Hasta ahora creíamos que la primera industria de Sevilla era el turismo. Que Sevilla vivía del turismo. Vas por los alrededores de la Catedral y solamente te encuentras guiris y, ahora ya en las fiestas, oleadas de gitanitos betuneros empeñados en lustrarles los zapatos. Yo no sé si será un logro del alcalde Zoido o signo de los tiempos, pero la verdad es que el turismo ha dejado de ser estacional en Sevilla. Ya no hay turistas únicamente en primavera y verano. Ahora mismo, en plena Cuaresma, cuando te vengas conmigo, ¿adónde te voy a llevar? Pues a darte una vueltecita por la muralla real del Alcázar: verás la cola de turistas que hay para entrar por la Puerta del León. ¿Y en la basílica de la Macarena? ¿Ustedes se han dado cuenta de la cantidad de turistas, de españoles hablando con todassss lassss esessss, que se encuentra uno siempre cuando va a rezarle a la Esperanza en su casa? Y entre ellos está siempre la que le está preguntando al otro:

-- ¿Entonces Ésta es la Macarena de Triana?

A lo que el otro que va con ella, el enterao, le responde:

-- No, Ésta es la Macarena del Gran Poder.

Y no le falta razón al enterao. Al fin y al cabo, está hablando el gachó de la Madre del Gran Poder. Ni a la que pregunta tampoco le falta la razón, porque está inquiriendo por la Hija de Santa Ana, que como saben era de Triana. Como su tocaya Ana Ruiz, la madre de los hermanos Machado, a la que le acaban de poner una cerámica de recuerdo en la calle Betis, en la Sevilla por la que preguntaba la pobre cuando iba con su hijo camino del exilio, algo así como cuando el desterrado Almotamid cogió río abajo hacia Agmat, pero sin más cadenas que las del alma.

¿Por dónde íbamos, que me he esnortao con la lírica joía? ¡Ah, sí! Por la primera industria de Sevilla. Que no creo yo que sea el turismo, como dicen, sino la Junta. La primera empresa de Sevilla es la Junta. Entre Administración autonómica, Educación y Sanidad, ¿cuántos sevillanos que trabajan tienen por empresa a la Junta o a su SAS? La prueba del nueve son los metros cuadrados de oficinas que hay en Sevilla. En Sevilla hay locales vacíos equivalentes a 8 Torres Pelli, 8. Sólo en La Cartuja, donde han plantificado ese mamarracho que Zoido prometio parar y que defiende ahora, dicen que hay tela de edificios vacíos. ¿Y saben por qué hay en Sevilla este problema de oficinas por alquilar, que aunque estén vacías tienen sus dueños que pagar el IBI y la recogida de basura? ¿Saben por qué? Pues porque la Junta de Andalucía, la primera industria de Sevilla, el primer empleador, ha soltado de golpe y dejado libres 25.000 metros cuadrados de oficinas que tenía en alquiler, con lo que los precios del mercado de arrendamientos han quedado mucho más debajo que por los suelos. Ahora la Junta ha trasladado todos esas oficinas a locales propios. Y más oficinas que dicen que va a dejar libres, cuando termine el Edificio Despilfarro modelo pirámide de la faraona Susana que está acabando junto a la estación de Santa Justa, al lado del otro mamotreto incomprensible de la Seguridad Social. Nada más que viendo esos dos edificios hay que considerar: ¿industria el Turismo en Sevílla? ¡Industria la Administración, la central y la autonómica! De esa sí que vive gente... Y para mantenerlos, los demás, venga a pagar impuestos.

Esos 25.000 metros de oficinas que ha dejado libres la Junta me hacen preguntar: ¿tanta cantidad de metros hacen falta para el papeleo de la Junta? ¿Cuántos funcionarios de oposición y carrera (o de carné del partido y dedo) hay que tener en plantilla para ocupar 25.000 metros cuadrados, que son más de dos campos de fútbol llenos de funcionarios?

¿Que Sevilla vive del turismo, dice usted? ¡Tequiyá! Sevilla vive de la Junta. Por eso el Domingo del Pregón de Lutgardo lo que elegimos en realidad es el nuevo consejo de administración de la primera empresa de Sevilla.

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