Diario El Mundo

Memoria de Andalucía

 Antonio Burgos

El Mundo de Andalucía,   sábado 12 de septiembre de 1998


La foto de la tortilla

La "foto de la tortilla", por Idígoras y Pachi

La" foto de la tortilla" (1975), interpretada por Idígoras y Pachi

La famosa foto de la tortilla con los renovadores del Partido Socialista Obrero Español en los pinares de Oromana (1974) ha pasado a la Historia porque:

1.- No era una tortilla lo que se estaban comiendo, sino que la cosa iba de bonito en aceite y todos entonaban la versión renovada de La Internacional, aquella tan conocida, cuya letra es: "Qué bien, qué bien, hoy comemos con Isabel".

2.- No era en los pinares de Oromana, sino en Aznalcázar o por Coria del Río, o por esa parte de por ahí, a mí qué me importa dónde, quién sabe dónde.

3.- Aunque eran renovadores, se ha confirmado que no eran en absoluto socialistas y mucho menos obreros. En todo caso, españoles, por aquello de que es español quien no puede ser ni catalán ni vasco.

4.- No era una fotografía, aunque Pablo Juliá lo asegurase luego, para poder colocarse como Goya del Carlos IV del felipismo.

Aparte de estas cuatro necesarias advertencias previas a la contemplación de la bucólica escena, los más recientes estudios de la Universidad de Bellavista han demostrado que tampoco era un pinar donde se comieron la tortilla que no era tortilla los fundadores del socialismo que no era socialismo. No era un pinar, porque menuda pechada de llorar se hubieran pegado luego los pinos del coto despidiendo a las carretas de Filesa y de los GAL. Al igual que luego dijeron que eran de izquierda, pero crearon la Cultura del Vaso Campaniforme del Pelotazo, allí en la foto de la tortilla nada era lo que parecía. Incluso se llega a sospechar que ni siquiera fuera el Innombrable de Coria el que está en supino decúbito prono. Porque, en caso de haber sido, lo más probable es que se hubiera roto la máquina y, con ello, velado el cliché, y ni Idígoras y Pachi podrían haber hecho este dibujo ni servidor de ustedes podría ahora estar arrimando rabitos de pasas a la Memoria de Andalucía, que es una desmemoriada y hay que recordarle de vez en cuando lo que pudo haber sido y no fue, o lo que fue, pero no debió haber sido.

La foto de la tortilla que no era tortilla pasa por documento gráfico fundacional del socialismo en los últimos años de la dictadura de Franco, cuando ya no era en absoluto arriesgado proclamarse socialista. Si sobre todo se contaba con las bendiciones de la Embajada de Estados Unidos y del Gobierno de Bonn, potencias que encontraron en la pandilla de la tortilla que no era tortilla la izquierda de diseño que buscaban como coartada en una Península Ibérica que años antes les había quitado el sueño con la Revolución de los Claveles en Portugal. Allí consiguieron que no florecieran los claveles de la revolución y aquí lograron que la izquierda tras la muerte de Franco fuera de "clavelitos, a quien le doy claveles", en plan Sarita Montiel, que inmediatamente se apuntó a hacer campaña a favor de aquellos muchachos tan de izquierdas, porque Sarita Montiel ya era de la tortilla desde los tiempos de El último cuplé, lo que pasa es que la Guardia Civil de Franco la obligaba a hacer aquellos bodrios para distraer a los obreros, y que no reclamaran sindicatos libres y elecciones democráticas.

Los que estaban en la foto de la tortilla eran los autoencargados de dar la vuelta a la tortilla en España. Pero como no había tortilla ni casera, pues nos vamos, y no le dieron la vuelta a la tortilla, anda, los donuts, sino que reinventaron el Movimiento Nacional, pero sin Utrera Molina en Sevilla y sin Girón de Velasco en Fuengirola. La fotografía que no es fotografía en los pinares que no son pinares sí demuestra que eran y siguen siendo una pandilla de amiguetes. Al que no fuera de la pandi no le dejaron jugar con ellos al cambio.

En la verdadera fotografía que aquí ofrecemos en exclusiva mundial, sacada de los fondos Manolito del Valle del Archivo Cruel de la Memoria de Andalucía, aparecen todos tal cual luego siguieron. El hermano de Juan Guerra, pelando patatas, por aquello de que era quien estaba en la cocina. Felipe González, de metre, ocupándose del comedor y de los estómagos agradecidos, para que no se enfadaran los capitalistas occidentales que habían llevado en España a los autoproclamados socialistas al poder. Carmen Romero era ya jóvena, aunque aún no tenía 150 novelistas, más que los cuentos de Alfonso Fernandez Malo, Rodríguez Almodóvar y Paco Díaz Velázquez. Chaves ya era considerado como una de las cabezas más importantes del socialismo contemporáneo. Carmeli Hermosín estaba porque el hombre no puede separar lo que Dios ha unido.

Escena burguesa de modelo para armar partido autoproclamado obrero, pues, en los años en que no había más Partido dando la cara frente a la dictadura que el PCE. Unos niños de clase media de excursión con las novias. Pandilla que en el juego de suplantaciones que fue el PSOE en torno a la muerte de Franco simboliza el asalto a unas siglas históricas que tendría su culminación en Suresnes y en el 28 de octubre de 1982. Punto en el cual conviene concluir afirmando que es complemente incierto que los que salen en la conocida como foto de la tortilla tuvieran, ni entonces ni después, nada que ver con el honrado partido histórico de Julián Besteiro y Largo Caballero. En España, los verdaderos socialistas, en vez de hacerse la foto de la tortilla, le dieron siempre la vuelta a la tortilla, y no una pasadita por la sartén de la OTAN y de la economía de mercado al capitalismo.

Fraga, en Palomares

Proximo sábado: "Fraga, en Palomares"

¿Desea sugerir alguna fotografía histórica para que Idígoras y Pachi y Antonio Burgos la incorporen a esta "Memoria de Andalucía"?

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