ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


ABC de Sevilla,  1 de febrero  de 2022
                               
 

El covid de los artistas

Dejamos aquí las consecuencias del virus dichoso (sobre el que todo el mundo sabe, pero nadie entiende) como la excusa perfecta para quitarse compromisos sociales de encima. Pero ahora caigo en la cuenta de que mucho más que para evitar compromisos sociales enojosos o pesados, ante los que se excusa uno con las posibilidades que el virus da, que si se está guardando cuarentena, que si se está afectado, que si a esa misma hora está uno citado para la tercera vacuna, el covid le está dando un avío maravilloso a los artistas para su tradicional incumplimiento. Dicha sea en su acepción sevillana la palabra "artista", que se la definiré con un sola frase nuestra que me evitará describir acepciones:

-- Tenemos que ir al chalé de la playa porque tenemos allí artistas.

No es que tengan allí a Plácido Domingo o a Antonio López, es que tienen artesanos: albañiles, pintores, carpinteros o fontaneros. El sevillano eleva a la categoría de "artista" al artesano, quizá según la teoría de "El trabajo gustoso" de Juan Ramón Jiménez. ¿Para darle mérito en su tarea? No sé. O para significar lo difícil que es a veces encontrarlos, hay que tener arte para poder decir:

-- He encontrado por fin a uno que le echa culos a los asientos de rejilla y me van a arreglar las dos mecedoras que heredé de mi abuela y que estaban para tirarlas de viejas.

Incluimos también en la categoría de "artista" al profesional de los servicios técnicos de los electrodomésticos. Sobre todo en la parte de la informalidad de estos oficios, a los que muchas veces hay que coger a lazo, de difícil que es que vengan a arreglarte algo que se rompió (se escacharró, vamos) y que te está amargando la vida. Parece que cuanto más imprescindible para la vida diaria es un electrodoméstico, más tarda en venir el técnico a arreglarlo:

-- Casi cuatro días llevamos sin agua caliente, porque no aparece el que tiene que venir a arreglar la caldera del gas, que dijo que estaba aquí el lunes sin falta.

-- ¿Y habéis llamado a reclamar?

-- Naturalmente. ¿Pero sabes qué nos han dicho? Que el artista ha cogido el covid y que no saben cuándo van a poner venir.

¿Y los pintores? ¿Pero no iban por fin a venir esta semana? Eso te dijeron. Pero resulta que el maestro de la cuadrilla cogió también el covid, mecachis, y todos los otros artistas de la brocha gorda deben estar por lo menos siete días de cuarentena. ¿Cuánta picaresca para no cumplir con los clientes hay en las falsas bajas por covid, que por eso quieren poner las cuarentenas cada vez más cortas? No, lo que debían era no poner tan largas las excusas de los artistas informales para no ir por tu casa con ese pretexto perfecto, para no cumplir con la fecha que te dijeron que, ¡por fin!, iban a venir a lo de la caldera. Quien no tiene que quedarse con el niño, que tiene covid, es que él tiene el contagio, o lo tuvo un compañero y debe confinarse. El caso es que usted sigue sin tener agua caliente en casa, ¡con la rasca que hace en estos días!

 

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