ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


ABC de Sevilla,  20 de enero  de 2022
                               
 

A tomar por QR

Van dados los negacionistas de vacunas, a los que cada vez se les ponen más coactivos elementos de convicción. Pero nos olvidamos de otros como apestados de nuestra atribulada sociedad: la población mayor de edad que no ha entrado por la senda de la digitalización, no tiene Internet ni correo electrónico y usa el teléfono sólo para hablar. Los que diseñan la nueva Administración, la nueva empresa, el nuevo mundo en que nos movemos se olvidan de los mayores que no han entrado en el paraíso de la digitalización o incluso de los que, sin tener tanta edad, no son tan listos como para bandearse por este mundo virtual de la teleasistencia y de los QR. Ya comentamos que quien no tenga el dichoso código QR y su lector instalado en su teléfono móvil, no puede acceder al menú de los restaurantes. Todo lo hemos hecho depender del código QR. Observen que hasta muchos informativos de TV sacan en el ángulo inferior de la pantalla un QR para ampliar las noticias. Y no se dan cuenta de que eso del QR es chino pera gran parte de la población no digitalizada.

Me animan a que escriba de lo que le pasó un señor de cierta edad, de los que sólo usan el teléfono para hablar con su familia o sus amigos y no tienen "terminal inteligente". O, si la tienen, no la saben utilizar y aprovecharse de sus maravillas, que lo son si se saben usar. Tenía el hombre que resolver cierto papeleo burocrático de una deuda con un centro oficial y acudió al de siempre. Y se lo encontró cerrado, aun siendo día laborable. Y con muchos letreros de "prohibido el paso" en su puerta y advertencias de "cita previa obligatoria". En un cartel mayor decía que se esperase al vigilante de seguridad. Apareció al punto, y nuestro hombre le dijo que quería resolver un papeleo. A lo que el vigilante le respondió que tenía que obtener cita previa. Y que tal cita no la daban por teléfono, de viva voz, como "Salud responde" (que responde más bien poco), sino que tenía que sacarla por código QR. Y le dio un papel con el tal código y todo esto que transcribo, que le pareció obviamente ininteligible. En aquel papel por un lado ponía el código de marras: "Contacto sin sistema de identificación electrónica. Instrucciones al dorso". Y ahí venía la leña. Miren qué galimatías de instrucciones: "1, descargue en su teléfono la app "Escaner/lector Código QR". 2, abra la app y escasee el Código QR del dorso, como en el dibujo. 3, rellene el formulario con sus datos. 4, marque provincia y código postal. 5, escoja una categoría. 6, explique el motivo de su comunicación. 7, adjunte la documentación que precise en la pestaña Ficheros. 8 Conteste una sencilla pregunta de seguridad. 9, pulse continuar". Leyó nuestro hombre la papela sin entender nada, y le preguntó al vigilante que si no podía obtener la cita previa de otra forma. Nada. De ninguna de las maneras. Sólo con ese código QR. Y lo peor es que te dicen: "¡Si es sencillísimo!". En vista de lo cual, nuestro hombre cogió el papel y dijo: "¡A tomar por QR el QR, que como una nieta no me arregle esto, me van a crujir en ejecutiva lo que quiero pagar con esa cita previa que no me dan!".

  

 

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