ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


 

ABC de Sevilla, 12 de enero de 2017
                               
 

Manolita Chen era pecado

Como ya ha escrito mi colombroño Antonio García Barbeito y, por decirlo en su hermoso lenguaje campero, nunca por mucho trigo es mal año, les confieso que nunca vi a Manolita Chen porque era pecado. Pero no tuvo, aun siendo pecado, los honores de "La Blanca Doble", la revista que mereció una pastoral del Cardenal Segura con la que medio excomulgaba a quien fuera a verla. De Manolita Chen no habló Segura, pero el Padre Vega, en sus fervorines de Portaceli, sí nos metía el miedo al Infierno y el santo temor de Dios en el cuerpo al llegar la Feria: "Si el mismo nombre de ese antro lo dice, "Teatro Circo Chino"; Cir...¡Cochino! Y al que vaya, le quitaré la medalla de congregante y le propondré al Padre Rector que lo expulse del colegio".

Cualquiera era el guapo que se atrevía a ir al Teatro de Manolita Chen en la Feria. Hasta mirábamos para otro lado, para las calesitas, para los güitomas, para los coches de choque, cuando pasábamos por su puerta y los altavoces nos invitaban a entrar desde los chafarrinones de los retratos de aquellas mujeres que allí te hacían pecar. Por eso yo no he ido al Teatro Chino de Manolita Chen hasta ayer. Pero no "hasta ayer como aquel que dice", sino hasta ayer estricta y calendariamente hablando: al leer los espléndidos gorigoris que a la Chen le dedicaban Aurora Flórez o Paquiño Correal. Y eso que ninguno hablaba, como el Padre Vega, de sus vedetes medio en cueros. Tampoco era para tanto. Mucha más ropa llevaban las suripantas de Manolita Chen que las que ahora dan las uvas por televisión. Me encontraba el Teatro de Manolita Chen en la Feria de Sevilla y luego en la de Guadalcanal, ya casi al filo del verdeo de la aceituna manzanilla y de la vuelta al colegio. Era la España de las ferias que Manolo Summers sacó en "Del rosa al amarillo". La España de las ferias de pueblo que evoca Curro Romero, ese coche de cuadrillas camino de la plaza de los toros y los catetos de pana y boina acercándose y golpeando los cristales con sus cachabas y retando a los toreros:

-- ¡A ver si nos arrimamos hoy, Currito!

Manolita Chen se arrimaba todos los días en todas las ferias de todos los pueblos. Era una estajanovista de la alegría, en el chundarata de una revista cutre y pobre, de una ennegrecida y sucia Blanca Doble. Había días que el teatro de Manolita Chen daba hasta seis funciones diarias, de la 1 de la tarde a las 6 de la mañana. Pobres jornaleros de la carne y del cante, echando peonadas de arte por los pueblos de las fondas de la calor y las moscas. Manuela Fernández Pérez, vallecana, antigua corista del Circo Price, se había casado con Chen Tse-Ping, que recaló en España huyendo de la guerra de los chinos comunistas con los chinos nacionalistas. Era un Fumanchú de circo, lanzador de cuchillos. Le lanzó uno de amor a la guapa Manolita la de Vallecas y le tocó el corazón. Y se casó con ella. Y entre los dos, entre Manolita y Chen Tse-Ping, montaron la primera tienda de los chinos que hubo en España, en forma de teatro de los veinte duros que vendía por los pueblos alegría, cantes, ediciones en rústica de las revistas de Colsada y el atrayente vértigo de la cercanía del pecado. Por el teatro ambulante de Manolita Chen pasó media historia del cante, del humor y de la copla: Antoñita Moreno, Porrinas de Badajoz, Arévalo, El Fary. Allí, dejándose el alma y la garganta en seis funciones diarias se hizo Marifé de Triana una loba de la canción andaluza y cogió todo su desgarro de Ana Magnani de Burguillos. Y todo esto, en el infierno. La Calle del Infierno se llamaba así porque en ella estaba el teatro de Manolita Chen. Que era pecado. Me acuso, Padre Vega, que hoy he entrado a ver a Manolita Chen. Total, como ya no estoy en el colegio...

Coda sobre Baltasar.- Me dicen Narilargo y Rascarrabias, los duendes de la muralla macarena, sabios y rectificadores, que antes del Bar Plata, Baltasar, al pasar ante la Esperanza, se puso de pie y le mandó un beso. Ea, "pó mejón": hay paladar.

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