Antes que se me olvide, algo que me dejé ayer en el tintero. Mucho Kichi para arriba y Kichi para abajo, que si tiene más peligro que una bronca en Las Setas durante la Madrugona y que veremos a ver cómo deja a Cádiz, pero quien puso a Kichi de alcalde en Cádiz fue el Partido de los ERE, el PSOE, porque la lista más votada (y más botada) fue la de Teófila Martínez. Exactamente igual que en Sevilla, donde la lista más votada fue la de Zoido. Que según algún lector de ABC que me tiene tirria y que escribe de cartas a nuestro director, perdió las elecciones por mi culpa, por meterme yo tanto con sus 20 concejales, 20. (Hijo, qué poder tengo: ni que yo fuera el antiguo Aero de la Dictadura, que pongo y quito alcaldes de Sevilla...)

Y del mismo modo que Kichi es alcalde gracias al Partido de Espadas, no hay que olvidar que Espadas es alcalde gracias al partido de Kichi... y al partido del Tío de la Mariscada. Vamos a quitarnos las caretas. Porque parece ahora que Espadas y Kichi, y la Carmena en Madrid, sacaron abrumadoras mayorías absolutas, cuando son el producto del habitual Pacto de Perdedores que condena a la lista de la derecha, aunque sea la más votada, a ser desalojada del poder como la más botada. Mucho estar contra los desahucios, pero al primero que desahucian es al PP...

Dicho lo cual...

--- Ojú, ¿ya ha roto usted a hablar en tertulianés?

Es que se pone uno a hablar de cifras electorales como los tertulianos y, claro, como todo se pega, menos lo bonito... Digo que hay que dejar bien sentada la base (de San Pablo y de Morón) de que Espadas es alcalde de Sevilla gracias a los comunistas de las dos observancias: de la antigua observancia de IU y de la nueva observancia de Podemos, que son los que le emprestaron sus 5 concejales, 5, para sumarlos a sus 11 concejales, 11. Y me pregunto: ¿usted ha notado en algo que Sevilla haya cambiado de alcalde? Porque yo no... Siguen cortando árboles; el Bazar Victoria sigue condenado a muerte por el caprichito museístico de un virrey al que no ha votado nadie, y Espadas no lo ha indultado; el Barrio de Santa Cruz sigue igual de degradado y envilecidos, convertido en zoco, como ha denunciado su ilustre y concienciada vecina Pachi Bores; por la calle no se puede dar un paso sin tropezarte con uno de los 13.314 veladores que nos dejó Zoido; la Zona Azul de Bami sigue dando por saco a los trabajadores de los hospitales del barrio, públicos o privados; los ciclistas campan por sus respetos por las aceras a pesar del dineral en carril bici que nos gastamos; los guardias siguen multando como cuando dicen que lo hacían para emberrechinar a la gente contra Zoido en vísperas de las elecciones... Total, que tenemos una Sevilla no de Espadas, sino de Julio Iglesias: la vida sigue igual.

Pero es que hay más, y es adonde voy: ¡que voy, que mancho! ¿Cuál es el modelo de ciudad que trae Espadas, si es que tiene modelo de ciudad? Porque a lo mejor resulta que es como Zoido, que no tenía modelo de ciudad, sino que continuó, sin más, lo que ya había diseñado Monteseirín. Zoido no trajo más modelo de ciudad que sus topicazos del Talento y del Turismo, que eran su dos T, su TT, su Trending Topic. Por lo demás, continuó la Torre Pella hasta la total consumación del crimen de lesa sevillanía, a pesar de su promesa electoral de pararla. Y todo así, a pesar de su (desperdiciada) mayoría absoluta. ¿Tiene Espadas ese modelo de la Ciudad del Velador y del Turismo Chungo que apenas se deja aquí el dinero de una botella de agua mineral y una pernoctación en un hostal que, como hay tantos, está tirando los precios? ¿O va a continuar el Modelo Monteseirín, que consistía en lograr, tras grandes esfuerzos y millonarias inversiones, que Sevilla se pareciera lo menos posible a Sevilla, léase Puerta Jerez, Encarnación, Pelli, Avenida, Tranvía o Auditorio Fibes?

Deseandito estoy que Espadas nos explique qué puñetas es lo suyo del Hábitat Urbano. ¿A ver si el Hábitat Urbano de Espadas va a ser como el Talento de Zoido? O sea, una camelancia sevillana para conseguir como lo de Alfonso Guerra sobre España: que a Sevilla no la conozca ni la madre que la parió.

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