ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


 

ABC de Sevilla, 17 de julio de 2018
                               
 

Tanatorios de pueblo

Los sevillanos no valoramos que nuestra ciudad es el modelo a imitar de muchas cosas para los pueblos no sólo de la provincia, sino de cuanto fue el antiguo Reino de Sevilla o el territorio eclesiástico de su Arzobispado. Cuando Sevilla se llenó de edificios de arquitectura regionalista o historicista (los que ahora corren tanto riesgo de demolición y Adepa quiere proteger a toda costa), por todo el antiguo Reino se levantaron casas de Aníbal González o de Juan Talavera, o de maestros de obra locales que construían "a la manera de" Aníbal o Talavera. Todo riquito de pueblo quería labrarse una casa con fachada de ladrillo visto, muchos azulejos y toques historicistas, como había visto que era la moda adinerada en Sevilla. Un paseo por Constantina, Aracena o La Palma del Condado, entre otros muchos pueblos, demuestra hasta qué punto llegó la imitación de la arquitectura regionalista de la Sevilla previa a la Exposición Iberoamericana de 1929.

Eso fue entonces. Pero esta tendencia mimética de lo sevillano sigue en los asuntos más actuales. ¿Que en Sevilla han puesto un tranvía, al que llaman Metrocentro de mote? Pues muchos pueblos quieren también tener su tranvía. ¿Que Sevilla ha peatonalizado el centro de la ciudad? Pues ahí tienen la imitación en tantas calles del centro de nuestros pueblos vedadas a la circulación y peatonalizadas. ¿Con veladores? ¡Pues naturalmente! Si la moda de Sevilla es llenar las aceras de veladores, imitemos a la capital (piensan en los pueblos) y pongamos veladores en las aceras de todos los bares, tabernas, peñas y casinos. Calles hay en algunos pueblos que los fines de semana hasta las cierran a la circulación, aunque no sean peatonales, para poder poner cuantos más veladores, mejor. Y si es el carril bici, todo pueblo que se precie ya está pensando en el suyo o ya lo tiene medio enjaretado, al sevillano modo.

Ahora ha llegado a los pueblos la moda de los tanatorios y los crematorios, porque en Sevilla se han impuesto. Cuando hubo aquella avería en los hornos del cementerio de San Fernando, vimos que se solucionaba el problema haciendo las incineraciones en los crematorios que habían abierto en muchísimos pueblos de los alrededores, y si quieren doy nombres. Es digno de estudio, y no sé si alguien lo habrá hecho ya en una tesis doctoral, el éxito social de las cremaciones en una tierra como la nuestra donde lo tradicional era la inhumación. Lo cual debe venir de antiguo. La muy desconocida Necrópolis romana de Carmona, cuya visita recomiendo, está llena de columbarios para las cenizas de los difuntos.

-- ¿Como los columbarios que están haciendo o han hecho ya en sus templos muchas hermandades de Sevilla?

Igual. Y verá usted lo que tardan en hacer también columbarios en las iglesias de las hermandades de mayor devoción en los pueblos. Como digo, todo lo de Sevilla se imita y se copia, para lo bueno y para lo malo. (Y hago un inciso: cuando tiene mérito hablar de los muertos es ahora, en pleno verano. ¡En noviembre lo hace cualquiera!). Moda de las incineraciones y sus potentes razones económicas por la que habrá pronto que echar en falta el encanto, muchas veces romántico, de los encalados cementerios de pueblo.

Y en muchos pueblos han copiado también la moda sevillana del tanatorio. Municipal o de iniciativa privada. Se acabaron los velatorios de pueblo en las casas, aquellos en los que llevaban sillas alquiladas y ponían botellas de aguardiente sobre las mesas para los amigos que acompañaban a los dolientes. Todo pueblo que se precie tiene ya su propio tanatorio, a imitación de los sevillanos de la SE-30 (el de la fachada con serpentinas como de Carnaval) o de San Jerónimo, en la calle dedicada al humanista y profesor Miguel Romero Martínez, que es el único escritor sevillano cuyo nombre sale absolutamente todos los días en el periódico. Como dirección del tanatorio de San Jerónimo donde hay que ir a dar la cabezada, pero sale. Espero que los tanatorios de pueblo, siguiendo en la imitación de Sevilla, los pongan todos en calles que lleven nombres de olvidados escritores o cronistas locales.

---------

 

Correo Correo Si quiere usted enviar algún comentario sobre este artículo puede hacerlo a este correo electrónico

         

 

 

                                      Correo Correo            

Clic para ir a la portada

¿QUIÉN HACE ESTO?

Biografía de Antonio Burgos


 

 

Copyright © 1998 Arco del Postigo S.L. Sevilla, España. 
¿Qué puede encontrar en cada sección de El RedCuadro ?PINCHE AQUI PARA IR AL  "MAPA DE WEB"
 

 

 


 

Página principal-Inicio