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Los
japoneses, imitalllllll, han hecho una Expo. Igualito,
igualito que la de Sevilla, pero sin Jacinto Pellón, sin
pelotazo, sin maletines y sin Huerta Vicente. Cómo será de
rara la Expo de Japón, que hay allí un edificio herrumbroso,
completamente oxidado, y tienen tanto malaje que no le han
puesto El Mojoso. Ítem más: en la Expo del Japón ni ha
dimitido como Comisalio el Plofesol O Li Ven Ciá, ni nada de
nada. Un desastre de Expo, sin pase de temporada y sin colas.
Y para remate de los tomates, los japoneses le han puesto a su
Expo nombre de resfriado: Aichí. Oyes el nombre de la Expo del
Japón y dices:
-- ¡Jesús!
Ahora Chaves y el alcalde se van a Aichí:
-- ¡Jesús! Eso es lo que pasa en esta época,
que con estos aires acondicionados tan fríos se cogen unos
aichís espantosos.
El alcalde y Chaves se van a Aichí sin
"¡Jesús!", al Japón, a la Expo. Se van por la agencia de viaje
que le prepara los periplos a nuestros políticos: Gañote Tour.
¿Qué falta hacen Chaves y el alcalde en la Expo de Aichí? Pues
aproximadamente la misma que el alcalde de Aichí y el
presidente de la Junta de Aichí hacían en La Cartuja: ninguna.
Hombre, si en todo caso fuera al Japón el rector de la
Universidad Internacional de Andalucía, Suárez Japón, que como
buen coriano es más Japón que Suárez, tendría un pase (de
temporada). Pero lo de Chaves y del alcalde es lo que en estas
calendas caniculares hacen muchos políticos: ir de Lady Aviaco
por la vida para que les paguemos el veraneo. Lady Aviaco,
para ver al Sevilla en su periplo chino, fue desde Pekín a
Shanghai, con dos haches: Roberto Arrocha, enhorabuena por tus
pedazos de crónicas. ¿Se pagó Lady Aviaco de su bolsillo su
billetito de Pekín a Shanghai? Shaghai con dos haches, no,
Shanghai por la cara, Magdalena Alvarez se harta de viajar por
la cara. Y Chaves y el alcalde se van ahora a una Expo en la
que no se nos ha perdido nada, para imitar el arte
magdaleniense, de Magdalena Alvarez. Mojando la magdalena en
el mangazo del billete gratis total y el cuarto en la planta
de ejecutivos no precisamente de la Fondalpeine.
Paulino Plata, ese consejero de Turismo de
bigotito y gomina que tiene planta de cantor melódico de los
años 50, ha dicho:
-- Y a continuación, y a petición del
respetable público voy a interpretar el bonito bolero que
lleva por título "Vender aceite andaluz en la China".
Y se ha ido a la China y, adiós, Arguiñano,
le ha enseñado a los chinos a hacer gazpacho. Como los chinos
le cojan el gusto al gazpacho, imagínense el mercado que ha
abierto Paulino Plata para la Hojiblanca de su Antequera.
Siete mil millones de chinos echándole un chorreoncito de
aceite al gazpacho son Niágaras de Hojiblanca antequerana.
Chaves y el alcalde, en cambio, ni venderán aceite ni nada.
Veraneo con cargo al presupuesto se llama la figura. Como la
Fernández de la Vega, que con el pretexto de preparar la
Cumbre Iberoamericana de Salamanca ha cogido el avión oficial
y le está haciendo la competencia a Magdalena Alvarez por toda
Centroamérica, pedazo de veraneo de gañote.
Aunque ahora que lo pienso quizá el alcalde
vaya a Aichí por lo que tiene de excepcional. Ayer se
autoproclamó en ABC como el alcalde de Sevilla que más está
durando: más que un martillo en manteca. Casi le echa la pata
a Pascual González, cantor del baranda de Híspalis, que en su
pregón de la Velá de Santana dijo: "El alcalde más importante
del planeta es Alfredo Sánchez Monteseirín". Claro, una cosa
así no puede quedarse para nosotros solos. Una cosa así hay
que enseñarla en Aichí. Chaves va a eso: a enseñar en Aichí el
alcalde más importante del planeta. Del Planeta Agostini que
tiene Pascual González en el mueble-bar de su casa, por
supuesto.
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