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COMO
SI España tiene la Real Academia de la Lengua, Andalucía, a
través de la Junta, tiene algo más propio de estas fechas de
Carnaval: la Real Academia del Trabalenguas. El trabalenguas
que suena sin pito de caña en el anteproyecto de la muy
totalitaria e intervencionista Ley Andaluza de la Botica,
con tanto «farmacéutico y farmacéutica» que hay que tomar
primperán para evitar arcadas. Han hecho cuestión de Estado
el lenguaje que llaman «no sexista», a través de la Real
Academia Andaluza del Trabalenguas. Cuya presidenta debe de
ser Soledad Ruiz, directora del Instituto Andaluz de la
Mujer. Cuya foto pudimos ayer visibilizar en el ABC. Ya
saben ustedes: lo políticamente correcto no es ver; es
visibilizar. A mí el fantástico doctor Argüeso no me cuida
la vista: me cuida la visibilización. Y hasta tengo unos
sobrinos que estudian en un colegio tan políticamente
correcto y no sexista, que cuando juegan al «veo, veo»,
dicen:
-Visibilizo, visibilizo...
-¿Qué visibilizas?
Pues yo visibilizo que esta señora doña Soledad Ruiz, cuya
mano beso, de asuntos de la mujer sabrá tela, pero de lengua
española, ni Benedicto XVI. Vamos, ni papa. ¿Pues no que
lamenta que la Real Academia Española «invisibilice» a las
mujeres, con su oposición al uso de desdoblamientos del tipo
de la memez «diputado y diputada», y solicita que la RAE
incorpore sus criterios no sexistas «al igual que admite ex-tranjerismos
u otras palabras de la calle»? Confunde caracoles con
cabrillas, y al DRAE con la Gramática de la RAE. Mire usted,
señora mía: la Academia admite neologismos, no memeces como
las que usted propone, que descoyuntan la estructura de la
lengua, cual esta supresión del uso genérico del masculino
que la pone a usted de los nervios y la visibiliza como
Seño-rita Pepis de la filología.
Como antiguo alumno de don Francisco López Estrada y de
don Tomás Buesa en Filosofía y
Letras, yo conocía las sabias enseñanzas del Saussure, del
Navarro Tomás, del Alarcos Llorach y otros manuales de
cabecera. Mas no había visibilizado en mi vida la «Gramática
No Sexista» de Soledad Ruiz (adiós, Nebrija), que dice:
«Llevamos muchos años planteando que el lenguaje visibiliza
a las personas, y en este caso a hombres y mujeres. Es
inadecuado no emplear el género de las palabras, con
expresiones como «presidente y presidenta». Lo que hace la
Real Academia es seguir invisibilizando a las mujeres, en un
lenguaje tan rico como es el español, que tiene masculino y
femenino».
¡Qué perra ha cogido esta señora con la visibilización!
Vamos, ni al jefe de la torre de control del aeropuerto de
San Pablo le preocupa tanto la visibilidad en mañanitas de
niebla como a doña Soledad Ruiz en tardes de paseo. De paseo
por las memeces políticamente correctas y el desconocimiento
de la esencia de la lengua española y de la riquísima habla
andaluza. Cuando dice: «El lenguaje es el mejor instrumento
para la visibilización de quienes componemos la mayoría de
población, que somos las mujeres». Y también para la
visibilización de los que no tienen ni puñetera idea de la
estructura de la lengua española, mujer...
Puestos a visibilizar, al que se visibiliza poco aquí es al
hombre. Como hemos visibilizado la cara de la señora Ruiz,
directora del Instituto Andaluz de la Mujer, a mí me
encantaría visibilizar la existencia del Instituto Andaluz
del Hombre. Del Hombre, Ya Está Bien de crear organismos y
empresas públicas para despilfarrar dinero de los
contribuyentes, colocar paniaguados y evidenciar la
visibilización de la memez.
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