ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


ABC de Sevilla,  11 de octubre  de 2021
                               
 

El pregon como indicador

Sevilla camina hacia la normalidad oficial, gracias Al que irá a los Tres Barrios y ha evitado que con las vacunas y las medidas sanitarias hayan ido muchos sevillanos a verLo al Otro Barrio. Y el mejor signo de que Sevilla camina hacia la normalidad es que ya hemos perdido la cuenta de los pasos que hemos podido ver en la calle, con sus costaleros, su banda de música y todos sus avíos. Nadie había pensado en los indicadores sevillanos de la pandemia, pero haberlos, haylos. Como un indicador sevillanísimo, tela, que es como un resumen de todo lo nuestro que perdimos desde que algún experto, en plan Maestro Ciruela o Doctor Liendre, dijo que esto no tenía importancia, que era como una gripe. Ese indicador tela de sevillano es el pregón. Todavía no, pero pronto perderemos también la cuenta de cuántos pregones se han dado. Ya se anuncian pregones y se pone fecha a la elección del autor del cartel de la Semana Santa. Lo que no sé bien, a ver si me informo, es lo del pregón de Semana Santa. Si tendremos que elegir pregonero nuevo o si saldaremos la deuda con Julio Cuesta, que se quedó con su texto dentro de las tapas de plata repujada, sin poder darlo y que supongo que será tan clásico que no habrán pasado por él ni los meses ni la crisis, y que podrá pronunciarlo tal como estaba escrito en un principio. Que era el verbo. El verbo sevillanear.

Con quien Sevilla ha saldado ya su deuda ha sido con la poeta y escritora Rosa García Perea, mi amiga y compañera de felinidades y de servicio a "nuestros amos y señores los gatos". Rosa es autora de "Como las manos de Pandora" o de "Jirones de azul", libro de poemas editado por Torremozas que luego dio nombre a su apasionante y arriesgada aventura editorial. Desde el 17 de abril de 2020 en que tenía que haberlo pronunciado, Rosa tenía guardado su Pregón de las Glorias, que entonces no pudo dar por el confinamiento. Eso sí que ha estado confinado: el texto del Pregón de las Glorias, con el que Rosa cortó el viernes dos orejas en el altar del Jubileo de la Catedral. En el ritual más exacto del pregón de las glorias, que para ella tienen el nombre de su Divina Costurera, de la que es camarera, de la Virgen de los Reyes de la Hermandad de los Sastres.

Y, como en el poema de Manuel Machado, "...y Herrera". Otro pregón con todos sus avíos, a la antigua usanza: Lope de Vega, autoridades en el estrado, presentación por el delegado municipal de Fiestas, nuestro respetado don Juan Carlos Cabrera. Herrera dijo su pregón del centenario de su hermandad de La Candelaria. Calidad y éxito asegurados. Hay veces en que segundas partes sí son buenas: mejor que la primera. El Herrera que le llevó un cuadro con la imagen de su Virgen de la Candelaria al mismísimo Papa Francisco, la mejor forma de pregonar el Martes Santo en el Vaticano. Ahora, que hablando de Papas y de Vírgenes de gloria, sigue ganando San Juan Pablo II, cuando se arrodilló ante la Pura y Limpia del Postigo. La única Virgen de gloria ante la que se ha arrodillado un Papa santo. ¿A que eso merece otro pregón de las Glorias tan lírico como el tuyo, querida y gatuna Rosa G.Perea?

 

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