ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


ABC de Sevilla,  26 de enero  de 2021
                               
 

Medalla para Manuel Alejandro

Me piden desde el Ayuntamiento de Jerez que me sume a la solicitud del Premio Princesa de Asturias de la Música para el compositor Manuel Alejandro, galardón a que tantos chuflas de gorgoritos les han dado antes sin ningún merecimiento, y como es algo justo, equitativo y saludable, firmar en un pliego me parece poco, por lo que le dedico un artículo entero, como se merece el inspiradísimo artista jerezano. El mejor elogio que puedo hacer de la capacidad de creación de Manuel Alejandro, del solitario Manuel Alejandro, del enigmático y poco dado a la exhibición, es que son suyas, aunque lo ignoremos, muchas canciones que nos sabemos de memoria, que han cantado los mejores y más famosos artistas en sus exitosos discos de oro y de platino. En Manuel Alejandro se hace verdad lo que escribió otro gran Manuel andaluz, Machado: "Hasta que el pueblo las canta,/las coplas, coplas no son,/y cuando las canta el pueblo,/ya nadie sabe el autor./ Tal es la gloria, Guillén,/de los que escriben cantares:/ oír decir a la gente/ que no los ha escrito nadie./ Procura tú que tus coplas/vayan al pueblo a parar,/aunque dejen de ser tuyas/ para ser de los demás."

Creíamos que desaparecidas las dos grandes triadas capitolinas de la canción española, Quintero, León y Quiroga y Ochaíta, Valerio y Solano, que la muerte dejó con la colaboración final de un autor de cada tripleta, el poeta Rafael de León y el músico Maestro Juan Solano, nadie más iba a componer esas canciones que el pueblo no recuerda por su autor, sino por la artista que la interpreta. Para desmentirlo nos llegó la inmensa capacidad de creación de Manuel Alejandro, en una puesta al día, en nuevos ritmos, en nuevas modas, de esa constante de la música popular de Quiroga o de Solano. Si yo pregunto ahora de quién son "Se nos rompió el amor", "Como yo te amo", "Si amanece" o "Señora", fijo que me dicen que de Rocío Jurado. Pues no: como tantos álbumes completos de La Más Grande, son de la modestia como autor de Manuel Alejandro. Si pregunto de quién es "Yo soy aquel", seguro que me responden que de Raphael. Pues tampoco: es de Manuel Alejandro. Si digo "Que no se rompa la noche", me dirán que de Julio Iglesias. Tampoco: Alejandro. Y así tantas y tantas canciones en la fama que le dieron tantos artistas, como la delicia de los toros azules a la orillita del mar en "Háblame del mar, marinero".

De cuna le viene esta capacidad al recatado Manuel Alejandro, hijo de Germán Alvarez-Beigbeder, músico mayor del Ejército primero y de la Marina después, autor de infinidad de sinfonías y obras para piano, composiciones religiosas y marchas cofradieras, creador de la Banda Municipal de Jerez y autor de un himno emocionante, el de la Armada Española, cuya letra tampoco sabe la gente que es de José María Pemán: "Soplen serenas las brisas". Esas brisas del himno pemaniano de su padre quiero ahora que soplen serenas para impulsar viento en popa (háblame del mar, marinero), desde Jerez a Oviedo, la que será justa concesión del Premio Princesa de Asturias de la Música a Manuel Alejandro.

 

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