LA
otra noche, en el teatro de la Maestranza, me pasé
toda la fastuosa representación de la fantástica
versión de «Tosca» a la milanesa tocando la madera
del respaldo de la butaca delantera. Con lo grande
que es el teatro, no me había podido tocar otra
entrada que el número 12 más 1 de la fila 12 más
1.
-Pues en buen día lo
va usted a recordar... ¿Usted ha visto qué día es
hoy?
Sí, por eso mismo lo
digo en este día señaladito: hoy es martes 12 más
1. Ese número que escribir ni quiero ni puedo ni
debo tendría que ser oficialmente eliminado en la
mágica y supersticiosa Sevilla. En la ciudad del
lagarto, lagarto de la Catedral. Yo creo que el
lagarto de la Catedral se quedó allí, colgado
junto al colmillo de elefante bajo el artesonado
del Patio de los Naranjos, junto a la capilla de
la Virgen de la Granada, de tanto decir la gente
«lagarto, lagarto» cuando se mentaba el nombre de
la calle Sierpes. Que es la suprema contradicción
de las contradicciones barrocas de Sevilla. Que en
ciudad tan supersticiosa la calle principal miente
el nombre de una bicha. Y por si fuera poco, la
parte inicial de la Cuesta del Rosario, la calle
Villegas, se llamaba antes Cuesta de las Culebras.
Aviados vamos entre Sierpes y Culebras. ¿No va a
haber en la Catedral un Lagarto, Lagarto? Que
menos mal que no se lo han dado para su
restauración a ningún arquitecto divino de la
muerte de la modernidad, porque el lagarto de la
Catedral lo coge, un poner, Márquez Matasuegra y
es capaz de ponerlo de Chemí Lascós.
Esto que propongo de
suprimir oficialmente en las ordenaciones y
numeraciones el 12 más 1 no sería sevillanía local
y cateta, sino adaptación de un uso universal. En
los aviones no existe la fila 12 más 1. En Estados
Unidos, los rascacielos no tienen planta 12 más 1.
Los hoteles que se precien no tienen la habitación
que termine en 12 más 1 en cada planta. Lo que
propongo y pido en tiempo y forma es que se
aplique aquí ese sanísimo uso. Especialmente, en
sitios muy sevillanos. Por ejemplo, en los
distritos postales: ¿por qué ha de haber el
41-0-12 más 1? Por ejemplo, en el Ave que viene
desde Madrid o va a la capital del Reino desde la
estación de San Justa (¿y Santa Rufina qué?). ¿Por
qué hemos de pasar el mal rato de ir desde Sevilla
a Madrid sentados en un asiento de la fila 12 más
1? Ahora que están reformando y remodelando
aquellos Aves antiguos que tanto en la Expo dieron
que hablar, convendría que suprimieran en todos
los vagones la fila 12 más 1, como ocurre en los
aviones, donde no hay fila 12 más 1. Lo del Teatro
de la Maestranza sin fila 12 más 1 se lo propongo
oficialmente a su director, Pedro Halfter. ¿Qué
necesidad hay de oírse la «Tosca» enterita sin
dejar de tocar madera, aunque esté sonando el
metal de la orquesta, qué necesidad hay de que
exista la fila 12 más 1? Los dos campos de fútbol
sevillanos deberían suprimir las filas 12 más 1 en
todos sus graderíos. Y en los toros, ¿por qué
tiene que haber fila 12 más 1 en los tendidos de
sol de la plaza? ¿Es que la solanera es menos
supersticiosa que la sombra? En un sitio donde
según Pepe Luis Vázquez ha habido «tanto triunfo,
tanto fracaso y tanta sangre» es tentar a la
suerte usar el numerito de marras. ¡Con razón hay
sólo 12 tendidos! No hay sitio donde las
supersticiones y las magias tengan más asiento que
en el mundo del toro.
Hablando de toros,
lo que yo pido solemnemente hoy, martes y 12 más
1, es lo mismo que el torero Francisco Martín
Vázquez, «Curro Vázquez», el padre de Pepín,
Manolo y Rafael Martín Vázquez, le pidió al
alcalde de Sevilla de su época en un brindis de
arte. Curro Vázquez vivía en la Resolana. No en
cualquier casa de la Resolana. Vivía en la
Resolana número 12 más 1. Y un día que toreaba una
corrida en Sevilla y le dijeron que en el palco de
convite del Ayuntamiento estaba el alcalde, a la
hora de matar cogió los avíos y se fue derecho
para el regidor, montera en mano, diciéndole:
-Señor alcalde: yo
le brindo a usted la muerte de este toro y de
veinte toros si hace falta, pero por lo que usted
más quiera, ¡quíteme usted en mi casa de la
Resolana el número 13 y póngame el 11 duplicado!
Ooooooooooooole.