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Desde
tiempos de Rege Carolo, que dice Rocío Jurado, viene Chaves
prometiendo la supresión del peaje en la autopista
Sevilla-Cádiz. Le pasa a la autopista como a las habitaciones
individuales en los hospitales del SAS. Desde tiempos de Rege
Carolo viene prometiendo Chaves que cada enfermo tendrá su
habitación individual. Y cuarto de hospital hay con tal bulla
de camas, enfermos y parientes, que a poco capillitas que sean
los visitantes creen que los palos de los sueros son los
ciriales, porque parece que de allí va a salir una cofradía.
A la supresión del peaje de la autopista Sevilla-Cádiz le
llaman, no sé por qué, liberación. Será un homenaje a los
frailes mercedarios, una conmemoración cervantina más en el
centenario del Quijote. Hablan de liberar la autopista como
los frailes mercedarios libraron a Cervantes de su prisión de
Argel. A Cervantes lo tenían preso los moros por la alianza de
civilizaciones entre el Quijote y el Corán, y a la autopista
la tiene presa la empresa concesionaria Aumar.
Anuncian a bombo y platillo que han liberado el peaje de la
autopista. Menos bombo y menos platillo. Han liberado un
cachito de autopista de ná: el que va del peaje de La Cartuja
de Jerez y de la carretera de Medina a Puerto Real. Nada con
sifón. Rebujito demagógico. Esto es como si te dicen que te
van a convidar a comer y te invitan a las alcaparras, los
pimientos y las aceitunas que pone la casa, y luego te tienes
tú que pagar la factura del revuelto de ajetes tiernos y de la
dorada a la sal. Con la autopista, igual. Quitan el pago
macharnudo de las dos o tres leguas finales, pero dejan de
apoquine total, como siempre, el peaje del Cerro del Fantasma.
La titularidad de la autopista es del Gobierno de Madrid. Pero
en el Gobierno de Madrid los asuntos de Obras Públicas los
lleva Magdalena Alvarez. La que tanto dinero le pedía al
Gobierno cuando Aznar estaba en Madrid y ella en la Junta, no
suelta ahora un duro. La que era Mandatela Alvarez es ahora
Nomandalatela Alvarez. No manda la tela del Metro ni manda la
tela de la convidá a autopista. La liberación de esa miseria
de trozo de peaje la ha pagado la Junta. Usted y yo, vamos.
Han sido 72 millones de euros de vellón, que ha trincado la
concesionaria, que ha pegado un salto que ha llegado de Torre
Tavira a la Giralda. Por ese trozo final de autopista pasaban
cinco millones de vehículos al año, que pagaban un euro de
peaje. Echen las cuentas. A la concesionaria le hemos pagado
el negocio de catorce años. Por adelantado y a tocateja:
martín, martín, paga la convidá. No es que ese trozo de
autopista sea gratis: se lo pagan a los usuarios los
contribuyentes que no usan la autopista. Cuando el chaval de
Puerto Real se va de copas a Jerez en el Panda con la pandi,
el peaje se lo paga un señor de Jaén que en su vida pisará la
autopista. O una señora de Granada a la que no se le ha
perdido nada en Puerto Real. No convida Chaves a autopista a
los vecinos de la Bahía de Cádiz: les pagamos el peaje todos
los andaluces, sin comerlo ni beberlo.
Y el tramo largo, el de la tela del peaje, el de los 5,15
euros, lo mantienen. No como en tiempos de Rege Carolo, sino
como en tiempos de don José León Carranza. Mucho largar del
franquismo, pero las comunicaciones por tren y por carretera
entre Sevilla y Cádiz son las mismas que impulsó don José León
Carranza como alcalde de Cádiz. Hasta el Puente Carranza es
franquista, como su mismo nombre indica. Y no creo que haya
ninguna carretera nacional sin desdoblar como la ignominia
mortal de los peligrosísimos dos sentidos de las Torres Alocás
de la N-IV entre Sevilla y Cádiz. El que quiera seguridad, que
pague autopista. ¿Desdoblar la N-IV dice usted? ¿Para qué, si
en Cádiz está Teófila, que no es de los nuestros? Que se joan,
que hubieran elegido a Franquito Román de alcalde...
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