Todos, en el colegio, tuvimos un maestro que se parecía una jartá, pero tela, al portavoz de la Junta de Andalucía. De cuyo nombre no me acuerdo ni me tomo el trabajo de buscarlo, total, ¿para qué, si lo mismo da que da lo mismo? Y este señor, junto con otro señor de la plana mayor del susanerío de las consejerías de la Junta ha anunciado solemnemente: "Andalucía tendrá una Ley contra el Cambio Climático".

Pues no sabe usted lo que me alegro.

Es que esa ley a Andalucía le estaba haciendo falta como el comer. Lo estaba pidiendo a gritos. Seguro que esa ley es la que acaba con el paro. A los que nos consideran medio enteradetes de la cosa, nos paraban los amigos y conocidos por la calle y nos preguntaban:

-- Oye, ¿tú sabes si Susana tiene preparada ya la Ley contra el Cambio Climático?

-- Pues por un lado no sé y por otro, ¿qué quieres que me diga? ¿Tú te has creído que yo soy Tom Martín Benítez, joé?

--- Es que estoy deseandito que Andalucía tenga una Ley contra el Cambio Climático, porque es un asunto que, mira, hasta me tiene quitado el sueño. Me despierto sobresaltado por las noches y me pregunto: "¿Tendrá Andalucía una Ley contra el Cambio Climático? ¿En qué estará pensando esa mujer, Susana, que aún no tenemos una Ley contra el Cambio Climático?".

¿Será por leyes? Creo que en las Facultades de Derecho dan matrícula gratis y una beca a los alumnos que sepan citar al menos diez leyes de las tropecientas mil que ha aprobado el Parlamento Andaluz en la última legislatura? ¿Se cumplen esas leyes?

-- Hombre, otras no sé, pero la del Cambio Climático, seguro que sí se va a cumplir.

Verás tú cuando vayan al Cambio Climático y le soplen:

-- Don Cambio Climático: que sepa usted que Andalucía está preparando una ley contra su persona. --

Por las patas abajo se irá Don Cambio Climático cuando se entere. Cagaíto de miedo. Pues no es nadie Susana para hacer cumplir las tropecientas mil leyes que, ¡hala!, firma en un BOJA que no lee nadie, promulgado por esa máquina de legislar chorradas, soplapolleces y tonterías para justificar el sueldo que es el Parlamento Andaluz. Que si otros piden la disolución del Senado, yo exigiría de paso la del Parlamento Andaluz. Que no trabaja. Porque ese portavoz con planta de maestro antiguo de la EGB ha anunciado que Andalucía tendrá Ley contra el Cambio Climático. Pero hay otras tan urgentes sobre las que no han anunciado nada, cuando deberían. A saber:-

Una Ley Contra el Levante en Cádiz.

Una Ley contra el Terral en Málaga.

Una Ley Contra el Solano de las Marismas, tú que alisas las arenas.

Una Ley Contra la Lluvia cuando se ha olvidado uno el paraguas en casa.

Una Ley contra la Calor que Hace, Ofú, qué Calor.

Una Ley contra las Tardes tan Cortas que tendremos hasta el día de Santa Lucía.

Una Ley contra la Rasca de Matacanónigos.

Una Ley Contra el Pestazo a meados y a cagajones de los coches de caballos para los turistas de la parada de Matacanónigos.

Una Ley contra la Floración del Azahar a destiempo, para que coincida siempre con la Semana Santa, que hay años que los hermanos de la Primitiva Hermandad de los Nazarenos de Sevilla se las ven y se las desean para encontrar naranjos en flor para adornar el paso de la Virgen de la Concepción.

Y la más importante: una Ley contra el Descenso del Betis a Segunda.

Así que se acabó el agujero de ozono. Ni protestas de los ecologistas, ni efecto invernadero, ni leches. ¡Se va a enterar el agujero de ozono con la Ley contra el Cambio Climático en Andalucía que va a promulgar Susana! Aviado vas, hijo, Cambio Climático. No sabes tú bien cómo se las gasta Susana. Pregúntale a uno que se llama Pedro Sánchez, verás lo que te larga de ella...

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