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Igual
que el Príncipe Andrés de Inglaterra ha renunciado por
el momento al tratamiento de alteza real, el Rey desistió
para siempre del tradicional pellejazo en la nieve. En la
Navidad había dos tradiciones: que el reloj de la Puerta
del Sol diera las 12 campanadas y que Don Juan Carlos se
diera el hardazo esquiando. Y como el Rey últimamente ya
no se cae por tierra, mar ni aire, sus súbditos cuidan la
hispánica institución del pellejazo. Para que a los
articulistas no nos falten faenas de muleta que comentar,
siempre hay un político que se cae de la escalera de la
biblioteca buscando un libro, que resbala en lo de la
raquetita que juega Aznar, que incluso lo coge una
bicicleta. Tenemos políticos tan democráticos que no los
atropella el Rolls de Fefé, sino una bicicleta. Aunque
eso era antes. Los del PSOE se pegaban los mochazos de un
modo completamente democrático. Pero estos chicos del PP
son elitistas hasta para el accidente del fin de semana.
Lo digo por el ministro de Hacienda.
Hubiera sido del
todo democrático, y hasta Pepe Bono lo habría celebrado,
que Cristóbal Montoro hubiera tenido un accidente
arreglando la zapatilla de un grifo en su casa, lavando el
coche en el adosado, con el carro de la compra del hiper.
Nada. Con la de formas igualitarias que hay, va Montoro y
se pega el pellejazo a caballo. Menos mal que no fue en
Puerta de Hierro y jugando al polo. El único consuelo que
nos queda es que fue en un club de Moralzarzal, que es
menos exclusivo. Y que hasta el diario más crítico con
estos chicos del PP alabe su gesto de renunciar al
helicóptero para el traslado y pedir ambulancia común.
Como aquel que en las fatiguitas de la muerte renunció al
oxígeno: "No, el oxígeno, que se lo den a los
pobres". Montoro, igual: "No, el helicóptero
para los contribuyentes, no para el contribuido."
Así que Aznar
disimulando la mayoría absoluta con este gobierno de
chicos de COU que le hacen tan bien los deberes, y va el
ministro de Hacienda y se le sube a caballo. Los
contribuyentes, en vísperas de declaración de la renta,
oyendo que el PP gobierna para los españoles de a pie, y
de momento descubren que el contribuido va a caballo. La
verdad, no sabía que el PP tuviera plaza montada, y que
el de la plaza montada fuera tan mal jinete. Ahora que
Bono está crecido, no le arriendo las ganancias de la que
le puede liar a Montoro cuando le pregunte qué se puede
esperar de un Gobierno cuyo ministro de Hacienda va a
caballo por la vida, como pidiendo una estatua ecuestre
por cómo cuadra los presupuestos a costa de los pobres de
la ambulancia. Hasta yo mismo, que ni me presento a
secretario del PSOE ni nada, digo que esto del caballo es
más propio de la Duquesita de Montoro que de Cristóbal
Montoro.
Firmas
en El Mundo
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