- I
 
      
      -  
 
      - Iban muchachos desnudos,
 
      -  ay, soledad de la luna,
 
      -  a torear junto al río
 
      -  hambres de sueño y fortuna.
 
      -  Planta sus pies frente al toro
 
      -  y se queda solo y es una escultura,
 
      -  y esa belleza desnuda
 
      -  templa, para y manda por la madrugá,
 
      -  que el pulso de las muñecas
 
      -  a su boca seca más valor le da...
 
      -  
 
      -  La luna llega y la para
 
      -  qué estampa,
 
      -  luego, mandando, la templa,
 
      -  y el campo que lo contempla
 
      -  se inventa
 
      -  silencios de Maestranza.
 
      -  Y en este verte y no verte
 
      -  la luna en el horizonte
 
      -  sabe ya que es Juan Belmonte
 
      -  que va cargando la suerte, que va...
 
      -  que va cargando la suerte...
 
     
      
       II 
      
      
      -  
 
      -  Eran los años oscuros
 
      -  y anochecer de una vida
 
      -  tu nombre está en el toreo,
 
      -  bien ganaste la partía...
 
      -  A solas está de nuevo,
 
      -  campo, tierra y cielo, igual que aquel día
 
      -  y encierra un toro en la plaza,
 
      -  templa, para y manda, la luna no está,
 
      -  ay si la luna estuviera...
 
      -  mala compañera es la soledad...
 
      -  
 
      -  La muerte llega y la para,
 
      -  qué estampa,
 
      -  luego, mandando, la templa,
 
      -  y el campo que lo contempla
 
      - se inventa
 
      -  silencios de Maestranza.
 
      -  Y en este verte y no verte
 
      -  rompe el vuelo una paloma
 
      -  y suena aquella pistola
 
      -  que va cargando tu muerte, que va...
 
      -  que va cargando tu muerte....
 
      
      -  
 
     
       
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