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Acepten
por un momento la ucronía. Siempre es buen ejercicio la funesta
manía de pensar. Háganse la siguiente composición de lugar:
está Ruiz Gallardón, sin maceros ni bastón, para ser elegido
alcalde de Madrid, y de pronto media docena de concejales le
salen ranas porque no los han puesto en Urbanismo; dicen que van
a comprar tabaco y no vuelven. Y adiós, pampa mía la mayoría
absoluta. ¿Se imaginan la que habría liado el PSOE, con su
enorme aparato mediático y con su
infinita capacidad de embrollo para culpar al adversario
hasta del hundimiento de las Torres Gemelas si se tercia, que
siempre se tercia? La inmensa habilidad de hacer lo blanco negro
que tiene el PSOE sólo es igualada por la infinita capacidad
que tiene el PP para hacerlo todo gris y aceptar que ahí se las
den todas.
Sigan imaginando ucronías.
Piensen que Tamayo y Sáez son del PP, y que aparecen sobre un
horizonte recalificador de parcelas en Villaviciosa de Odón
(sin Elorza). ¿No están oyendo a Zapatero largar por esa boca?
¿No están viendo ese aparato mediático echando humo,
denunciando el gatuperio? Pues estos señores del PP tienen
delante la prueba del 9 de que la máquina de cafelitos de Juan
Guerra nunca fue apagada en la barra libre de los negocietes y
que parece que llevan la corrupción en la masa de la sangre y
en la cal de los huesos, y se limitan a decir que las
responsabilidad no es de ellos, que a mí que me registren. No,
si te parece la responsabilidad de las parcelas de Villaviciosa
va a ser de Javier Arenas... Pues podría ser, porque Arenas,
cuando tiene delante uno de estos "match-balls", sale
en el telediario repitiendo sin convicción alguna una salmodia
gris, como si estuviera dando el tema 27 en las oposiciones a
registrador de la Propiedad.
La evidencia es que el PP no ha
conseguido desmontar la falacia de que la izquierda ganó las
elecciones en la Comunidad de Madrid. Ganó Esperanza Aguirre.
La evidencia es que todo ha sido una venganza por algo tan
insólito como exigir el lucro cesante en las corrupciones. La
democracia no está en absoluto en peligro: les peligra la
posibilidad de que algunos metan la cuchara en el perol... como
la han metido siempre. Esto tan fácil no ha conseguido
transmitirlo el PP, con su habitual cero en marketing. Ni que
los mendas lerendas son corruptos, además, por media pringada.
No querían recalificar el estadio Bernabeu ni el Museo del
Prado, sino unas parcelitas casposas. Querían una parcela de
poder para hacer el negocio con su parcelita. Todo muy cutre.
Tan antiguo como el españolísimo "¿qué hay de lo
mío?". Los hechos, que no la contundencia del PP para
denunciarlos, han puesto las cosas en su sitio. Salvo
complicaciones de última hora, a Simancas lo echarán como
expulsaron a Pocholo del Hotel Glam. Estamos así de cutres, a
nivel de Hotel Glam. Hasta el niño torerito de Suárez tiene
algo de Dinio manchego. Esperanza Aguirre va de Yola. Pero el PP
no ha conseguido demostrar que ellos no le cortaron la mochila a
Pocholo.
Sobre este tema, en El
RedCuadro:
El
similiquitruqui del ladrillo
Madrid
no tiene un Zarrías
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