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Como
una consigna iniciática entre masones, cada vez que me
encuentro a Fermín Bohórquez me dice la misma frase, mientras
hace la representación mímica del estar a dos velas. Coge el
caballero que Alfonso Guerra no consiguió ver rejonear en
burro, hace con el índice y el anular de la mano derecha la V
de la victoria de Churchill, pero un poco más cerrada, desplaza
los dos dedos sobre el labio superior, y exclama, siempre sobre
un paisaje ferial o
taurino de presuntos terratenientes y señoritos por el plan
antiguo, ricos por su casa y famosos por la tele:
--- ¡Tós tiesos!
Los locos, los niños, los poetas y los rejoneadores de Jerez
dicen la verdad. Fermín aprendió ese grito iniciático del
retrato literario que hice del betunero del Gallo Azul de Jerez,
que cuando venía de limpiar a los señoritos del Lebrero,
exclamaba, como en un viejo grito de la Mano Negra:
-- Los zapatos mú limpios, las camisas mú planchás y las
corbatas mú de seda, pero tós tiesos.
Contemplaba con Fermín Bohórquez el paseo de coches y
caballos por la Feria
de Sevilla y salvo alguna excepción de aceitero exportador
o adjudicatario de contratas de obras públicas de la Junta de
Andalucía, llegábamos a la conclusión de siempre: tós
tiesos. Y más llego ahora, tras admirar el verdadero paseo de
caballistas del rumbo y del señorío, terratenientes de la
industria cerámica y latifundistas de la Bolsa que son las
páginas salmón de los diarios y los suplementos dominicales de
reportajes. Les certifico que cuanto han visto días pasados en
la Feria de Sevilla, tanto landó a la media potencia y tanto
presunto señorito con sombrero de ala ancha, ha sido una
ficción, cuando no una usurpación. Lo digo porque en la Feria
de Sevilla, mucho cortijo y mucha ganadería, o sea, mucha
subvención de la Unión Europea, que es el PER de los
señoritos, pero ni han enganchado una carretela de vaya tela
los dueños de Porcelanosa ni ha paseado en jaca alazana el
dueño de Zara. Y ahí es donde está ahora la manteca. Esos son
gracias a Dios los nuevos latifundios españoles. Como aquello
de que lo que es bueno para la General Motors es bueno para
Estados Unidos, tendremos que empezar a decir que si Porcelanosa
y Zara van bien, España va de cine. El mejor paseo de famosos
no ha sido en la Feria de Sevilla. Será en la cena de
Porcelanosa, con el Príncipe de Gales, Elton John, y Sofía
Loren, que ni estaban ni se les esperaba en la Feria. El más
extenso latifundio de España no está en tierras de toros
bravos y monterías, sino en los 435.049 millones de la
facturación anual de esa Zara que sale a Bolsa. Amancio Ortega,
los Soriano y los Colonques, ni enganchan en Feria ni salen en
la tele. Y ésos sí que de verdad no están tiesos, y no como
nosotros, Fermín...
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