Cayetana
de Alba nos había convidado a almorzar en su Casa de las
Dueñas, y en la solemne y grata quietud de la hora sevillana de
la siesta tomábamos caf� en la galería de arcos neomudéjares,
ante el color cardenalicio de las buganvillas y el zureo de las
tórtolas en las palmeras. En la charlita simpática, una amiga
común me dijo:
-- Vamos a pedir que le pongan
a Cayetana un busto de bronce en la glorieta que le dedicaron
con su nombre, ya que ella defiende siempre tanto a Sevilla.
¿Qu� te parece?
-- Poco...
-- ¿Cómo que poco?
-- S�, que aparte de
monumento, como se lo merece de sobra, yo pediría un homenaje
más de nuestro tiempo.
-- ¿Como qu�?
-- Como una salida de M-30: que
le pongan su nombre a una salida de autopista buena, o mejor aun
de autovía de circunvalación, en un sitio complicado de
circulación, donde haya retenciones frecuentes y la gente tenga
mucho tiempo para mirar los letreros de la señalización
vertical. La Duquesa de Alba no puede ser menos que el Marqués
de Vadillo, ¿dónde vas a comparar? Vadillo es un título de
ayer por la mañana como quien dice, del siglo XVIII, que Felipe
V dio a un corregidor de Madrid. Pero, a efectos de los letreros
de la M-30, Vadillo, que ni tiene grandeza de España ni nada,
es más inmemorial que Alba, Medinaceli, Osuna, Medina Sidonia e
Infantado juntos. El otro día me llevaba Jos� Miguel
Rodríguez Sieiro en su cochazo fantástico por la M-30, y vi
que lo del Marqués de Vadillo era ya hasta ofensivo. Se
repetían los letreros de salida una y otra vez: "Marqués
de Vadillo, a 2.000 metros", "Marqués de Vadillo, a
1.000 metros", "Marqués de Vadillo, a 500
metros"... ¡Qu� forma de hacerle la propaganda al
Marqués de Vadillo! Y además, con unas letras preciosas. El
mundo entero con letras azules y pequeñitas, La Coruña,
Mérida, Segovia, menos el Marqués de Vadillo famoso, que
tenía unos letreros grandes y bien lindos, con su nombre en
negativo sobre un fondo verde. Yo pido para Cayetana en Sevilla
por lo menos como lo del Marqués de Vadillo en Madrid: que
tenga su salida en la SE-30, o en la autopista de Cádiz, o en
la autovía de Huelva, y que el Ministerio de Fomento le rinda
el homenaje de esos letreros: "Cayetana de Alba, salida a
1.000 metros", "Cayetana de Alba, salida a 500
metros", "Cayetana de Alba, salida a 100
metros"... Y al llegar a la salida propiamente dicha,
all�, ¡zas!, el monumento que proponéis y al que me sumo,
pero en esta versión globalizada y postindustrial de la moda
romántica de dedicar estatuas y calles a las personas como
nuestra querida amiga, dignas de honras públicas y solemnes.
Y alguien más viajado que yo a
Madrid me dijo:
-- Pues no sólo es Vadillo el
título que goza del tercio de mejora de salida de la M-30. ¡No
veas el pedazo de salida que tiene el Conde de Casal, por esa
parte s� que hay circulación lenta y ve la gente bien el
letrero!
Y quien dice salidas de la M-30
dice estaciones de Metro. En los honores a los héroes sociales
nos hemos quedado en el Romanticismo a lo Carlyle, en la calle y
en el monumento, y hay que poner en hora el reloj de las honras
cívicas. Más que dedicar nombres de calles, honremos a
nuestros personajes con lo que yo pido para Cayetana o con algo
que también da mucho lustre a un nombre: la estación de Metro.
Ya que en Sevilla van a hacer Metro, pidamos que una estación
lleve su nombre. Cayetana no va a ser menos que su antepasada
Eugenia de Montijo, que tiene estación de Metro en Madrid; ni
menos que el Duque de Pastrana, que no vean qu� estación
tiene. Antes de hacer los trazados de Metro se deberían revisar
los nombres del callejero, para que las bocas coincidan con
personajes dignos de estación. As� se evitarían muchas
injusticias, como que en Madrid Pío XII tenga estación de
Metro y no la tenga Juan XXIII, un Papa mucho más popular y
santo; que la tengan Miguel Hernández o Antonio Machado y no la
haya ni de Juan Ramón Jiménez ni de Luis Cernuda; que en el
plano del Metro est� Concha Espina y falten Baroja y Galdós; o
que est� Menéndez Pelayo y no est� Menéndez Pidal.
De todo lo cual se infiere que
el Rey Nuestro Señor debe reformar cuanto antes el Derecho
Nobiliario español. No creo que haya polémica tipo mujeres en
la línea de sucesión a los títulos, sino general contento, si
Su Majestad reforma el honor de conceder la Grandeza de España
a determinados ducados, marquesados y condados. Las nuevas
grandezas no deben depender del Ministerio de Justicia, sino de
Fomento. Y podría hacer como dos clases en estas grandezas de
señalización vertical: grandeza de salida de M-30 y grandeza
de salida de M-30 y además estación de Metro. Y si es ya
estación de Metro con correspondencia entre líneas, es que ni
te cuento: inmemorial a todos los efectos. Como Vadillo, que no
tendr� Grandeza de España ni nada, pero cuyo actual titular,
don Francisco Javier González de Castejón y Larrañaga, tiene
un mayor honor: la Grandeza de Estación de Metro y la Grandeza
de Letrero Enorme y Repetido en Concurridísima Salida de M-30.