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LOS
Reyes, no los padrinos de la Infantita que trae bajo el
brazo, ojú, el cambio de Constitución, sino los de Oriente,
me han echado un teléfono móvil con una prestación
utilísima. Más que el manos libres para destruir España del
móvil de ZP. La prestación de mi teléfono es tomista, de la
parte escolástica de Movistar: una máquina de silogismos. Y
en la maquinilla de silogismos he introducido la mayor y la
menor de la cuestión etarra:
1. Si la Unión Europea incluyó a Batasuna en la lista de
grupos terroristas.
2. Y si en su política de claudicación ante la ETA, el
Gobierno de España está dando con pares y nones un recital
de cobardía antes que prohibir la asamblea de Batasuna.
Introducidas las dos premisas, le di al botón de la
conclusión. Y la maquinilla de silogismos me dijo, simulando
la voz humana: «España no parece Europa, no cumple mínimos
convergencia política».
Con razón los eurodiputados de Bélgica y de Italia se han
hecho con la ficha un lío (con la ficha de Batasuna), y tras
verla en la lista de organizaciones terroristas, se han
dirigido al Gobierno de España no con la pregunta del
millón, sino con la pregunta del millar de asesinados por la
ETA; «¿Pero qué es esto, Dios mío de mi alma?»
Pues esto es que estos señores, con su cobardía, ni dan la
talla de españoles ni dan la talla de europeos. El
presidente del Gobierno anima a incumplir la Ley de Partidos
y no passssa nada. Un portavoz separatista vascongado
compara a la ETA con el Ejército, total, dos organizaciones
armadas, y no passssa nada. En el BOE del separatismo
catalán, un ganapán con tumaca le toca la entrepierna al
honor de los militares y, total, como aquí el honor acaba
arrestado, cesado y en la reserva, pues no passssa nada.
Hombre, ¿es Batasuna una má-quina de tabaco acaso? Entonces,
¿por qué la van a retirar de la circulación? Y los batasunos
que van a reunirse en Bilbao para ejercer sus derechos
individuales, como dice el fiscal general (pero no general
como Mena), lo mismo. No hay co... de impedir esa asamblea
como se hacen estas cosas: con dignidad y con la Guardia
Civil. Allí estarán los etarras que me señalaron como
objetivo en octubre de 2000, para que dos pistoleros de
plantilla ejercieran su derecho individual de venir a
buscarme a mi casa y hacerme el arreglo de cuello. Vamos, a
pegarme un tiro en la nuca. Pero como el Gobierno tiene ya
la información policial de que los batasunos no van a fumar,
ni van a crear alarma social leyendo artículo alguno de la
Constitución, ¿por qué les van a prohibir el derecho de
reunión?
Y mientras, claro, salimos a dos asesinatos por día y la
inflación va por el 3 por ciento. Pero eso no preocupa en
absoluto al Gobierno. Si no cumplen la convergencia política
con Europa y no passssa nada, ¿cómo van a cumplir la
económica? Sin competitividad, comprándolo todo en China, no
vendiendo una rosca en el extranjero, vamos camino de tener
pronto una deuda externa propia de nuestros amiguitos
sudamericanos. Ahí es donde nos pega estar: con el rey
Mohamed, con Castro, con Chávez, con el gachó del jersey,
que anda cómo le cantará «La Internacional» la lanita y seda
del jersey de sesión continua. Todo es justo al revés de lo
que decían en la manipulación post 11-M: España por lo visto
se merece un Gobierno que le mienta. A la vista está. Nos
dijeron que nos llevaban al corazón de Europa y nos han
metido en el Tercer Mundo de los pisoteadores de libertades.
«Good bye, Spain». España estaba en Europa, y estaba
acabando con la ETA. Esto es Expaña, y a la ETA la ha
levantado el puntillero ZP. Expaña a la que Gotzone Mora,
óle, llama por su verdadero nombre de república bananera,
pelín transcaucásica: Absurdistán. Donde hasta los
separatistas gallegos se han puesto a tocarnos los suevos,
los vándalos y los alanos.
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