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Una
mano en la cabeza, otra mano en la cintura, un movimiento
sexy... ¿Y una buena tragantada? Después del movimiento sexy,
¿no hay quien le dé una buena tragantada, por pesado, a este
tío disfrazado de hucha del Domund, de cartel de ONG, de
hechicero negro de película de Stewart Granger, que nos está
amargando el verano? De lo que se disfraza este tío para darnos
el habitual coñazo estival no es capaz de vestirse ni Lauren
Postigo para su boda por el rito zulú. Hablamos de la
contaminación del Tajo, ¿pero dónde me dejan el vertido
incontrolado de movimientos sexis que hemos de sufrir?
Lo del Tajo se sabe que está en terrenos de
Bono, que este verano no para de recibir vertidos: tras el
escape tóxico de Zapatero, el salidero de Iberdrola. Las
contaminaciones de vertidos varios sabes por lo menos dónde se
van a producir. Vas por la orilla del Tajo bucólicamente, como
la vaquera de la Finojosa, y sabes que te va a llegar la leña
del fuel. Pero lo de King África es peor. Estás tan
tranquilamente sentado junto a la mar gaditana, contemplando la
hermosa puesta de sol y la puesta en regadío de votos de Ismael
Beiro por el lamentable populismo de Teófila Martínez, y de
pronto, ¡zas!, "La Bomba". No tienes salvación
posible. Allá que te amargan la tarde con una mano en la
cabeza, otra mano en la cintura y la tercera mano es que se te
va sola al cuello del tío de la megafonía del chiringuito,
para pegarle la tragantada.
No sé cómo los ecologistas no protestan. Por
si fuera poca la contaminación visual de los ismaelillos con
los pelos de amarillo, la contaminación acústica de "La
Bomba". Es peor que pajaritos por aquí, pajaritos por
allí; más insufrible que la playa estaba desierta de María
Isabel. Ni Georgie Dann ni Los del Río juntos llegaron en sus
mejores tiempos a este absoluto tormento nacional, ay, Macarena,
sálvanos del movimiento sexy. Porque por si fueran pocas las
bombas-lapa y los coches-bomba de este verano, nos llega,
terrible, "La Bomba" de King África. El único
consuelo que me queda es pensar que como esta canción por
cojones se la sabe todo el mundo, también se la habrá tenido
que aprender Arzalluz. Y con lo que sabemos que le gusta la
fiesta de moros y cristianos de "La Bomba", anda que
tiene que estar bonito Arzalluz cantando lo un movimiento sexy,
un movimiento sexy...
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