El Gobierno ha anunciado que en la próxima subida de impuestos, las bebidas carbónicas azucaradas serán gravadas con un IVA del 21 por ciento, y argumenta que lo hace no para recaudar más, no, sino para preservar nuestra salud y que conservemos la línea (y Algeciras). Y en cambio, como si no fueran buenas para la salud y hubiera por ello que exprimirlas tributariamente, mantiene el 21 por ciento para las mascarillas, cuyo uso ha declarado obligatorio antes que muchos otros países europeos. El IVA de las mascarillas en España es el más alto de toda la Unión Europea: ningún país las grava con el 21 por ciento. Como resumía ayer R. Maestre en estas páginas de ABC, en Francia se paga el 5,5 por ciento; en Portugal, el 6 por ciento; y nada en Italia, gratis total de impuestos. Las mascarillas, con esta carga fiscal, salen España siete veces más caras que en Portugal. En Portugal se puede comprar un paquete de 200 mascarillas quirúrgicas de un solo uso, de las azulitas, por sólo 17,4 euros. -
-- Pues nada, habrá que ir a por mascarillas a Portugal.
Eso es lo que pienso: que igual que antes íbamos a Portugal cruzando el puente de Ayamonte y nos dirigíamos a a Vila Real de Santo Antonio para comprar toallas baratas, ahora habrá que ir a por mascarillas. -
-- Hombre, si va usted, haga el favor de comprarme tres paquetes; si quiere le adelanto el dinero para que no lo tenga que poner de su bolsillo.
Sin que nos demos cuenta, a las facturas de la luz, del agua, del gas y del teléfono y a los gastos de comunidad, hemos añadido como gasto fijo de la casa la compra de mascarillas para toda la familia. ¿Cuánto nos estamos gastando en mascarillas? ¿Cómo las familias que están en el paro, o en un ERTE, o han sufrido un ERE, o andan en el umbral de pobreza pueden mantener este gasto semanal en mascarillas? Así ocurre que la gente piensa que las mascarillas quirúrgicas son eternas en su protección, y no que tienen una vigencia de sólo unas horas, y las llevan hasta que se les estropean las gomillas de sujetarlas a las orejas, como la copla de "se nos rompió el amor de tanto usarlo" de Rocío Jurado.
Si las mascarillas son de uso obligatorio, ¿por qué no las dan gratis con la tarjeta de la Seguridad Social en vez de someterlas al oscuro objeto del deseo recaudador y les cascan este 21 por ciento de IVA, el más alto de Europa? Las dio gratis la Junta de Andalucía, que hace lo que puede y que sabe que cuando acabe la guerra sanitaria contra la Comunidad de Madrid, el Gobierno vendrá a por ellos, a ponerles dificultades sin más argumentos que la crispación y el enfrentamiento políticos, mientras Sánchez predica la unidad ante la pandemia. Pero la Junta de Andalucía, cuyos gastos sanitarios contra la enfermedad se disparan por días, como las cifras de contagios, sólo dio las mascarillas gratis una vez. Quirúrgicas. Y eran como de propaganda, porque traían en verde la leyenda "Junta de Andalucía" sobre el azul cielo de los pliegues de la mascarilla quirúrgica que tantos llevan...en la muñeca o en el cuello. Dijeron que con la tarjeta del SAS iban a dar mascarillas gratis todos los meses. Cada vez que voy a la farmacia lo pregunto:
-- ¿Han vuelto a venir las mascarillas gratis de la Junta?
-- No, vinieron una vez, cuando se las llevó usted, pero no han vuelto a mandarlas.
Ya digo, un gasto más, tal como andamos. Que algunos hacen hasta suntuario, como esas mascarillas de tela de diseño, que se ponen a juego con el vestido o con el capricho y que sólo falta que las pasen en los desfiles de moda. Para usted, quizá, gracias a Dios, el dinero de las mascarillas con el IVA más alto de la UE no es un problema económico. Pero pienso en esas familias que están pasando las duquelas negras, en cuyas casas entran apenas 500 euros al mes. ¿A que en auxilio de los que no pueden hacer frente a ese gasto vamos a tener que crear el Banco de Mascarillas como el benéfico y solidario Banco de Alimentos que a tantos socorre?
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