|
¿Tan
difícil es que esos señores cocineros vascongados,
extraordinarias personas, buenísima gente, nos hubieran hecho
también felices a los demás no sólo con la merluza de pincho de
su autopresentación como caballeros integérrimos, sino diciendo
ante las cámaras y micrófonos de toda España algo tan sencillo y
elemental como que los de la ETA les parecen todos unos
asesinos, y que cómo se van a plegar a la extorsión de una
pandilla que utiliza el dinero que recauda mediante el chantaje
para subvencionar el crimen y la muerte? ¿Tan difícil es que
hubieran dejado claro ante los españoles que una cosa es el
pueblo vasco y otra la cuadrilla de pistoleros que siembra la
muerte usurpando vilmente su nombre?
¿Tan difícil es que antes que el Fiscal General del Estado
recurra los beneficios penitenciarios de la virtual libertad
concedida al recluso Roldán no haya una juez que se los otorgue?
¿Tan difícil es que el aparato del Estado siga buscando, hasta
que lo hallare, el dinero del común que nos robó a todos y no
devolvió? ¿Tan difícil es que el símbolo de la España del
Pelotazo y de la Corrupción no quede ahora, en vísperas de
Navidad, como el verdadero Calvo de la Lotería, el calvo al que
le tocó primero la lotería del dinero tras meter la mano en la
caja de los huérfanos de la Guardia Civil y ahora la lotería de
la misma incomprensible libertad que le dan a esos asesinos
sexuales del fin de semana a los que los jueces de vigilancia
penitenciaria siguen poniendo en la calle?
¿Tan difícil es aceptar la Historia tal cual fue, sin querer
reescribirla, de modo que la Reconquista parece que ahora tienen
que ganarla por co...ranes los moros, y que dentro de nada
pedirán la revisión de la figura de Almanzor, al tiempo que
proclaman que eso de que Boabdil llorase al perder Granada es
una calumnia que necesita una urgente reparación? ¿Tan difícil
es no caer en la trampa de ponernos del lado de los ingleses,
que nos pondremos, en la conmemoración de la Batalla de
Trafalgar, con la glorificación de Nelson y la reprobación de
Churruca?
¿Tan difícil es que este Gobierno de izquierdas recuerde que ya
hubo otro anterior Gobierno de igual ideología y adscripción
partidista? ¿Tan difícil es que tenga en cuenta que durante
catorce años ya se hizo la necesaria y pregonada pasada por la
izquierda? ¿Tan difícil es que no tengan que demostrar en cada
momento y en cada decisión que aquí nunca ha gobernado la
izquierda, como si la dictadura hubiera terminado el 14 de marzo
de 2004 y empezado la democracia al día siguiente?
¿Tan difícil es que se deje de remover el pasado antiguo de la
guerra civil y de satanizar el pasado reciente del gobierno del
PP, y de anunciar atamientos de perros con longaniza para el
futuro, para empezar a pensar sencillamente en el presente, y no
en proyectos que son brindis al sol para conformar a los
votantes, sino en decisiones que no se refieran a la moral y las
costumbres carcas, sino a las cosas de comer, esto es, que
afecten para bien al sobre de la paga, a la hipoteca del piso, a
la lista de espera del hospital, al poder adquisitivo de los
sueldos, a los puestos de trabajo?
¿Tan difícil es tener como objetivo que España vuelva a estar en
cabeza de los índices de crecimiento dentro de su órbita
europea, y no en cabeza del consumo de cocaína, en cabeza del
fracaso escolar, en cabeza del número de mujeres asesinadas por
sus maridos, en cabeza de las horas semanales de emisión de
televisión basura?
Tiene que ser dificilísimo. Caso contrario, estos señores tan
listos ya lo habrían conseguido.
Recuadros de días
anteriores
Correo
Biografía de Antonio Burgos
Libros
de Antonio Burgos en la libreria Online de El Corte Inglés
|