AL
barrio llegaba la familia gitana con su triste
circo ambulante. Lo menos que se despachaba en
circo. La niña, con un ajado traje de gitana, daba
quijotescas zapatetas al aire, los pies arriba y
la cabeza abajo. El padre tocaba una guarra
trompeta abollada y oxidada. La madre traía una
escalera plegable, una mona y una perra también
vestidas de gitanas, una cabra atraillada y un
tambor. El gitano empezaba a tocar con la trompeta
el pasodoble «En er mundo». La madre le pegaba con
una vara de acebuche a la perra y a la mona, que
se ponían a bailar sobre sus patas traseras,
mientras les hacía compás con el tambor. La niña
hacía contorsiones entre el breve público que
habían juntado. Era entonces cuando el padre
cesaba en el solo de trompeta, la madre cogía el
tambor y la escalera. Abría la escalera y
redoblaba el tambor. Y en ese instante, mientras
la trompeta empezaba a tocar ahora «España cañí»,
azuzaba a la cabra, que muy digna y cansinamente
iba subiendo los peldaños de la escalera, hasta
quedarse haciendo inestable equilibrio en el
último, con las cuatro patas reunidas. Al tiempo
que la mona y la perra a su alderredor bailaban,
la niña, tras dar un doble salto mortal,
proclamaba:
-¡Ya está la cabra
en el último palo!
Era el número de la
cabra. Ya no se ven por los barrios esas familias
gitanas que se trabajan el número de la cabra.
Ahora el número de la cabra se hace en muy
superiores instancias. Gran parte de la política,
de la cultura, de la comunicación, ¿qué es, sino
número de la cabra? Hay especialistas. Caballero,
el del manual didáctico contra Bush, que desde las
rentables estribaciones del PCE pasó al nutricio
alfoz del PSOE, como tantos intelectuales
orgánicos suele ser un especialista en números de
la cabra. Trae cola la entrevista de Quintero a
Farruquito. Ea, otros dos virtuosos del número de
la cabra. Farruquito hizo ya el número de la cabra
con su proceso y condena. Ahora Quintero, que ha
dejado ya de hacer el número de la cabra del Loco,
hace el número de la cabra de Farruquito.
El asesino Juana
Chaos hace el número de la cabra de la huelga de
hambre. Los obispos andaluces hacen el número de
la cabra del comunicado de amagar y no dar sobre
el laicismo y el intervencionismo de la misma
Junta que luego los convida a restauración de
templos e imágenes. Los famosos que viven a la
grandimón en Madrid y que vienen a Andalucía de
veraneo hacen el número de la cabra de prestar su
careto para la propaganda del referéndum del
Esta...¿qué? Número de la cabra cobrando, claro:
andaluces de peaje. Habitualmente el número de la
cabra es rentable, como cuando la niña del gitano
pasaba el platillo ante la parroquia que habían
juntado.
Pero nada como el
número de la cabra policial y judicial. Cada vez
que este Gobierno que la tiene tan apretada está
apretado, viene un juez y monta con la Policía el
número de la cabra. El número de la cabra con la
Operación Malaya. El número de la cabra con los
dineros del bolso de Isabel Pantoja, guárdalo
bien, hija, no te vayan a dar el tirón. Pero,
sobre todo, el número de la cabra de la detención
a horas intempestivas, con sonoro despliegue de
las furgonetas policiales y los hombres de
Harrelson de la UIP, con cerco de urbanizaciones
de chalés y con prendimiento de un presunto. Un
presunto al que se detiene con el único fin de
ponerlo a disposición del juez, pero con previo
número de la cabra del furgón, de la comisaría y
de la noche en los calabozos. Si lo que tienen es
que presentarse ante el juez, ¿por qué no les
mandan una citación, joé? Ah, porque entonces no
se puede montar el número de la cabra. Si van al
juez a las 10 de la mañana en un taxi, nadie se
entera. Hay que montar el número de la cabra para
que el que luego quizá salga de rositas, ni
imputado, ni testigo, ni nada, pueda ser
protagonista del número de la cabra en el
telediario. Los números de la cabra se montan
mayormente pensando exclusivamente en el
telediario. Hay que reformar el Código Penal para
reconocer esta nueva «pena de telediario» a la que
son condenados tantos sufridores del número de la
cabra. ¿Que lo digo por el alcalde de Alhaurín?
No, yo estaba pensando en Mayte Zaldívar, pero ya
que lo dice usted, ¡menudo número de la cabra
montaron en Alhaurín! ¿Cuál será el próximo número
de la cabra?