Llegan del Tercer Mundo africano al Tercer Mundo andaluz, que aún existe.
Desde el Sur del Sahara llegan al sueño del Sur de Despeñaperros. Tarik y Muza en
segunda edición. Tarik y Muza fueron los primeros norteafricanos que, tras atravesar el
Estrecho en patera, tuvieron un incidente con la Guardia Civil de la época en la laguna
de La Janda. Y como entonces no había Ley de Extranjería, se quedaron a vivir aquí. Y
como todavía no había bolsos falsos de Chanel que vender ni pashminas que ofrecer a dos
mil pesetas, paisa, barato, compra, pues pusieron un mercadillo en forma de Alhambra,
Mezquita y minarete de la Giralda.
Llegan del Tercer Mundo africano al Tercer Mundo
andaluz otra vez, y Carlomagno vuelve de nuevo a ordenarnos que hagamos la Reconquista. El
que ahora va de Cid Campeador es Fernández Miranda, a quien pronto, quizá, le hagan en
Aquisgran una estatua ecuestre, por detener en la frontera Sur europea la ola de Africa
que nos invade. Todos los Cides Campeadores que vencen a la morisma acaban
indefectiblemente en estatua ecuestre. Y más, ahora, con lo del muro electrónico. Son
tan modernos al norte de este Tercer Mundo del Sur de Despeñaperros que acabaremos
apresando pateras por Internet y los repatriaremos a bordo de un correo electrónico.
20.000 millones para un muro electrónico que nos manda hacer la Europa que derribó el
muro pétreo de Berlín. La que ahora llena los ferris del Estrecho de mano de obra
barata, paisa, barata, que vuelve a Xauen o a Tetuán sólo para enseñarle al primo la
bicicleta de montaña que llevan en la baca del Peugeot de segunda mano, para presumir
ante los vecinos de la kábila que El Precio Justo existe, aunque a veces haya que
pagar con la vida ese precio justo.
Vejer de la Frontera, Chiclana de la Frontera son más de la Frontera que nunca. Los
nuevos esclavos se pagan ahora ellos mismos el viaje en el barco negrero, a veces con el
precio de la vida. Por allí arriba se los disputan como cupo. Un hombre, un voto. Cien
hombres africanos sin papeles, un cupo. Viendo mi tierra, el sustrato africano de su
tercermundismo, me acuerdo de Olavide. Para repoblar la desierta Sierra Morena, Olavide,
que era un indiano ilustrado y librepensador, se trajo alemanes y suizos. Contemplo la
chapuza, la sinvergonzonería, el chalaneo de esta España que sigue siendo pandereta
tercermundista, donde hasta los portales de la modernidad se llaman Olé. Vale que Europa
nos obligue a levantar ese muro, con esos 20.000 millones que remediarían muchas
fatiguitas a pie de zoco en Africa. Pero ya que se trata de importar cupos, ¿por qué no
importamos mejor suizos, alemanes, holandeses? A lo mejor hasta sería la solución para
el PSOE. Si quieren acabar con lo que quieren acabar, que se dejen de Bono y de monsergas.
Que importen la secretaría general y la ejecutiva en forma de cupo desde uno de esos
países nórdicos donde los presidentes de los clubes de fútbol no meten la mano en el
cajón.