ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


 

ABC de Sevilla, 20 de febrero de 2017
                               
 

El abono de los vencejos

Como el Miércoles de Ceniza es el de la semana que viene y empiezan las intimidades sevillanas de la Cuaresma, un amigo que conoce mis debilidades por las aves que ganamos literariamente en los cielos que desgraciadamente perdimos, me pregunta:

-- ¿Tú tienes quien te avise de que ha llegado el primer vencejo, como hay quien te dice que ha visto el primer naranjo florecido o como tu hermano en la Pura y Limpia don Fernando Ortega te da noticia puntual cada año de que ya está en su chimenea vuestra cigüeña del Postigo?

Pues no, que no lo tengo, pero doy ruedo libre a quien se quiera tirar de espontáneo como mensajero de la llegada de estos otros heraldos de los días del gozo. Como otro signo infalible, que con la solemnidad sevillanísima de la tiza de los mostradores estaba ya escrito la otra mañana en la pizarra de las tapas de un bar. Pizarra que había cogido para la ocasión la negra color de una túnica de ruán y esparto:

"Hay torrijas caseras".

Por todos estos signos y adivinaciones de las anuales hermosuras de nuestra tierra, sé que el primer vencejo está al llegar. Lo que pasa es que aún no le han sacado los abonos. Sí, los vencejos de la primavera son tan sevillanos que todos los años renuevan sus abonos. Desde algún lejano y remoto lugar austral donde no hace este biruji que aquí padecemos aún por las mañanas, a algún amigo de Sevilla, al Pato de la Pila, o a la Águilas de la casa de la calle de tal nombre, o al Pájaro del Senatus de la Centuria Macarena (que aún tiene làgrimas de plata por El Mono, su caboescolta), les habrán ya encargado que les saquen sus dos rituales abonos, que todos los años renuevan, en los que conservan el sitio que ya tenían sus bisabuelos, sus abuelos, sus padres. Señores, que no es licencia lírica; que no es leyenda becqueriana; que no es cachondeíto moyatoso del Marqués de las Cabriolas y del Conde de las Natillas con un poeta por delante en el mostrador de Casa Morales. Que es historia verídica según el cronista de la ciudad Paco Gandía, que es como Justino Matute o Rodrigo Caro, pero con niño de los garbanzos: que los vencejos son tan sevillanos que todos los años se sacan los dos imprescindibles abonos para degustar, oler, oír, palpar y contemplar el alma de Sevilla; a saber, el abono de las sillas de Semana Santa y el abono de los toros.

Porque no hay paladar para adivinar estas cosas, que hay que contemplar con los ojos del alma, pero seguro que hoy o mañana aparece por la sede del Consejo de Cofradías en la calle San Gregorio un alado propio mandado por ellos, que dice:

-- Buenas, que vengo a recoger los abonos de los vencejos.

Los abonos para revolotear en las claras del Viernes Santo por las sillas de la Avenida cuando va a entrar la Virgen de las Angustias en la Catedral y su sonido se vuelve entonces como de seguiriya de canela y clavo junto a los arbotantes. Los abonos para los atardeceres en los que los diputados de tramo encienden ya los cirios antes de entrar en La Campana, y las cañas de los Santizos prenden con la luz de nuestra fe las candelerías de los pasos de Virgen.

Y los toros. No, no son los vencejos unos colados, ni unos gañotes, ni unos trincones de palco de convite o de burladero de callejón en la plaza de los toros. Como son tan buenos aficionados prácticos que bajan la mano de sus alas hasta el mismísimo albero, por el que casi arrastran su quejido como su hocico un toro bravo, todos los años sacan su abono, especialmente para no perderse las novilladas de mayo y que el poeta pueda decirles: "Vencejos del Arenal/que en estas tardes de mayo/también quieren torear/en un cartel con caballos". Así que en cuanto saquen sus dos abonos, el de las sillas y el de los toros, como buenos sevillanos que son, ya mismito los tenemos aquí a los muy nobles y leales vencejos. Lo único que no perdimos en estos cielos. De los que decìa Muñoz y Pabón que con una cofradía en la calle son el cielo de la tierra.

 

CorreoSi quiere usted enviar algún comentario sobre este artículo puede hacerlo a este correo electrónico  Correo  

         
 

 

                                      Correo Correo            

Clic para ir a la portada

¿QUIÉN HACE ESTO?

Biografía de Antonio Burgos


 

 

Copyright © 1998 Arco del Postigo S.L. Sevilla, España. 
¿Qué puede encontrar en cada sección de El RedCuadro ?PINCHE AQUI PARA IR AL  "MAPA DE WEB"
 

 

 


 

Página principal-Inicio