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Quieren
hacer en la plaza de los toros un concurso de voley-playa.
¿Otro? Pero lo que ha habido en la Feria de San Miguel, ¿no ha
sido ya un concurso de voley-playa? ¿No estaban el apoderado de
Morante y el apoderado de Manzanares echando balones fuera,
fuera de ese ruedo que ya ha sido cancha de desprecio a los
aficionados que en marzo le pagamos a Canorea I el dinero que,
sin intereses, nos ha tenido a la postre que devolver su hijo?
Mis admirados y queridos Manuel Flores y Manuel Cisneros, ¿no
son acaso campeones de voley-playa? (Inciso sobre Canorea II:
atención al tren, que viene pitando. Este no es como su padre,
que el pobre aguantaba carros y carretas. Este es otra cosa.
Tiene otro arte de callar que su padre. Y otro arte de hacer y
deshacer. Quien oyera la entrevista a pie de sofocón que le
hicieron en el callejón los de Vía Digital estará de acuerdo
conmigo. Los carteles de Feria que haga Canorea II se van a
parecer muy pocos a los que cerraba Canorea I.)
Que íbamos diciendo que quieren hacer en la
plaza de los toros un concurso de voley-playa. Con lo grande que
es Sevilla, hijos míos, con el auditorio de La Cartuja
abandonado, con el llamado Estadio Olímpico por pagar y por
llenar, con la Plaza de España tan bonita como es, ¿no tenéis
otro sitio donde echar arena de deportes más que el sagrado
ruedo del Arenal? ¿Por qué no os metéis la arena por do más
pecado había el tío del romance, por ejemplo? ¿Pero en la
plaza de los toros? Si ya no se dan allí, por respeto al rito y
al mito, ni charlotadas de los enanitos toreros, ¿vais a poneos
a jugar a la pelotita en la plaza de los toros? Además, que en
las supremas contradicciones de la Sevilla donde los seises son
diez, en la plaza del Arenal nunca ha habido arena, sino albero.
Sólo hay arena cuando va Javier.
Lo peor de todo esto es que a lo mejor le
cogen la hora tonta al Conde de Luna y tenemos a los tíos en
calzones cortos pegando saltos en el ruedo maestrante. De
momento le tienen que quitar el albero. Que profanarlo, vamos.
El albero donde murió Montoliú. El albero donde murió Soto
Vargas. El albero donde un toro le abrió la cara a Cardeño. El
albero del "tó pá ná" de Pepe Luis Vargas. Con lo
bonito que es el albero de Alcalá, ¿le vais a echar encima
arena de la playa? ¿O es arena del reloj que marca el tiempo
difuso de una ciudad que está perdiendo progresivamente la
esencia y los papeles?
En la plaza de toros del Puerto (no hay que
decir qué Puerto), está en azulejos la frase gloriosa de
Joselito el Gallo. Aquí en la plaza del Arenal, para aviso de
navegantes y dique de oportunistas, deberían poner la frase que
Pepe Luis Vázquez le dijo a Juan Manuel Albendea, cuando un
grupo de partidarios, al cumplirse las bodas de oro de su
alternativa, querían darle un banquete de homenaje en el propio
ruedo de la plaza. Más Séneca de San Bernardo que nunca, Pepe
Luis, en su suprema indolencia sevillana, declinó el homenaje
diciendo:
-- En ese ruedo ha habido mucha sangre, mucho
triunfo y mucho fracaso como para que nadie se ponga allí a
comer...
Así que imagínense lo que dirá Pepe Luis
Vázquez de poner aquello perdido de arena de la playa y liarse
a jugar con la jodida pelotita...
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