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En
Turquía, en el frente absurdo de un accidente de aviación, han
muerto 62 pacifistas españoles. Han muerto sirviendo a España.
Lo escribiré con mayor precisión, aunque no se lleve
absolutamente nada lo que voy a decir, lo siento: han muerto
sirviendo a la Patria, cuya bandera juraron. La bandera que
está izada en la plaza de Colón como símbolo de las
libertades de la Constitución, no sé si les suena...
Digo lo de pacifistas porque
comprendo que hablar de militares a estas alturas de curso es
muy fuerte, quita votos. No es que yo me presente a las
elecciones, pero por si acaso se me ocurre un día ir de
venerable senador por Cádiz, para lo cual ya tengo barba de
doceañista y salgo en los retratos como antepasado de mí
mismo. Aquí quita votos honrar a los militares, con este
pacifismo subido cuyas tormentas y galernas se estrellaron, por
cierto, contra la costa de la vida de las urnas, y donde en Rota
y en Morón perdieron las elecciones los partidos que clamaban
contra el vuelo de los pájaros de acero. Tan mal visto está
hablar de militares, que por ejemplo no se puede decir
Ejército, eso es facha: hay que decir Fuerzas Armadas.
Pues estos 62 caídos por la
Patria en paz y en libertad eran militares del Ejército, lo
siento: del Ejército de Tierra más exactamente. Y en concreto,
casi todos de la Brunete. Ojú, la Brunete. Sí, la de la
comparación golpista de la Brunete mediática. Pues ésta es la
verdadera Brunete, la auténtica División Mecanizada Brunete.
Peligrosísima. Sus unidades se dedican a actividades muy
preocupantes para la democracia y para la paz, en vez de salir
por ahí con el "no a la guerra". Se van, por ejemplo,
a Afganistán, a actividades tan fachas como asistir a los
desvalidos, dar de beber al sediento, reconstruir escuelas
destruidas y rehacer hospitales bombardeados. A repartir
juguetes a los niños cuando llega el día de Reyes. Se hacen
fotos con esos niños tan guapos de mirada tan triste y por
correo electrónico las mandan a sus familias en España. A la
foto de la sonrisa triste de esa niña, estos héroes le ponen:
"Mi niña. Me la llevaría a España. Estos momentos lo
justifican todo".
No, hay cosas que no se pueden
justificar. Hombre, si por lo menos fueran cooperantes de una
ONG, voluntarios antiglobalizadores, vamos, solidarios, sería
distinto. Todo el mundo hablaría de ellos, estaría orgulloso
de ser su compatriota: esto es, de servir a la misma Patria.
Pero no se olvide que son militares. No hay que hablar de ellos
bajo ningún concepto, sino que hay que salir a la calle,
escribir en una pancarta "¡asesinos!" y después ya
veremos. Y si al regreso de una misión humanitaria se estrella
el avión y la Patria tiene 62 caídos más en su hoja de
servicios, pasemos esa hoja cuanto antes. ¿Que hay otros 3.330
pacifistas españoles con el honroso uniforme del Ejército
sirviendo a la paz y a los derechos humanos por esos mundos,
dice usted? Pues no lo diga muy alto, que usted sabe que todo
esto del Ejército y de la Patria es facha. La Brunete, no le
digo más. Si por lo menos fueran cooperantes...
Tragedia
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La
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