Toquen
                la madera que tengan más a mano. Porque he de contarles que una
                tarde, har� cosa de dos meses, me llamaron de cierto
                periódico, con esa vehemencia que hace que te acaben
                localizando en el teléfono móvil, y me dijeron:
                -- Le llamamos para que nos d�
                usted una opinión urgente sobre Imperio Argentina. Como usted
                la conoce bien y ha escrito mucho de ella como intérprete de
                coplas...
                -- Con mucho gusto, porque
                doña Magdalena Nile del Río se lo merece todo. ¿Qu� premio
                le han dado?
                -- No, premio no le han dado
                ninguno. Al revés. Ver� usted: es que le ha dado un ataque, yo
                creo que del corazón, la han ingresado de urgencia en el
                hospital y queremos tener todo el material necrológico
                preparado por si se muere.
                Tanto me indign� la propuesta,
                que les dije:
                -- Pues en caso de que se
                muera, que no se va a morir, me llaman ustedes y con mucho gusto
                les dar� esa opinión. Pero descuiden, que tenemos Imperio
                Argentina para rato. A pesar de que esto que están ustedes
                haciendo traiga muy mal bajío.
                -- ¿Muy qu�?
                -- Muy mal fario, muy mala
                suerte...
                Y me sal� con la mía, y ah�
                est� Imperio Argentina, gracias a Dios, leyendo estas líneas.
                As� que, querida Magdalena, quiero que este artículo sea como
                esa opinión que Dios quiera que tarde muchos años en
                dedicarle. D� usted por repetidos los elogios que he hecho a su
                voz, a su figura, a las "Carceleras del Puerto", a sus
                canciones de "Carmen la de Triana", ¿qu� planeta
                reinaría el día que naci� usted para la grandeza de la
                historia del cine y de la copla en España?
                He vuelto a ver a Imperio
                Argentina rodeada por el cariño de su Málaga y me he sentido
                como el médico que logra sacar a un enfermo grave de la UCI.
                Como creo en el fario, para m� que Imperio Argentina sali� de
                aquella gracias a que me negu� rotundamente a hacerle la
                necrológica cuando vivía. Terrible recurso ratonero del viejo
                oficio periodístico: redactar la necrológica cuando alguien
                vive aún. Por mi experiencia s� que da buena suerte. En
                Sevilla una vez se puso muy mal, a morir, el cardenal Bueno
                Monreal. En el periódico prepararon su biografía, el álbum
                gráfico de su vida. Material que se llev� más de diez años
                en las platinas. Cuando al cardenal le lleg� su hora, la
                necrológica estaba absolutamente desfasada y había nuevas
                fotos como para hacer un álbum completamente distinto. Se
                decía por las viejas redacciones que este recurso de hacer las
                necrológicas como unos santos óleos de la extremaunción
                periodística, al igual que el sagrado viático sacramental,
                suele devolver muchas veces la salud y la vida a los moribundos.
                En tan chocante recurso estamos
                llegando a lo que con todos los respetos entiendo como una
                perversión mediática: el programa televisivo
                "Epílogo". Te explican su concepto y te vas corriendo
                hasta la Selva Negra para que no te falte madera que tocar.
                Consiste en una entrevista biográfica que se le hace a un
                señor al que se le advierte que sus palabras y su imagen no
                habrán de ser emitidas hasta que se muera. Hasta que la palme,
                por si no queda claro. El pintor Antonio Saura o los novelistas
                Torrente Ballester y Gironella han sido algunos de los que en su
                día grabaron esta entrevista y han recibido los honores de la
                emisión no s� si "post mortem" o "corpore
                insepulto". Un estricto espanto, al que algunos se han
                negado, como Santiago Carrillo o Sabino Fernández Campos.
                Faltaría más.
                Por "Epílogo", por
                aquella petición sobre Imperio Argentina y por los espacios de
                los diarios, observo que la necrológica es un género en alza.
                Los periódicos cada vez dedican más espacios a los muertos.
                Ser� por el pecado nacional de la envidia: hay triunfos que
                sólo se reconocen y méritos que sólo se admiten tras la
                muerte. Si se trata de un género de moda, propongo que seamos
                innovadores, y que inventemos el glamour de la necrológica en
                vida. El elogio porque s�. El elogio a un señor porque se lo
                merece de verdad, sin necesidad de que antes tenga que tomarse
                el cuidado de morirse. Ya es hora de que podamos decir de
                alguien que es el mejor de los nacidos sin necesidad de esperar
                a que sea el mejor de los muertos. Tendencia completamente
                fashion que aplico aqu� y ahora a Imperio Argentina, como
                desagravio por lo que querían hacerle y a lo que me negu�.
                Nada, nada, Imperio: los elogios y las necrológicas, en vida.
                Sobre todo cuando la vida, como ahora cuando escribo, es esta
                primavera que se me entra a borbotones por la ventana, con el
                romero florecido en la terraza y el azahar de los naranjos en el
                jardín.
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