La
BBC en el Reino Unido es nada del otro jueves, casi una emisora
municipal o una TV local, al lado de la importancia económica
que tiene y del dinero que mueve la BBC de España.
-- ¿Ah, pero en España hay
también BBC?
Y tanto que la hay, señora.
Importantísima. Usted, muchas veces a lo largo del año, pero
más especialmente en estos días de mayo, contribuye al
esplendor de la BBC española, que es industria principal y
capítulo decisivo en la formación del PIB. Porque BBC, según
el ingenio español, son las siglas de la más floreciente
industria nacional: Bautizos, Bodas y Comuniones; BBC, como las
iniciales de sus propios nombres indican. En cada pueblo de
España, por pequeño que sea, hay al menos dos establecimientos
dedicados a la BBC: esos inmenso salones para banquetes de
bodas, bautizos y comuniones que aunque usted crea que all�,
perdidos en la sierra o la paramera, no hacen el menor negocio,
si entra para concertar un almuerzo lo más probable es que le
digan que si lo quiere en este mismo año, tiene que ser un
martes o un jueves, porque hasta la primavera del 2004 tienen ya
ocupados todos los fines de semana, viernes noche incluido.
Cuando se metan en carretera y pasen por los pueblos, observen
la proliferación de salones de BBC. Hasta en los polígonos
industriales, junto a las naves de almacenamiento de puertas
metálicas para cerrar la terraza de la cocina, hay salones
enormes de banquetes.
Mejor as�. Por descontado.
Mejor reír que llorar. Hombre, mejor siempre un salón para
celebrar cosas agradables que un tanatorio, que también empieza
a haberlos en casi todos los pueblos, siguiendo la moda funeral
impuesta desde la M-30 de Madrid.
Y en este mes de mayo, en esos
salones de la BBC, las primeras comuniones que se nos están
volviendo más que bodas. Las niñas que hacen la primera
comunión iban desde siempre vestidas como pequeñas novias. A
Isabel mi mujer, como siempre ha parecido joven y se sabe
conservar tan bien, cuando las amigas llegan a casa y la ven en
el portarretratos de la foto de boda, le dicen:
-- Hija, parece que estás
haciendo la primera comunión, qu� joven.
Ahora, cuando vamos a alguna
primera comunión, estoy por decirle a la madre de la niña:
-- Hija, parece que tu hija se
ha casado. ¡Qu� bodón, digo, qu� pedazo de primera
comunión!
Estamos en el mes de las
comuniones con banquetazo caiga quien caiga, y con regalazos. A
una amiga, la tata de toda la vida le pidi� que le avalara un
crédito en el banco. Le pregunt�:
-- ¿Es que vas a comprarte un
pisito para cuando te jubiles?
-- No, es que mi nieta va a
hacer la primera comunión y no queremos quedar mal con las
amistades.
La gente hasta se entrampa para
las primeras comuniones, y, claro, as� salen: mucho mejor que
bodas. Y as� son los regalos. Las primeras me sorprendieron,
pero compruebo que ya es habitual la lista de regalos de primera
comunión, como las listas de boda de los novios. Regalos que
cada vez tienen menos que ver con aquellos clásicos religiosos
de toda la vida: que si la cruz de oro con la fecha, que si la
medallita con el santo del nombre de la niña. Los regalos deben
ser mejores que los que traen los Reyes, de juegos electrónicos
y de bicicletas para arriba en cuanto a los niños. Y de marca,
de Tous a ser posible, para las niñas. Y objetos que cuanta
menor relación tengan con el sacramento recibido, mejor. Me
quedo atónito ante las toallas de playa, que por lo visto es la
moda de este año en regalos de primera comunión. ¿Qu� tienen
que ver las toallas de playa con la Eucaristía? Pues una niña
que haga la primera comunión y no reciba de regalo al menos
tres toallas de playa, y a ser posible de marca y con logotipo,
se considera que ni ha hecho la primera comunión ni nada.
Me entristece que con tanta
BBC, tanto regalo y tanto banquetazo en que las niñas parecen
novias y sus padres, los padrinos de la boda, queda en muy
segundo plano el prodigioso hecho de fe en s� mismo. Queda como
desvaída esta tradición admirable de que las familias
españolas sigan siendo católicas en un tiempo en que nada
espiritual est� de moda, y que los niños, aunque no den
Religión en la escuela, sigan haciendo la primera comunión
como sus padres la hicieron. Bueno, sus padres la hicieron más
modestamente, gastando mucho menos dinero. Y nada digo sus
abuelos, que en el mejor de los casos tuvieron solamente la
posibilidad de mancharse el traje de marinero con el chocolate
del modesto desayuno en la propia casa con cuatro amiguitos,
cuando la BBC de España no era esta industria tan floreciente y
las primeras comuniones no las servían ni Jockey ni Jos� Luis.