O no: o nos queda un Barranco entero y media Pescanova por vender, de acuerdo con los gustos, pieles sensibles, hongos de la Encarnación y demás paridas en caída libre que se imponen desde el Ayuntamiento. ¿Nadie ha pensado en esta dicotomía? El Ayuntamiento va por un lado, por la modernidad y el progreso, por los volantes pasantes, y la ciudad va por el pasavolante de siempre, por el faralá de lo tradicional y lo que se entiende como "nuestro". La endogamia en Sevilla...

-- Es una maravilla, como la lluvia...

No, la endogamia en Sevilla es una fuerza creadora y, a su vez, anuladora de creación. Sevilla es muy suya. Es siempre de los nuestros. Los nuestros de toda la vida. A los nuestros nuevos, a los de cabeza pelona, negro atuendo y gafas rectangulares de concha de color anaranjado, no se les considera del todo nuestros. Están aquí, pero no son nuestros. Como, a su vez, los de la modernidad profesional tampoco consideran suya a la otra Sevilla, a la que llaman Eterna a ver si dura apenas unos segundos y se autodestruye.

En Sevilla el único cambio que se admite es el climático. Esto de que estemos a 14 de noviembre y el tío de las castañas esté en camiseta. Que falten sólo nueve días para San Clemente, y la procesión de la Espada y el Pendón, y te den ganas de irte a Chipiona de fin de semana. Contra ese cambio climático no hay la menor resistencia, más que el grito en el cielo de los comerciantes, que tienen los artículos de la temporada de invierno criando telarañas.

No pega este calor con el mes de los Difuntos . Mes de los nuevos retablos de ánimas, que son las esquelas colectivas que las entidades sevillanas suelen publicar en ABC por estas fechas, convocando a la misa de difuntos que encargan por sus fallecidos a lo largo del año. En el universo de Internet, la enciclopedia diaria "La Sevilla Que No Vemos" de Julio Domínguez Arjona viene publicando por entregas un estudio interesantísimo: "Animas al óleo" (http://galeon.hispavista.com/juliodominguez ). Es una recopilación de los retablos de animas sevillanos. Ya saben, los barrocos retablos de llamas, olvidados en las iglesias. Retablos que son Contrarreforma pura, donde aparecen representados los atormentados cuerpos de las ánimas que se queman, vuelta y vuelta, en su punto, entre las llamas del Purgatorio, donde están como en lista de espera, a ver si se queda una plaza libre en el vuelo (de bajo costo) de que ha de llevarlas derechitas al Cielo.

¿Se terminaron de instalar retablos de ánimas en nuestra iglesias. No. La galería de altares del Purgatorio en las fotos de Domínguez Arjona me ha hecho pensar que los retablos de ánimas de nuestros días son esas esquelas del modelo 3 que he mentado. Las he ido apuntando a lo largo del mes. El Colegio de Médicos, el Colegio de Agentes Comerciales, la Universidad de Curas Párrocos, el Club Náutico, el Colegio de Graduados Sociales, decenas de entidades y organismos nos recuerdan y nos recordarán hasta el día 30 los nombres de sus fallecidos a lo largo del año. Son como lápidas de los caídos de la vida. Los viejos muertos de enero se mezclan con los que se acaban de ir en octubre. La memoria de Ramón Ybarra me ha hecho considerar, a lo Mañara, en los retablos de ánimas de esas esquelas. Me cuentan que poco antes de morir, Ramón Ybarra preparó la esquela anual de los difuntos del Club Pineda, que presidía, a fin de encargar la misa por el descanso de sus almas. Sevilla pura de Valdés Leal, no sabía Ramón Ybarra que él iba a estar pronto dentro de la negra orla del retablo de ánimas de los difuntos de Pineda.