Tras grandes esfuerzos hemos conseguido que los españoles tengamos dos coberturas de asistencia sanitaria: la Seguridad Social pública y una compañía aseguradora privada. Como usar cinturón y tirantes. Los titulares del SAS, para garantizarse una mejor asistencia, se apuntaban a una compañía sanitaria privada. Era como si aseguraran dos veces el coche. El asegurado, con su compañía privada se buscaba una salida de calidad antes los problemas de masificación de la sanidad pública. Pero todo ha dado un vuelco, y es tal la acumulación de asegurados en las compañías privadas, que han logrado empeorar los problemas de la pública. Mientras la calidad de la asistencia pública (demagogia de recortes al margen) mejora por días e introduce nuevos recursos digitales en su sistema, como el muy eficaz "Salud Responde" para sacar número en los centro de salud o evacuar por teléfono consultas o trámites administrativos con tu médico a cabecera.
Las compañías sanitarias aseguradoras privadas cada día cuestan más caras al titular de la tarjeta y, a su vez, les pagan cada vez menos a los médicos, que se están dando de baja en bloque. Me da vergüenza decirlo, pero hay compañía sanitaria que le paga a sus médicos por hora casi menos que a una limpiadora. Más de cien pediatras, pertenecientes a la Asociación de Pediatras de Sevilla, que preside el doctor Fernando Ferreira, han dejado de aceptar consultas de asegurados de Sanitas, la tercera compañía que más factura tras Adeslas y Asisa. Desde el pasado 16 de octubre se han desprogramado miles de consultas, lo cual, de continuar el cierre, podría acabar colapsando los servicios de Urgencias pediátricas. Esta asociación, que agrupa al 95 por ciento de los pediatras que trabajan en la sanidad privada en Sevilla cuenta con un centenar largo de profesionales. Fernando Ferreira, que trabaja en Viamed, asegura que «los pediatras llevamos reclamando desde hace más de seis meses una mejora de nuestros honorarios que llevan más de 30 años sin actualizarse y que están en torno a los 12 euros por consulta. Sanitas aún no nos ha ofrecido siquiera la posibilidad de sentarse a dialogar con nosotros para escucharnos". Y ha aclarado el doctor Ferrera: "Ahora son 12 euros de media, que baja a 8 o 6 euros a partir de la segunda revisión y a partir de la tercera en el mismo mes es prácticamente gratis. Hemos ido a volumen para poder seguir adelante pero no podemos seguir prestando este tipo de asistencia porque la calidad está bajando por la falta de tiempo para cada paciente. Y como médicos no podemos permitir no dar una asistencia de calidad".
Especialidad tras especialidad, los médicos están tirando la toalla de su trabajo para las compañías. Con estos precios, no es lógico que por mucha vocación que tengan cirujanos plásticos, maxilofaciales, cardiólogos, urólogos, hematólogos y otorrinolaringólogos sigan en su trabajo con las compañías que tanto atornillan al enfermo y al facultativo que lo atiende. Así que si va a pedir número a su compañía, no se extrañe que le digan: "Lo siento, pero tenemos cerrada la agenda hasta enero". Lo dicho: han conseguido que la privada esté peor que la pública.
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