ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


ABC de Sevilla,  9 de mayo  de 2022
                               
 

Un debate sobre la Feria

Igual que cuando arrastran a un toro hay un arenero que va con un escobón de lentisco corriendo inmediatamente detrás de la penca del rabo del astado, para alisar el albero sobre la marcha, así quiero esbozar hoy estas notas sobre la Feria que acaba de terminar, en asuntos sobre los que ya ha habido muchos pronunciamientos. No es que me quiera dedicar a pegar escobazos, pero sí a plantear una serie de cuestiones que de aquí al año que viene, con detenimiento y perspectiva, deben ser debatidas.

Por cierto: qué alivio que haya terminado la Feria para los vecinos de Los Remedios o para tener que ir a hacer un mandado al otro lado del río. Por la coincidencia de obras, la circulación en Sevilla ha estado este año más difícil que nunca. Ir a Los Remedios ha sido misión imposible. Bueno, ir todavía podías hacerlo por Virgen de Luján o República Argentina. Lo malo era volver a Sevilla. En un momento dado, todos los caminos te conducían sin más remedio a los aparcamientos del Charco de la Pava. Y ha habido, como todos los años, una parte del vecindario cercada por las normas de circulación de la Feria, con los cortes de la carretera del Muro de Contención o la avenida de San Juan Pablo II. Ir a San Juan de Aznalfarache o al Manchón era una aventura y ni que decir tiene que los vecinos de Los Remedios son los grandes sufridores de la Feria, sin que además creo yo que para sus negocios sean días grandes de caja registradora llena. Y si a todo esto se le añade la coincidencia con las obras del tranvía en San Francisco Javier, y los cortes en la Avenida de la Raza y en tantos otros lugares, como en El Arenal a la hora de los toros, resulta el caos que hay que pensar en cómo evitarlo en años venideros.

¿Y la fecha? ¿Está bien esta fórmula de domingo a domingo, sin Feria además el último domingo, sólo con toros de Miura? Hay quienes quieren dos fines de Semana de Feria y quienes, por el contrario, pretenden volver a la fórmula antigua, corta, de martes a domingo. Y el puente del Primero de Mayo. Se ha visto que el que produce los grandes colapsos y bullas casi cofradieras en la Feria es el puente del Primero de Mayo, más que la fiesta local del miércoles que se adoptó en la actual fórmula de calendario. Y, además, es el que deja dinero. Hay que pensar que la Feria es cada vez más de los de fuera de Sevilla. Es como una "convidá a Sevilla" pero cobrando, el 3 por ciento de nuestro PIB, dicen.

Eso se ve en los toros. La plaza de los toros dicen que ha perdido su personalidad y su estilo, con el símbolo de las almohadillas arrojadas al ruedo, y que "Sevilla huele a pueblo". Cada vez hay más público y menos aficionados: esa es la cuestión. Aparte de la cantidad de copias de llaves que han hecho en Mister Minit para abrir con mayor facilidad la histórica Puerta del Príncipe. El público de sombra se comporta como antes el de sol, y cada vez hay menos verdadera afición de Sevilla en los tendidos. Signos de los tiempos los que hemos esbozado en tres brochazos de cuatro escobazos. Pero es lo normal. Si todo es ya distinto, ¿por qué habría la Feria de seguir siendo la misma? Sevilla debe debatir el modelo de Feria que quiere según el nuevo modelo de ciudad.

 

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