Volver a la página principal Indice de "Puntas del Diamante" | ¿QUIÉN HACE ESTO? | Articulos de "El Mundo"
Puntas del Diamante / Antonio Burgos Correo
El Mundo de Andalucía, sábado 5 de octubre del 2002 Ilustración de Idígoras y Pachi El último libro de Idígoras y Pachi
Una leyenda para Joaquín
Ya nadie se acuerda de quién era Hwang Sun, ni Song Chong-Gug. Ni falta que hace. Eran jugadores de Corea en el Mundial. Nadie se acuerda de quién era Gamal Al Ghandur. Era el árbitro egipcio que nos robó el partido. Pero todo el mundo recuerda que en el estadio de Gwangju empezó a crecer la leyenda de Joaquín Sánchez Rodríguez. Traduzco: Joaquín para la mitología bética, que falta nos hace. Los béticos queremos volver a ser lo que fuimos, carne de leyenda de las trece barras.
Solamente llamándose Joaquín Rodríguez, como Cagancho, aunque sea con el Sánchez de por medio, se puede estar como Joaquín en Corea: genial hasta en el fallo de un penalti. Cagancho estuvo en Almagro como Joaquín en Corea. ¿Pasa algo? Es el punto de unción de la gracia que necesitan los mitos. Llorar por fallar un penalti es mitología pura. Ya lo dijo Rogelio: "Yo no corro, mister, porque correr es de cobardes". Joaquín debería haber dicho: "Yo no marco todos los penaltis, porque los hombres no somos relojes suizos".
El "Marca", biblia diaria de nuestra fe, ha empezado a construir la necesaria leyenda de Joaquín. En portada, Joaquín con Curro. Joaquín es currista y Romero es joaquinista. Esa foto de ambos faraones sobre el albero explica muchas cosas de Joaquín. Ha dicho: "De pequeño me habría cambiado por Curro Romero sin pensarlo". Y de mayor, Joaquín, de mayor: el penalti de Corea fue en verdad una mala tarde de Romero. Como Romero, Joaquín sabe que nadie parte de cero: "De pequeño yo era uno de esos niños que ahora se acercan a mí para hacerse una fotografía o conseguir un autógrafo. Se me caía la baba con Laudrup, que era mi ídolo, Michel, Butragueño, Paco Llorente."
De menos hizo el dios bético a Gordillo, a Del Sol, a Peral. Lo proclaman diamante de nuestro fútbol, pero hay que engarzarlo en la leyenda. Muy pocos hay que tengan el uno contra uno que tiene Joaquín. Puede salir por los dos lados en el regate o pasar el balón por debajo de las piernas del rival. Todo a la medida del ole de la grada. Cantera pura. De la mejor cantera, la del Puerto de Santa María. De las canteras del Puerto trajeron las piedras para levantar la Catedral de Sevilla. De la cantera del Puerto han traído esta piedra angular para la leyenda del Betis. Una noche de este verano, en un bar de la Ribera del Marisco, un partidario le pidió que le dedicara una foto del célebre penalti fallado. Dijo Joaquín: "Con la de fotos que me han sacado, mira que tener que firmarte ésta..." Pero como es ya una leyenda, sobre esa foto de Cagancho en Almagro, digo, de Joaquín en Corea, puso: "Si volviera a tener que tirarlo, lo haría de nuevo".
Con Joaquín otra vez tenemos un Betis de leyenda.
Idígoras y Pachi El último libro de Idígoras y Pachi
Memoria de Andalucía La Andalucía de Idígoras y Pachi
Idígoras y Pachi en el archivo del humor de EL MUNDO
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Muchísimas gracias, señores obreros de la Seat-Volkswagen en Martorell, incluidas las centrales sindicales del centro. Gracias a su negativa a doblarla más de la cuenta si no lo pagan a precio de oro y gracias a la decisión de la empresa de llevarse la producción del Seat Ibiza a Bratislava, donde están caninos y los trabajadores están dispuestos a echar todas las horas extraordinarias que se tercien, por una sola vez y sin que sirva de precedente los andaluces nos hemos librado del sambenito nacional de que somos unos flojos a los que no les gusta trabajar. No quiero ni pensar que la decisión de llevarse la fábrica por la pereza del personal hubiera sido en Andalucía, la que se habría liado en toda España, con nuestra mala fama de poco aficionados al currelo... Lo que nos habrían dicho. Pero si los que sientan plaza de holgazanes son los obreros catalanes, aquí no pasa nada. Ya saben: el pueblo andaluz es el que siempre está de juerga; el pueblo catalán es el trabajador, el laborioso, el aplicado. Miren cómo se me ha quedado el dedo señalando hacia Martorell...
Romancillo de Pujol
Andaluces, levantaos, que viene Jordi Pujol, primer tiempo de saludo, cohetes con profusión, que repiquen las campanas y que grite la afición: "¡Viva, viva el honorable, viva la que lo parió!". Viene don Jordi a Sevilla de multitud en olor a decir que Cataluña es tierra de promisión que le dio sus habichuelas a los de la emigración que fueron a Barcelona desde Guadix y Morón. Nos dará una conferencia para impartir su lección y nos dirá que es la gloria la catalana nación. Para hacer su propaganda montará una exposición con banderas catalanas sembradas a mogollón y dará pan con tumaca y de cava habrá un montón. Nadie dirá, sin embargo, que eso es provocación, colocarnos su bandera en cada sitio y rincón, que aquí somos de otra forma, no cogemos sofocón si viene con la señera o con la del Espanyol. Los capillitas incluso sacarán en procesión la bandera catalana que en tan solemne ocasión les donará el honorable en muy solemne función, que la Hermandad de la Hiniesta tiene tela del telón de orígenes catalanes, catalán fue quien la halló escondida en las retamas de Convergencia y Unió. Sevilla dará su ejemplo de apertura y comprensión. Nadie dirá "no hay derecho", ni pizca de indignación. Todos no somos lo mismo. Lo nuestro es mucho mejor. Una bofetá sin manos podemos darle a Pujol.
Nacionalismo moderado
Después de que el PNV se ha quitado la careta, e incluso la capucha, con la proclama separatista, en España no queda más nacionalismo moderado que el andaluz, que en gloria esté. Digo que en gloria esté porque los profesionales del nacionalismo andaluz, tan moderado, tan justificador de corrupciones, viven auténticamente en la gloria. Que se lo pregunten, si no, a Antonio Ortega.
No es que Jaime Raynaud esté abonado a este rinconcito, a la entrada de la columna de salida de esta página sabatina, donde ya venía la semana pasada. Pero aquí ponemos lo que hemos observado sobre su apellido, del que diremos que viene directamente de Francia, mestizaje andaluz puro, pues el candidato a alcalde de Sevilla por el PP desciende de uno de los cien mil hijos de San Luis que cuentan que presentaron armas a Andalucía cuando llegaron a Despeñaperros y se les cayó la baba de lo bonito que era esto. Aquel Raynaud francés no solamente rindió armas en Despeñaperros, sino que fue vencido por el amor de una andaluza, con la que se casó y arraigó en nuestra tierra. Puede que Jaime Raynaud llegue a alcalde de Sevilla. Pero lo que no conseguirá de ninguna forma es que la gente pronuncie bien su apellido. Se escribe Raynaud, pero se pronuncia Reynaud, por aquello del Rey y del Reino de España. El de Raynaud que se pronuncia Reynaud es otro apellido político con errata incorporada. Le pasa lo mismo que a Escuredo. El gran triunfo de Escuredo no fue conseguir la autonomía por el 151, como se cree, sino lograr que la gente le dijera Escuredo y no Escudero, como era citado en todos los telediarios de la época. Y tres cuartos de lo propio le ocurrió al jefe de la oposición de la UCD en el primer ayuntamiento democrático de la transición, Rafael López Palanco, que se fue del cargo sin lograr que no le dijeran Polanco.
Para el Guinness
Estas que aquí comienzan son unas lineas que aspiran a entrar directamente en el Libro Guinness de los récords. Aunque le parezca increíble, en estas líneas que está usted leyendo, en esta página de EL MUNDO, es en el único sitio de la prensa, la radio y la televisión de Andalucía donde al partido entre el Sevilla y el Betis le llamamos el Sevilla-Betis, y no esa cursilada del "derbi". (Lo peor no es que la palabra esté en todos los periódicos, sino en el DRAE, que es mucho más grave.)
No más Pozoblanco
Hago mías las palabras de Isabel Pantoja: que no pongan más el vídeo de Paquirri en Pozoblanco. Pero con matizaciones: que no pongan más ese vídeo sin que cada vez que lo emitan paguen los derechos de autor a los herederos del pundonoroso camarógrafo que lo filmó, Antonio Salmoral, que no consiguió que en TVE lo hicieran fijo ni a pesar de su pelotazo periodístico mundial. Las imágenes de Pozoblanco son crueles. Pero no crueles desde el lado que lo dice Isabel Pantoja, sino cuando se piensa que por el comentario de aquellas imágenes todo el mundo sigue cobrando millones y millones de exclusivas, sin que Salmoral el pobre viera un duro. El robo de derechos de autor de que fue objeto Salmoral exige una reparación por parte de TVE. Y por parte de todos los Riveras y todos los Pantoja que siguen cobrando por aquello...