ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


ABC de Sevilla, 29 de abril  de 2022
                               
 

Ganas de Feria

Y de Feria electoral, además. No habrá caseta que no visiten los candidatos, que se las verán y desearán para poder cumplir con todos los compromisos, para hacerse las fotos con todas las flamencas que se lo pidan: "Juanma se acaba de ir y estamos esperando de un momento a otro a Espadas". No sé si es una impresión personal, pero me parece que este año hay más ganas de Feria que otros. Claro, dos años sin casetas, sin farolillos, sin sevillanas, sin riá pitá, sin estrenar traje de flamenca. Ese será el problema de muchas sevillanas. Que tienen por estrenar el traje de flamenca que se hicieron hace ya va para tres años y que por mucho que han tratado de adelgazar, no caben en él. ¿Cuántos traspasos de trajes de flamenca por estrenar ha habido en vísperas de Feria? Y, además, como el traje de flamenca es el único típico regional que tiene moda, en estos dos años se han quedado anticuados muchos. Basta ver las tiendas de moda flamenca, la cantidad de existencias por vender que tienen, de todas esas Ferias que no se llegaron a celebrar.

Si había ganas de Semana Santa, parece que más todavía las hay de Feria, tras dos años de carencia. Si en Semana Santa decíamos que no íbamos a caber, yo no sé cómo vamos a poder estar tantos en la Feria. De aquí y de fuera. Esos hoteles tan llenos lo están así no porque los turistas hayan venido a ver el Museo de Bellas Artes precisamente, sino por la Feria. Aunque luego protesten de que si en Sevilla no conoces a nadie no puedes entrar en ninguna caseta y te tienes que quedar por fuera de las barandillas dándole al ojo, o en un casetón comercial casi impresentable allá cerca de la Calle del Infierno. Como hayan leído lo de Venecia "pay per view", verá usted cómo llegará el día en que para entrar a la Feria habrá que pagar. Porque hasta ahora, a pesar de lo que le cuesta su instalación al Ayuntamiento, es algo que pagan los socios de las casetas de amigos o de peñas. Sí, la Feria deja dinero, pero a los sevillanos también le cuesta el suyo. ¿Cuánto cuesta enganchar un coche a la calesera, aunque sea con un solo tronco de caballos, no hablo de maravillas a la larga o a la media potencia? El mayor y más vistoso espectáculo de la Feria, que es el paseo de carruajes y caballistas, lo pagan los sevillanos de su bolsillo. No se dice, pero igual que hay ensayos de cuadrillas de costaleros, a esta hora, en muchas fincas de Sevilla y de Jerez, los mayorales están acostumbrando y entrenando a los caballos en los coches que engancharán en Feria, para que luego todo salga con la perfección que asombra a propios y extraños, que ningún caballo se ponga farruco en esa aglometraciòn de "vehículos de tracción animal", como les llama la prosa administrativa.

Y si no sé cómo vamos a caber, me echo a temblar cuando leo el plan de movilidad, que deja aislados a los sufridores vecinos de Los Remedios y hasta a los del Arenal a la hora de los toros. No sé dónde van a meter tanto coche, con media Sevilla cortada. Cerca les parecerá a algunos el Charco de la Pava. Porque con tantas ganas de Feria, el problema de aparcamiento y de circulación va a ser de azuquita, canela y clavo.

 

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