya sudadas) en medio de la calle en que se ha convertido lamentablemente el Barrio de Santa Cruz es ya un muestrario de menús de restaurantes colgados por las paredes...y turistas mirando cuánto les va a costar la paella y la sangría, que se creen las criaturitas son lo típico de Sevilla.

Eso de las cartas colgadas en la puerta de los restaurantes lo veías antes en la Costa del Sol, en Benidorm, en los sitios de turisteo barato. Sevilla es ya un lugar de turisteo barato. Dicen que en el puente los hoteles han estado llenos. ¿Pero a qué precios? Y los restaurantes cantan también la gallina de la escasa calidad de este turismo del que tanto presume el señor alcalde. ¿Y saben cómo cantan los restaurantes la baja calidad del turismo que tenemos? Porque a la puerta de los restaurantes ya hay camareros a la caza del turista que pasa, carta en mano, invitándolos a entrar. Eso yo antes lo había visto en Puerto Banús, donde los camareros te asaltan literalmente con la carta en la mano, ofreciéndote, además, esa porquería de las conchas finas que allí toman por marisco; ¡el día que descubran las coquinas de Huelva...! Como si Puerto Banús estuviera en la Plaza Nueva, yo he visto en la esquina de Tetuán con Albareda a los camareros cazando turistas al ojeo, cuando aquí toda la vida de Dios se han cobrado al aguardo, en las otrora refinadas artes cinegéticas de la hispalense hostelería.

¿Esto es bueno o es malo? Pues por un lado no sé, y por el otro, ¿qué quieres que te diga? Esto es así. Sevilla está cada día viviendo más del turismo, pero cada día se está degradando y envileciendo más, rebajándose a la medida de un turismo chungalé de quinta para la ciudad de los 5.000 bares, los 10.000 veladores, los 3.000 hoteles, los 4.000 hostales y los 20.000 edificios de apartamentos turísticos... ¿Cómo, que usted no ha puesto aún su casa de la Puerta Osario como apartamentos turísticos? ¿Y a qué está esperando, hombre?

                     

  Artículos de días anteriores

                                      Correo Correo            

Clic para ir a la portada

¿QUIÉN HACE ESTO?

Biografía de Antonio Burgos


 

 

Copyright © 1998 Arco del Postigo S.L. Sevilla, España. 
¿Qué puede encontrar en cada sección de El RedCuadro ?PINCHE AQUI PARA IR AL  "MAPA DE WEB"
 

 

 


 

Página principal-Inicio