ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


ABC de Sevilla,  15 de abril  de 2021
                               
 

El sellito

El voraz Ayuntamiento ya ha puesto al cobro "el sellito" de este año, que se puede pagar sin recargo hasta el 31 de mayo. Lo que les recomiendo que hagan, porque pagarlo atrasado es un lío burocrático monumental, y nada le digo de la cifra que coge para el paganini si le viene con recargo o si se ha mudado usted y se lo mandan al antiguo domicilio y usted no se entera que a lo mejor hasta anda pregonado como deudor en el "Boletín Oficial de la Provincia". Hay que ver lo que nos gusta a los sevillanos una denominación arcaizante. Llamar con su viejo nombre a algo que ya no existe. Por ejemplo, las puertas del recinto amurallado de la ciudad. La Puerta Real fue derribada en 1864, y el final de la calle Alfonso XII en su esquina con Goles sigue siendo la Puerta Real. Y la Puerta Osario, que seguimos llamando así, tampoco existe desde 1870 en que fue demolida. El mismo año que la Puerta Carmona, que sigue existiendo con tal nombre en el imaginario callejero popular de la ciudad.

Al "sellito" famoso le pasa igual. Sellito ya no hay, pero sigue siendo "el sellito". El sellito era un adhesivo que había que poner en el parabrisas del coche como justificación de que se había pagado el Impuesto Municipal de Circulación. Ya no existe el Impuesto Municipal de Circulación ni el sellito adhesivo acreditativo de haberlo pagado, pero coloquialmente a lo que te pasa al cobro el Ayuntamiento cada año por estas fiscales fechas sigue siendo "el sellito".

Impuesto al que le cambiaron con mucha lógica el nombre. Antes era "Impuesto Municipal de Circulación". Y nos preguntábamos: ¿no debían rebajar el sellito anualmente, si cada vez hay menos sitios por donde circular y más calles peatonales vedadas a la circulación que pagamos con el impuesto municipal dichoso? Alguien pensó con esta misma lógica en el Ayuntamiento y le cambiaron el nombre. Y la notificación que ya le habrá llegado para que la pague antes del 31 de mayo es el "Impuesto sobre vehículos de tracción mecánica". O sea que te cobran por el mero hecho de tener el coche, no por circular con él por Sevilla, cosa que cada vez se puede hacer por menos sitios. Y lo que te sorprende, si lees con detenimiento la cédula de pago, es que se lo saben todo de tu coche. Aparte de la matrícula, que está tirado, saben el modelo, la cilindrada, el número de plazas, hasta eso tan raro y con tantas cifras como es el número de bastidor. Por todo ello pagas, según sea de potente tu coche.

Y paradójicamente, al sellito que sí hemos de poner obligatoriamente en el parabrisas, al de haber pasado la ITV, la Inspección Técnica de Vehículos, nadie le llama así. Yo no conozco a nadie que le llame "el sellito" a lo que de todas, todas es la ITV.

Aunque la máxima paradoja de todo es que el Ayuntamiento, que le tiene tanto odio a los coches, a los que les quita los aparcamientos y cada vez les pone más trabas y zonas peatonalizadas con la máquina de quitar aceras, tiene un filón recaudatorio bueno con "el sellito" que ya no existe.

 

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