Dicen
que una imagen vale más que mil palabras. Hombre, no s� si
exactamente mil. Depende. Depende de qu� palabras y depende de
qu� imagen. No sabemos medir las palabras. No existe el "logómetro",
aquel aparato cuya invención, de gran utilidad social, le
escuch� proponer a un sabio y justo magistrado, A don Santos
Bozal, quien solía decir:
-- La mayoría de los pleitos
se celebran porque la gente no sabe medir sus palabras. Se les
calienta la boca y no saben medir sus palabras. Con tantos
avances como disfrutamos aún no hemos conseguido que alguien
invente el "logómetro", un aparato para que la gente
mida sus palabras...
El deseado invento del juez
Bozal, si no en cuanto a calidad, s� existe ya en cuanto a
cantidad. Cualquier procesador de textos de un ordenador tiene
ya un logómetro: una herramienta o utilidad que te permite
contar exactamente las palabras de un texto. As� miden los
artículos los periodistas americanos, por palabras, como
nosotros por folios. Gracias a ese logómetro que puso Bill
Gates en mi procesador de textos puedo saber exactamente cuánto
vale la imagen a la que quiero referirme. La imagen es
cotidiana, casi familiar, por la cercanía que le dan verla
años y años en el desayuno: el dibujo diario de Mingote en el
ABC. Ese dibujo tiene un tópico en todo lo alto y ha deshecho
otro. El tópico que tiene en lo alto es lo que dice la gente
desde hace un montón de años:
-- Un dibujo de Mingote vale
mucho más que el mejor editorial.
Tópico con el que se deshace
otro tópico: lo que vale una imagen no llega a veces a las mil
palabras. Si esa imagen, genial imagen, es el dibujo de Mingote.
Vale exactamente más que 470 o 350 palabras, que son las que
tiene cada uno de los editoriales que publica hoy "El
País", según me ha contado mi ordenador cuando lo he
bajado de Internet y lo he pegado en el procesador de textos por
el procedimiento digital de Corte y Confección. Una imagen, si
la ha dibujado Antonio Mingote, vale exactamente 469 palabras,
que son las del editorial de "La Razón", o vale más
que las 443 o 415 palabras de los editoriales de "El
Mundo". Y sin salirnos de su periódico, el dibujo de
Mingote vale más que las 736 y las 597 de los editoriales del
"ABC" de hoy.
Esta imagen no solamente vale
más que todas esas palabras, sino que se entiende y no le pasa
como a las de algunos editoriales: que deberían dar un tubo de
aspirinas retractilado con el periódico para poder metérselo
entre pecho y espalda sin que le duela a uno la cabeza. Los
editoriales son un plomazo, por no decir otra palabra que
comienza con C, mientras que los dibujos-editoriales de Antonio
Mingote son una delicia.
Por eso ha sido muy justo,
equitativo y saludable que Su Majestad El Rey en persona le haya
entregado a Antonio Mingote el premio Luca de Tena, que,
hablando de Reyes, es algo as� como el Toisón de Oro del
periodismo. Que a un genial dibujante de periódicos le den el
Luca de Tena por toda una vida, como en el verso del bolero de
Antonio Machín, es tan lógico y natural como si le dieran el
premio Henry Ford al que lleva medio siglo sacando de la
fábrica cada día un coche perfecto o dieran el premio Kleenex
al que lleva cincuenta años haciendo los mejores pañuelos de
papel. Los editoriales no los lee nadie y los chistes de
Mingote, todo el mundo, todo el país. Si quieren, hagan la
prueba en casa. Señora, diga a su marido:
-- ¿T� recuerdas algún
editorial de "ABC"?
Le dir�:
-- ¿Por quién me tomas? Yo no
leo los editoriales de ningún periódico...
Pregúntele en cambio:
-- ¿T� recuerdas algún
chiste de Mingote?
Y le dir�:
-- ¿De qu� lo quieres? ¿De
mendigos bajo el puente leyendo las cotizaciones de Bolsa o de
hombres de la Edad de Piedra puestos en las guerras de hoy en
día? ¿De señores de oscuro con sus inmensas esposas
gordísimas o de chicas muy guapas y muy tontas? ¿De Gundisalvo
en campaña electoral? ¿O mejor aquel que estaba Velázquez con
las Meninas alrededor delante del lienzo y exclamaba: "Hay
días en que a uno no se le ocurre nada..."?
A Antonio Mingote le pasa como
a Velázquez. Hay días en que, como no se le ocurre nada, va y
pinta Las Meninas de un editorial sin palabras. Pero a
diferencia de Velázquez, que pint� Las Meninas una sola vez en
toda su vida, Antonio Mingote pinta sus Meninas todos los días.
As� toda una vida, dibujando la vida toda. No le han dado el
Luca de Tena a Mingote. Ha sido al revés. A la memoria de don
Torcuato Luca de Tena le han dado el mejor premio: el Mingote
nuestro de cada día.