Goya decía que el
tiempo también pinta. Coges un cuadro del montón, de artista
innominado o de pintor aficionado, lo metes en un desván, dejas
que el tiempo pase y le ponga la pátina de lo antiguo, que se
apaguen los brillos del dorado de su marco, y al cabo de treinta
años hasta parece bueno. Una verdadera obra de arte. Es un cuadro
que ha pintado el tiempo. Como esos muebles espantosos, que cuando
pasan de viejos a antiguos, hasta parecen menos feos y casi nada
horrorosos.
El tiempo también pinta en nuestra memoria. El
color sepia le pone el tenue color de la nostalgia a los horrores
infantiles de lo mal que lo pasábamos en el colegio. Mi ciudad
est� de Feria y muchos la quieren sólo en sepia. A menudo en las
casetas oigo voces con estas vanas añoranzas: el sepia de que
antes s� que era Feria la Feria. Hay quien le pone un escenario de
columnas y estatuas romanas, léase la Casa de Pilatos, a esta
evocación que niega la realidad que vivimos:
-- ¿Te acuerdas cuando la Cruz Roja organizaba
aquellos bailes de puesta de largo en la Casa de Pilatos, y venía
Gracia de Mónaco, y Jacquelinne Kennedy, y la Begum, y luego se
las veía por la Feria, y no como ahora, que nada más que hay
famosillos de tres al cuarto?
Dudo siempre que me pintan estos cuadros serpia
de Feria. Es el tiempo el que los pinta tan hermosos. Aquello que
evocan ocurría en los primeros años 60 del siglo XX. Pero nadie se
ha preguntado qu� nostalgias evocarían entonces, cuando en las
grandes fiestas de la Casa de Pilatos se ponían de largo Marisol y
Geraldine Chaplin. Entonces, seguramente, habría quien diría la
misma canción con distinta letra:
-- ¿Te acuerdas de cuando la Reina Doña Victoria
Eugenia venía a la Feria y paseaba a caballo vestida de amazona,
tan guapa, y Pastora Imperio bailaba en una caseta, y Antonio
Chacón cantaba en otra, en la plaza toreaba Juan Belmonte, Zuloaga
tomaba apuntes para sus cuadros, y Blasco Ibáñez se inspiraba para
"Sangre y arena"? Aquello s� que era una Feria de verdad, y no
ahora, que nada más que viene Grace Kelly y esa señora que est�
casada con el presidente americano...
Las nóminas de famosos de antaño, el esplendor
de lo antiguo, tienen simplemente el "glamour" del sepia. La
goyesca pintura del tiempo. Muchos sevillanos evocan una Feria
donde est� Dal� en la caseta de los Alvarez Pickmann, y Orson
Welles llega con Vittorio de Sica a la de los Guardiola, y aparece
Mel Ferrer por Pineda, mientras en el Aero se toma Severo Ochoa
una caña de manzanilla, pasa de amazona Doña Sol, la Duquesa de
Santoña, en un coche de caballos va Antonio el bailarín y en otro
con Lola Flores con Manolo Caracol.
Estas evocaciones tendrán todo el "glamour" que
quieran, pero significan un profundo desprecio a los tiempos que
vivimos. Mortificantes negaciones de los esplendores de las
actuales generaciones. A los toros hay que darles su distancia,
dicen los entendidos, y al toro del tiempo hay que darle distancia
para que no nos pegue estas cornadas del desprecio al presente.
¿Qu� tenía aquel "glamour" que no tenga el de ahora? Pues sólo el
prestigio del tiempo pasado. Dicen que España es la tierra de los
grandes entierros, de los grandes elogios necrológicos a quienes
les escatimaron y negaron los reconocimientos de su valía en vida.
La Feria de Sevilla, a efectos de personajes, est� siempre como
viviendo su gran entierro: como si los caballos de los coches que
pasean fueran enganchados a la federica en una carroza fúnebre.
Por eso mi propuesta es que abramos bien los
ojos a todo lo gozoso que tenemos alrededor, que lo valoremos como
si sobre nuestro presente hubieran pasado ya décadas. Dejo las
nostalgias en el trastero de los cacharros inservibles y me voy
ahora mismo a la Feria sin añoranza alguna, eufórico con el tiempo
que nos ha tocado vivir. Sin que el tiempo pinte sepias, goyescos
monstruos de la razón, me gozo de mi hora. Y en la caseta dir� una
frase justamente en dirección inversa a las que suelo oír:
-- Mira, ésta s� que es una Feria, y no las que
evocarán dentro de treinta años. Mira, ah�, en su coche de mulas
castañas, va la Duquesa de Alba. Y por all� viene Curro Romero. Y
acabo de pasar por una caseta donde estaba cantando Isabel Pantoja
y estaba bailando Cristina Hoyos. Y todas las muchachas llevan
unos trajes de flamenca preciosos, de los que hace Lina, y no los
mamarrachos de vestidos que habr� dentro de treinta años. Y en
Pinedilla no veas lo elegante que estaba la Duquesa de Medinaceli.
Y Angel y Rafael Peralta estaban esperando a Rocío Jurado, a
Manuel Alejandro y a Paco Cepero. ¡Lo que darán nuestros nietos
por haber podido vivir esta Feria cuando el tiempo la haya pintado
de sepia!
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