Como
en los tiempos pretéritos, que rima con su título, los
marqueses de Méritos dieron un fiestón por todo lo alto en su
finca El Esparragal. He escrito "marqueses" y
"finca", mas desechen cualquier idea tópica de
latifundio improductivo. Carlos Oriol Ybarra, el marqués de
Méritos, tiene montado en El Esparragal un tinglado importante:
un hotel con encanto y tal industria láctea, que yo creo que
produce más leche que media Suiza, y de una calidad como
antigua, sabiendo a siempre. Una leche que, como su mismo nombre
indica, es la leche... de La Coronela. Carlos me enseñó un
día las instalaciones y no he visto unas vacas mejor tratadas.
Ser vaca en El Esparragal es mucho mejor que ser caballo en
Jerez o foca en un discurso de Brigitte Bardot. Yo creo que las
vacas hasta piden recomendación para entrar de plantilla en El
Esparragal, donde exigen una nota altísima en la selectividad
vacuna. Cómo estarán de bien las vacas en El Esparragal que yo
he visto con estos ojos cómo las duchaban antes de ordeñarlas.
Y porque no me qued� más tiempo, pero sospecho que después
les hacen la manicura y les pintan las uñas. Las ponen
guapísimas. En esa explotación agraria más que tópico
cortijo, Isabel León, la marquesa de Méritos, que es
académica de Bellas Artes de Sevilla y tiene un exquisito gusto
por la antigüedad heredado de la Condesa de Lebrija, organiz�
un divertido fiestón a modo de feria de abril, con sus casetas,
su portada y todo. Y con un motivo que me encant�: porque s�.
Ahora que todo el mundo da fiestas para algo o a alguien a quien
le va a sacar el dinero con un negociazo, Isabel León tiene el
señorío de dar fiestas estupendas con una causa insólita:
porque le da la gana darlas y reunir a sus amigos.
Pero, ay, era una fiesta de
meterse en carretera y perderse. Le temo a estas fiestas, a los
convites con plano para saber cómo hay que llegar. Yo había
estado ya en El Esparragal. Isabel y Carlos me habían enseñado
su hotel con encanto, que no es precisamente de los de
"encantado haberlo conocido para no volver más", sino
de los que te hacen volver. Y había visto el vidorro que se
pegan las vacas. Pero no me acordaba de dónde estaba El
Esparragal. S� sabía que era en sitio de perderse. La primera
vez que fui, llegu� hasta cerca de la raya de Portugal
buscándolo. As� que ahora llam� a Isabel León para que me
explicara el camino. Me dijo lo más peligroso en estos casos:
-- No tiene pérdida...
Cuando te digan que el sitio
donde dan la fiesta no tiene pérdida, ten por seguro que s�,
que la tiene. Naturalmente, me perd�, siguiendo las
instrucciones de la espléndida anfitriona. Tom� la autovía
que me dijo, y la dej� en la salida que me indic�. Pero no era
"la" salida, sino "una" salida. Al cambio,
perderse. Si malo es que te manden plano, peor que te expliquen
el sitio. Si te lo explican de palabra, prepárate al descarte.
Los españoles orientamos por descarte:
-- Al llegar a Villanueva te
encontrarás una gasolinera. Bueno, pues no le eches cuenta y
sigue en dirección en Salamanca. Verás all� un puente. Pasa
ese puente. Después a la izquierda verás un castillo. No le
eches cuenta al castillo y sigue hasta unos álamos muy bonitos
junto a un río y ah� verás el carril con el nombre de la
finca. No tiene pérdida...
La tiene. Usted hace todos esos
descartes de gasolinera, puente y castillo y encuentra los
álamos, s�. Pero siempre son los álamos de Albacete, nunca de
la finca que va buscando. Est� en otra provincia. Y no se le
ocurra, una vez perdido, preguntar al primero que encuentra por
la calle en un pueblo. Lo más probable es que se dirija usted
al único forastero del lugar. El señor al que se le pregunta
siempre dice lo mismo:
-- No, mire usted, yo no soy de
aqu�...
No s� para qu� el MOPU se
gasta millonadas en la señalización de carreteras, si nadie la
tiene en cuenta cuando te invita al festolín de boda,
aniversario o santo en esa finca o salón de convites que est�
lejísimos. Si peligrosas son las explicaciones con descarte de
castillo y puente, las de mapa tienen más riesgo. Te pintan
divinamente en el plano dónde est� el aeropuerto, dónde
Madrid, por dónde se va La Coruña. Y con más flechas que en
una película de indios. Con lo cual te pierdes igual que cuando
te dicen que "no tiene pérdida", pero mapa en mano:
un plano precioso que ha hecho un arquitecto amigo de los
novios. Los puntos kilométricos en España no existen. Con lo
fácil que sería que te dijeran, por ejemplo: "Mira, para
venir a la fiesta, tomas la autovía de Valencia hasta la Salida
14, y all� verás el letrero de la carretera comarcal 184. En
el kilómetro 23,300 de esa comarcal est� exactamente la
finca."
Eso s� que no tiene pérdida.
Pero los españoles no sabemos qu� es un punto kilométrico.
Que no nos saquen del Kilómetro 0 de la Puerta del Sol...