ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


ABC de Sevilla,  22 de noviembre de 2019
                               
 

Sentencia postelectoral

Intencionadamente he querido dejar transcurrir un día antes que pasara la oleada gorda del que Manuel Contreras ha llamado "El tsunami de la corrupción" con la sentencia de los ERE. El undécimo, no cansar con lo que ocupa medio periódico, es un viejo mandamiento de este oficio que trato de cumplir. Cosa que hice con el respiro que les di ayer, teléfono móvil rastreado en mano, que el INE se ha vuelto como el perro del anuncio de buscar hoteles y vuelos baratitos: Rastreator, para espiarnos dónde vamos y tenernos a todos controlados.

Así que vuelvo hoy a la sentencia de los ERE, que puso en su sitio, la cárcel o la inhabilitación, a los que se llevaron dinero no para asar una vaca, sino todo el desecho de tienta y cerrado que mandan al matadero en Núñez del Cuvillo. Vuelvo con una ucronía, que ya saben qué es, dice el RAE que "reconstrucción de la historia sobre datos hipotéticos". Dicho con verso de Antonio Machín: "Lo que pudo haber sido y no fue". Le he cogido gusto a las ucronías con lo que escribí sobre Romero Murube en el cincuentenario de su muerte. Lo que hubiera sido y el reconocimiento universal que habría tenido si en julio de 1936 hubiera caído en el bando republicano porque ese día había ido en el exprés a hacer un mandado en Madrid mismo, y en vez de quedarse en Sevilla hubiera marchado al exilio republicano en 1939. A Joaquín Romero Murube le hubieran entonces dado todos los honores que la izquierda intelectual le negó, no lo hubiesen olvidado, y sus obras no serían como ahora, citadas en sus títulos pero no leídas, sino divulgadas por los dos grandes aparatos de difusión de la literatura española del exilio, como fueron la editorial Losada en Buenos Aires y el Fondo de Cultura Económica en México.

Frente a la afición a la ucronía que tenemos algunos como ejercicio literario de imaginación, puede decirse lo de aquel tirar por tierra al sueño de ilusiones imposibles, por no salir de las canciones de las maracas de Machín: "Es que si mi abuela tuviera dos ruedas, un sillín y un manillar no sería mi abuela, sino una bicicleta".

Hechas todas estas salvedades, quiero hacer hoy, pasado lo más gordo del tsunami informativo y opinativo, una ucronía sobre la sentencia de los ERE. ¿Qué le hubiera pasado al PSOE si la sentencia de los ERE se hubiese dictado antes de las elecciones del 10-N? ¿Hubiera sacado esos 6.752.983 votos y 120 diputados que obtuvo? ¿No lo hubieran conocido de verdad muchos y optado por otras siglas a la hora de votar?

Hay algo en esta ucronía que no me cuadra, y por medio deben de andar quizá los gurus de la Moncloa, ese Iván Redondo que ha hecho que a Sánchez le salgan las cosas como su mismo apellido indica. Lo que no me cuadra es por qué la sentencia del proceso a los separatistas sediciosos catalanes fue conocida antes de las elecciones y la de los ERE, dijeron que por "un error informático", fue retrasada a cuando ya estaban en marcha los tejemanejes de Sánchez para conseguir la investidura tras su pacto con los comunistas bolivarianos de la ultraizquierda de Podemos. ¿De verdad nos creemos lo del "error informático" como causa del retraso? Es la única mancha que queda en una Justicia que tras esta sentencia ha recobrado su buena imagen de independencia, en una nación donde el presidente en funciones se atreviò a decir que el fiscal general del Estado hacía lo que él le ordenaba. La Justicia ha actuado de cine aplicando la ley contra el escándalo de la mayor corrupción y fraude de la democracia. Lo de la juez Alaya es de Gran Cruz de la Orden de San Raimundo de Peñafort por lo menos. O de hacerla Hija Predilecta de Andalucía como ecijana que es, petición que anda ya circulando por ahí y a la que me adhiero desde aquí, al menos para compensarla de los disgustos que le dieron y las presiones que recibió para que desistiera de aplicar la ley a tanto prevaricador y tanto malversador. De una cosa sí estoy seguro. Si hubo ese "error informático" en el retraso de la sentencia hasta después de las elecciones, culpa de la juez Alaya seguro que no fue.

 

Correo Correo Si quiere usted enviar algún comentario sobre este artículo puede hacerlo a este correo electrónico

         

 

 

                                      Correo Correo            

Clic para ir a la portada

¿QUIÉN HACE ESTO?

Biografía de Antonio Burgos


 

 

Copyright © 1998 Arco del Postigo S.L. Sevilla, España. 
¿Qué puede encontrar en cada sección de El RedCuadro ?PINCHE AQUI PARA IR AL  "MAPA DE WEB"
 

 

 


 

Página principal-Inicio