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¿Listos
los de atrás de las cartas al director? Pues que se preparen,
que las cartas de los laboratorios y de los colegios
farmacéuticos van a llover por lo que voy a decir, tras leer la
barbaridad de la botica en esta Andalucía que tomar suelo como
espejo de España. La Junta se gasta en medicinas del Seguro
más que en carreteras. En 1999, 191.000 millones en botica y
111.000 millones en infraestructuras de Obras Públicas. Chaves
se gasta en recetas casi seis veces más que en viviendas, a las
que sólo destinó 33.133 millones. ¿Cuántos hospitales
podrían hacerse, no ya con el importe de las equitativas
recetas pagadas con dinero público, sino sólo con la comisión
de venta de 191.000 millones? Con un margen del 20% me salen
38.000 millones.
Veo el debate nacional
de la botica, veo a Celia Villalobos, menos lobos, con el copago
y veo a Chaves con el "niño, llena aquí otra vez el
gelocatil de estos señores pensionistas, que son
votantes", y se me ocurre hacer la pregunta del billón:
del billón de pesetas que nos podíamos ahorrar. Verán. Si
estás malo, ingresado en el hospital, no tienes que pagar las
inyecciones que te arrean y los comprimidos que te meten para el
chaleco. Te las dan sin receta. ¿De dónde vienen? ¿De la
botica de la esquina? No, padre: de la farmacia del propio
hospital. ¿Qué boticario se lleva la comisión de las
medicinas que se administran en los hospitales? Ninguno: en la
compra al por mayor a los laboratorios se rebajan los costos.
Sólo en comisiones del farmacéutico y en porcentajes del
distribuidor, ¿cuántos nos costarían todas las medicinas de
todos los hospitales si la auxiliar de planta tuviera que ir con
la receta del Seguro a una botica a comprarla? Trillones y
trillones. Aproximadamente, los mismos que ahora nos cuesta la
(por otra parte justísima) botica gratis para los pensionistas.
Celia Villalobos, menos
lobos, dice que con sus medidas se va a ahorrar 65.000 millones
en botica. ¿Por qué sólo 65.000 millones? ¿Por qué aquí
nadie, ni el PSOE cuando tenía mayoría absoluta, se atreve a
poner el cascabel al gato? Tal cascabel es que si a los
pensionistas les damos las medicinas gratis, ¿por qué no una
farmacia en cada ambulatorio, como en cada hospital, para
entregar allí los específicos, y el Estado se ahorra así las
comisiones de venta? Si el médico receta al jubilado
antitusígeno para un mes, aquí lo tiene usted: sus treinta
pastillas, abuelo. Se acabaría con el derroche y con la
picaresca del jubilado que saca medicinas para toda la familia.
De paso, con una botica en cada ambulatorio, se colocarían
miles de farmacéuticos en paro. No digo ya las recetas comunes
del Seguro, ¿pero las de los pensionistas? Facilísimo. Así,
además, acabábamos con lo de tía Adela, que cada vez que va
al ambulatorio le saca al médico gratis total los
anticonceptivos de Vanesa. Como contribuyente del Seguro, estoy
harto de convidar a píldoras a Vanesa.
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