Don Francisco Javier Arroyo, Comisionado para la Concordia, competente en materia de Memoria Histórica y Democrática de la Junta, se las está buscando por cante. Los progres ya le han buscado las cosquillas por su valiente postura de rechazar la retirada que en la calle Isabel la Católica de Cádiz, sobre su fachada de piedra ostionera, han hecho de la placa-estela, obra de Vasallo, que recodaba el lugar de nacimiento de Pemán. Ya anda Arroyo en boca de los progres, por haber defendido a Pemán, cosa que debería haber hecho media Andalucía y parte de la otra media, por cuanto el escritor gaditano es un símbolo de nuestra tierra y de nuestras letras y la han cogido con él los de la malhadada Memoria Histórica y ni rastro de su vida ni de su obra están dejando vivo. Primero, quitándole el nombre de Pemán al teatro de verano del Parque Genovés. Después, retirando su busto de la referida casa natal, sede ahora de una entidad cultural del Ayuntamiento. Y etcétera, etcétera, etcétera, o sea, los tres de Don Simón. La que se traen con Pemán es un obsesivo ensañamiento. Ya en Sevilla, cuando comenzó todo esto de la Memoria Histórica con Zapatero, hubo un concejal que logró que a su calle de Tabladilla le quitaran el nombre que llevaba: "José María Pemán". Y que le pusieran de rótulo "Escritor José María Pemán". Denominación utilísima: la gente se creía que Pemán era un ingeniero agrónomo y ahora ya sabe que era un escritor. Y qué escritor, Hércules Dominator de todos los géneros literarios, del teatro a la oratoria, pasando por la poesía y por el articulismo, en el que fue el maestro de todos nosotros en sus inolvidables Terceras de ABC.
La retirada de la memoria del escritor, de la que Arroyo dice que "una placa que se limita a recordar el lugar de nacimiento del gaditano en su condición de poeta", me hace recordar una anécdota, muy pemaniana por cierto, de cuando se colocó e inauguró. Es una artística estela con el retrato del escritor y con una representación de las musas de todos los géneros que cultivó, con la leyenda: "En esta casa nació el 8 de mayo de 1897 José María Pemán y Pemartín, cantor excelso de la raza hispana". La obra es del escultor Juan Luis Vasallo Parodi (Cádiz, 1908-Madrid,1986), profesor y director de la Escuela de Bellas Artes de Jerez y Sevilla, académico de la Real de Bellas Artes de San Fernando, de prolífica obra, entre la que destacan su escultura de "Gades" o la "Minerva" que corona el Círculo de Bellas Artes de Madrid. La placa o mejor dicho estela, me recuerda al mejor Vasallo. Y le gustó mucho a los gaditanos. El propio Pemán lo recordó en un artículo, con su sorna marca de casa, de alguien que le dijo:
-- A usted lo ha sacado Vasallo muy parecido, don José. No ha ocurrido lo mismo con Doña Carmen, que no se le parece nada... Y es que el gaditano se creyó que la musa de la estela era la mujer de Pemán, la jerezana doña Carmen Domecq Rivero, la que le daba miedo dormir en Cádiz porque pensaba que una noche vendría un suman que se llevaría toda la ciudad, como ahora la memoria de su marido.
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