La dictadura del chaletariado
- Con la de ellos que hay en España, millones, de momento han
- dejado de existir todos los chalés ("chaleres", que dicen en los
- pueblos) y no hay más que uno: el chalé por antonomasia. ¿Qué
- chalé? ¿Cuál va a ser? El de Pablo Iglesias e Irene Montero en La
- Navata de Galapagar. Galapagar hasta ahora era famoso por estar
- enterrado allí don Jacinto Benevente y ser donde la Reina Doña
- Victoria Eugenia tomó el tren hacia el destierro en abril de
- 1931, cuando la famosa fotografía del Conde de Romanones sentado
- en un banco de la estación, más solo que la una. Todo eso ha
- quedado borrado por un chalé de 600.000 euros comprado con unas
- facilidades hipotecarias de la catalana Caja de Ingenieros que
- deberían ya figurar por derecho propio entre los récords de poca
- vergüenza del Guinness.
-
- No describo el chalé porque esto no es Idealista, joé. Ya
- habrán tenido ocasión de verlo, casi cuarto por cuarto. Y ni te
- cuento la piscina. Chalé sin piscina es chalé perdido. Y es más
- que lógico todo lo que ha ocurrido con el chalé. Dicen que ya no
- existe la famosa burbuja inmobiliaria, ¿no? Que la burbuja ahora
- es del precio de los alquileres en las zonas turísticas o
- monumentales de las grandes ciudades. No me lo creo. La burbuja
- inmobiliaria aún existe. Prueba de ello es que les ha estallado
- en toda la cara, en forma de chalé, a Pablo Iglesias e Irene
- Montero. Pablo Iglesias e Irene Montero son los últimos caídos de
- la burbuja inmobiliaria. A causa de la burbuja inmobiliaria, ¿no
- cayeron bancos, cajas de ahorro, constructoras, almacenes de
- muebles, tiendas de toda la vida, despachos de arquitectos y
- hasta notaría hubo que presentó un regulación de empleo? Bueno,
- pues con un poco de retraso ahora la burbuja inmobiliaria les ha
- estallado en las avariciosas manos a los que eran los puros más
- puros de todos los puros, los progres más progres de todos los
- progres, los más alejados de la Casta. Ha sido probablemente el
- peaje por su ingreso en la Casta y por cobrar esos sueldazos del
- erario público. a Historia y no sacar enseñanzas de ella. Un chalé como este, no en Galapagar, sino en Simón Verde, le costó el cargo y la carrera política al
- presidente de la Junta de Andalucía, a Rafael Escuredo, que tras
- hacer algo tan insólito como la reforma agraria del XIX en
- puertas del siglo XXI, iba para segunda edición de Blas Infante y
- perpetuarse en el Régimen Andaluz y "ahí queó", como dicen los
- capataces de Semana Santa. Y debían Iglesias y Montero haberse
- acordado también de Isabel Preysler y del socialista Miguel
- Boyer, que sirvieron de pitorreo nacional cuando se compraron
- Villa Meona, aquel chalé del que todavía no se sabe a ciencia
- cierta si tenía 16 cuartos de baño o eran solamente 14. Eso es lo
- que de momento falla en el chalé de Iglesias y Montero: que el
- puntillero de la gracia popular española acierte con el
- verduguillo de darle un nombre que acabe con el cuadro, como lo
- cuadrò con Villa Meona, que me parece que el autor del acierto
- fue mi compadre Alfonso Ussía. Alfonso, hijo: ponle urgentemente
- un nombre al chalé de los que han pasado de luchar contra la
- casta a apuntarse en la caspa: ¿podría ser Villa Mangona?
-
- Y, además, tanto jaleo para un chalé en los chirlos mirlos,
- que por muchos datos que den me parece una mierda de chalé y
- encima tan lejos de Madrid. Hombre, si todavía el chalé fuera en
- Puerta de Hierro, o por lo menos en la Pijolandia de Pozuelo,
- Aravaca o Las Rozas... ¿Pero en Galapagar, donde no hay más que
- peñascos? Un amigo pintor, Ricardo Suárez, ha dicho que Pablo e
- Irene han pasado de la dictadura del proletariado a la dictadura
- del chaletariado. Cierto y verdad. Miren cómo la juez Alaya, que
- no tiene que pagar ningún chalé, ha dicho todo aquello que nos
- temíamos, y que resulta que era verdad.
----
Correo
Si quiere usted enviar algún comentario sobre este artículo puede hacerlo a este correo electrónico
|