ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


ABC de Sevilla,  7  de marzo  de 2022
                               
 

Santa Justa es nombre de mujer

Tras la remodelación, veremos si no le cambian el nombre al aeropuerto de San Pablo. Porque ha entrado la moda de ponerle sobrenombre a los aeropuertos y a las estaciones, aparte de los suyos de toda la vida. Por cierto, en San Pablo sigue faltando la lápida que había en el primitivo aeropuerto, aquel que parecía el de "Casablanca". La lápida expresaba el agradecimiento de la ciudad a la familia Marañón, por haber cedido altruistamente los terrenos para la construcción del que, en los tiempos de los vuelos con escalas por la escasa autonomía de vuelo de los aviones, iba a ser el "aeropuerto terminal de Europa".

Pero íbamos con los nombres de los aeropuertos. A Barajas, que fue siempre Barajas y seguirá siendo Barajas, le pusieron "Aeropuerto Adolfo Suárez". No es que Suárez no se merezca ese honor, por cuanto hizo para el restablecimiento de la democracia y la llegada de la España Constitucional junto con Torcuato Fernández-Miranda y bajo la suprema decisión de Don Juan Carlos. Pero ponerle a Suárez nada menos que un aeropuerto, con la cantidad de avenidas magníficas que hay para rotular, me parece una exageración. Como una tontería otra modalidad que ha impuesto este Gobierno: ponerles nombres a las estaciones de ferrocarril. Y nombres de mujer. A la estación de Atocha de momento le han puesto el de la escritora recientemente fallecida Almudena Grandes. Cuyos méritos literarios son indudables, pero, hombre, ¡tanto como para ponerle el nombre de una estación! Si es por nombre de mujer, la Virgen de Atocha, como se llama la estación madrileña, era una divina Señora. Ya antes, a la estación de Chamartín le pusieron "Clara Campoamor". Y a la de Málaga, "María Zambrano". Pero no creo que nadie llame Clara Campoamor a Chamartín, nombre de solera y de siglos en el callejero de Madrid. Es que no me lo imagino, alguien que tiene que viajar en tren y dice:

-- El Ave nos deja en la estación de Almudena Grandes, pero luego tenemos que hacer transbordo para el Norte en la estación de Clara Campoamor.

Absurdo. Ganas de perder el tiempo, porque con la de años que lleva ya, lo de Suárez por Barajas no ha hecho fortuna. Con lo de Atocha, la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, la que vino a reinaugurar San Pablo, ha dicho que con esta medida de dar nombre de mujeres a las estaciones se quiere "visibilizar el compromiso del Gobierno con la igualdad y las políticas de género". ¡Toma ya!

Espero que no le toque el turno de esta desquiciada moda a nuestra estación de San Justa. Que era mujer, como la Virgen de Atocha. Si le quitan el nombre de Santa Justa habrá una discriminación con la mártir y trianera Patrona de la ciudad. En todo caso, yo le añadiría a la otra Patrona, de la que siempre nos olvidamos: a Santa Rufina, que siempre sale peor parada, y que no tiene en Sevilla ni una calle. Y la que tiene, innominada y colectiva, "Santas Patronas", que va por ellas, por Justa y por Rufina. Así a Santa Justa en el nombre de su estación, ni tocarla.

 

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