ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


 

ABC de Sevilla, 9 de diciembre de 2016
                             
 

Luces de Navi...¿qué?

Como la canción de Serrat sobre la noche de San Juan, gloria a Dios en las alturas, que han llenado de luces mi calle. La han llenado como Sevilla entera, en esa campaña del "Alumbra Sevilla" que tiene un título que parece que la ciudad ha dado a luz en el Infanta Luisa. Bueno, sí, ha dado a luz. No ha parido, sino que ha hecho una parida municipal con las luces, con música de los Rolling Stones y de Santa Claus: yo creo que es algo. Un año más. Con los adornos callejeros de las llamadas Luces de Navi...¿qué? Como no sean las luces de Navidul, el jamón que el gran Bertín Osborne anunciaba por la tele haciendo decir a un gran jefe negro que como el patanegra de no era de esa marca, "está tiranga". Lo que está tiranga, pero tela de tiranga, es el concepto laicista de las mal llamadas iluminaciones de Navidad, en las que mucho LED y muchos watios, pero Navidad, Navidad, lo que se dice Navidad, no se ve por parte alguna.

No sé qué será peor, si llamar a la Navidad "Solsticio de Invierno", como hacia el Tío de la Mariscada para quitarle todo sentido religioso, o si imponer de hecho ese concepto. Como ocurrió ya el año pasado y vuelve a pasar en el presente con el Ayuntamiento presidido por don Juan Espadas, formado por el PSOE con el apoyo de los podemitas de toda laña y calaña, que a lo mejor son los que exigen que las luces no lleven símbolo religioso alguno. Porque me extraña que el delegado de Fiestas, el señor Cabrera, al que no le da vergüenza, y le honra, hacer pública protestación de su fe, sea el que idee estas luces laicas y lacistas, descristianizadas y, además, tan poco sevillanas. Hijos míos, guardad para mejor ocasión relacionar las luces de Navidad con el centenario de la Cabalgata de los Reyes Magos; que no fueron al departamento de juguetes del Cortinglés o a Osorno, sino a adorar al Niño Dios, que por eso mismo es entronizado cada año en una carroza por el Ateneo, tradición que inició el inolvidable Fray Jesús Quesada, de la Orden de San Juan de Dios.

Las luces de Navi...loquesea parecen hechas para un país nórdico, todas semejando cristales de hielo. Cuando en Sevilla no existe el hielo más que en los cubitos para vaso largo o capa de balón en los bares de yintónic. En Sevilla al hielo le decimos nieve. Y más fría que la nieve, pero sin una talla de la sevillana diechiochesca, se nos queda la sangre cuando vemos esta total ausencia de religiosidad en las municipales luces navideñas. Vamos, que parece que quieren disimular a toda costa que lo que celebramos es la Natividad del Señor. Sí, de El Que Está en San Lorenzo, que lo trajo al mundo la Madre de Dios que está junto al Arco, ora el del Postigo, ora el de la Macarena. Tanto ocultan las luces este carácter de celebración de la Natividad del Señor Nuestro Dios, que yo creo que le regalan un fin de semana en el Algarve, todo pagado, en un "resort" de los del taco, de pulserita, a quien encuentre en cualquier calle del centro o de los barrios algún motivo de la Virgen, de San José o del Niño Dios en estas luces donde hay más estrellas que en Hollywood o en la entrega de los Oscar.

Y al final, pero no lo último, lo de la Plaza del Salvador, que chorrea sangre. Perdonen que me acuerde de mi Cádiz de mi alma, pero esa especie de paraguas, o de cilindro encendido o de cualquiera sabe qué, me recuerda al Queco y la Queca de la Tacita. A la entrada de Cádiz, como saben, plantificaron sendos monumentos incomprensibles, absurdos. Y la gracia de allí los bautizo como El Queco y La Queca. El Queco, era: "¿Pero Qué-Co...ño es esto, Dios mío de mi alma"? La Queca era: "¿Pero Qué-Ca...rajo es esto, Dios mío de mi alma"; tomando en ambos casos la famosa exclamación de la chirigota de Los Borrachos ante el cartel que Alberti pintó para el Carnaval, no "sin trincá", sino todo lo contrario. Ya sé, pues, qué es lo de Plaza del Salvador: es El Queco y La Queca en una sola pieza. Insisto en que me extraña que el muy sevillano y cofrade señor Cabrera consienta estos laicismos del Solsticio de la Mariscada, con El Queco y La Queca en El Salvador. Que es precisamente El que nace el día 24, El Salvador...

 

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