Antonio
Burgos: palabras
de presentación del sello de Curro Romero, Reales Alcázares de Sevilla,
25 de octubre del 2001
Viernes 30: Via Serpentina
Así, en latín, ponían los viejos maestros
impresores sevillanos el nombre de la calle en el colofón de los
libros que salían de las prensas de los talleres establecidos en
Sierpes: "Via Serpentina". Esa Enma Bonino sevillana que
es Isabel Guerra-Librero quiere ahora llevar a cabo la obviedad de
llevar ahora una fotocopia de la Cruz de la Cerrajería a la
Cerrajería, una réplica de la Cruz de las Sierpes a la calle
Sierpes. Históricamente está muy bien: un Ayuntamiento laico la
quitó, como tantas cruces y retablos de las calles, en el siglo
XXI, y otro Ayuntamiento laico la restituye en el siglo XXI. Pero
lo sentimos por el sevillanísimo quiosquero de la Cerrajería.
Qué cruz, Antonio: la suya sí que es una cruz de la Cerrajería,
en su soledad entre manos de periódicos y revistas tras la muerte
del inolvidable Ángel. Como aquí somos como somos con las
novelerías, no me extrañaría que por poner la fotocopia de la
Cruz de la Cerrajería mandaran el quiosco de Antonio y Ángel por
lo menos a los Jardines de Cristina. La mejor forma de prestigiar
y revitalizar Sierpes no es poner cruces en el monte del olvido,
sino rescatarla de su degradación y desertización, donde apenas
Maquedano y El Cronómetro son los heroicos resistentes de una
calle que ya no es ni sombra de lo que fue. La Via Serpentina,
como su nombre latino indica, es ya de Carnaval...
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Jueves 29: Manifas con mascarada
Mañanita de manifestaciones, tarde de mosqueo por
los embotellamientos. Contra lo que largan los conductores
colapsados, conviene recordar a favor del constitucional derecho a
manifestarse que en las dictaduras no hay manifas que valgan.
Entre la fluidez de la circulación de vehículos y la fluidez de
la libre circulación de ideas y protestas, nos quedamos siempre
con la segunda, por muchos embotellamientos de coches que haya.
Sentado lo cual hay que añadir que las que no nos parecen serias
son las mascaradas sin las que, por lo visto, hay quien no
entiende el constitucional derecho a manifestarse. Convierten la
libertad en un triste Carnaval, con tanto ataúd de pega y tanto
disfraz de cura o de obispo. Los muertos y las creencias
religiosas son asuntos muy serios como para utilizarlos en estas
mascaradas. Si es por ingenio, eso es lo que hacen en las ciudades
con más malage de España. En las manifestaciones echamos en
falta el ingenio sevillano, la gracia, para usar el arma del humor
como protesta y sin ofender sentimientos religiosos o la memoria
de los muertos.
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Miércoles 28: Zona Cero, Zona
3.000
En Nueva York tienen la Zona Cero, símbolo de la
barbarie. A la Zona Cero van los turistas, van los ciudadanos,
hasta van los políticos extranjeros que visitan Nueva York, como
hará hoy José María Aznar. Pero en Sevilla, sin que lo sepa
nadie, tenemos otro símbolo de la barbarie interior: la Zona
3.000 Mil. A diferencia de la Zona Cero, nadie va a la Zona 3.000.
Mejor dicho: nadie se atreve a ir a Las Tres Mil. Los taxistas no
quieren entrar, porque no les pagan la carrera y encima los
atracan y roban. Los autobuses tienen que entrar escoltados por la
Policía. Ahora, los bomberos son apedreados y amenazados a punta
de pistola. De hecho, la Zona 3.000 tiene concedido régimen de
extraterritorialidad, ciudad sin ley que parece no pertenecer a
Sevilla. Se aísla, se ignora, y listo. Sevilla no quiere saber
nada de la Zona 3.000. Ni los que por cargo y responsabilidad
política tenían que saber. Luego hablan de Harlem en Nueva York.
Aquí tenemos algo mucho peor que un Harlem y parece que nadie
quiere hacer nada.
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Martes 27: Feria de San Clemente
Aceitunita comida, huesecito fuera. Cierra el
Salón del Caballo, alias Sicab, y dan a conocer sus grandes
cifras: 4.000 millones movidos en transacciones. Nos imaginamos
que esa cantidad no es sólo en compraventa de caballos andaluces,
sino también en copas y tapas y en ropa como la de los Domecqs
que se merca la gente para pintar la mona y parecer señoritos. El
Salón ha sido visitado por 235.000 personas. De ellas, 70.000 el
sábado, que estaba aquello como si fuera la Feria, problemas de
aparcamiento incluidos. Quiere ello decir que, un año más, el
Salón del Caballo ha conseguido lo que quería lograr el
Ayuntamiento con la competencia ilícita de la Feria de San
Miguel. A la ciudad, el Salón del Caballo no le cuesta un duro de
dinero público y encima genera riqueza y actividad. Son los
criadores de caballos y la Feria de Muestras los que ponen el
dinero y lo organizan todo. El caprichito de la Feria de San
Miguel, en cambio, donde se vendió un solo caballo, nada más que
un caballo, nos costó a los sevillanos 300 millones de pesetas,
como se ha sabido ahora. La verdadera Feria de San Miguel, pues,
es esta anual, hípica y equina feria de noviembre en la Fibes. Si
es por santo, como suele coincidir con el Día de la Conquista y
con la procesión de la espada y el pendón, pues le ponemos Feria
de San Clemente y listo. 300 millones que nos ahorramos.
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Lunes 26: Alcalá: al pan, pan
En Alcalá de Guadaira (que por cierto tiene más
habitantes que muchas capitales de provincia de Castilla) están
enzarzados en una polémica gramatical que hará las delicias de
don Fernando Lázaro Carreter cuando se entere: a ver si un alma
caritativa le envía recorte de este billete. El Ayuntamiento ha
lanzado un lema gramatical: "Guadaíra lleva acento". Y
acto seguido, ha pedido en el Registro de Entidades Locales que
pongan no solamente los puntos, sino el acento sobre la i de
Guadaíra. Ya que están en ello, nosotros llegaríamos a más: a
llamar a Alcalá como le dicen muchos alcalareños, por el plan
antiguo, tradicional y gremial. Se escribe Alcalá de Guadaira o
de Guadaíra, pero se pronuncia de un modo mucho más bello:
Alcalá de los Panaderos. Al pan, pan, y al vino, vino. En la
confusión de Alcalás del nomenclator español, la de Joaquín el
de la Paula tendría así su sitio único e intransferible. Con lo
de Guadaira, Alcalá queda en la confusión de Henares, del Júcar,
del Valle, del Río, o La Real. Con Los Panaderos, Alcalá huele
candeal y nutricia. Lo de los Panaderos no lo lleva ninguna ciudad
ni villa de España en el nombre. Hasta el gentilicio quedaría
más claro, porque ahora te vas al DRAE y te dice que
"alcalareño" es, vaya usted a saber, "natural de
uno de los pueblos de Alcalá de Guadaira, Alcalá del Río o
Alcalá del Valle." (Por cierto que la Real Academia aún lo
escribe sin acento).
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Domingo 25: Penas de San Vicente
Las Penas de San Vicente era hasta ahora una
cofradía seria del Lunes Santo, la del Nazareno impresionante
caído en tierra de los naranjos de la plaza del Cardenal
Cervantes, la de la Virgen de los Dolores en su palio, con el
recuerdo del Maestro Pantión cuando la banda toca "Tus
Dolores son mis Penas". La cofradía del pregonero Morales
Padrón y del organista Enrique Ayarra. Eso era antes. Ahora, las
penas de San Vicente son las que les entran por cuerpo a los
feligreses cuando entran en la restaurada parroquia del cuervo en
la veleta y se encuentran con las tropelías que han hecho los
modernos de turno. Defienden lo indefendible, cómo se han cargado
la iglesia con la restauración, argumentando que al templo le han
dejado "la impronta del siglo XXI". Esto es como si a un
señor le dan a restaurar el cuadro de Las Meninas y para dejarle
la impronta del siglo XXI les quita los vestidos velazqueños y
les pinta encima unos trajes diseñados por Vittorio y Luchino. O
como si Alfonso Jiménez, al restaurar la Giralda, para dejarle la
impronta del siglo XXI le hubiera puesto encima de las azucenas un
cuerpo de cristales, en plan Torre Picasso. Según nuestras
fuentes, los arquitectos autores del desaguisado continúan en
libertad, mientras a un pastor de Las Alpujarras, por arrancar una
mata de manzanilla, lo querían meter en la cárcel...
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Sábado 24: Clavero, periodista
Homenaje por sus cincuenta fecundos años como
catedrático de Derecho Administrativo y como brillante abogado
que le ha ganado al Estado todos los contenciosos habidos y por
haber, nonnata reforma agraria de la Junta incluida. En su octava,
nos sumamos al justo homenaje al profesor Clavero Arévalo, a
quien Andalucía le debe de momento tener autonomía, al romper
como ministro de las Regiones lo que estaba pensado sólo para
vascos y catalanes. A Clavero le han dado la Gran Cruz de San
Raimundo de Peñafort. Eso ha sido en el BOE. En la prensa
sevillana, con ocasión de "La Raimunda", le han dado
algo cruel: tratamiento de periodista. A Clavero no le perdonan
que ejerciera su libertad civil de señor particular y que
aceptara la presidencia del consejo editorial del "Diario de
Sevilla". En su periódico, claro, vienen cinco páginas con
despliegue gráfico del homenaje. Pero en "ABC" de ese
acontecimiento social vienen sólo 19 líneas con una fotito
filatélica, tamaño sello. Un derroche, al lado de las 9 líneas
que le dan en un breve con ladillo en "El País". Aquí,
en EL MUNDO DE ANDALUCÍA, gracias a Dios, Clavero no ha tenido el
habitual tratamiento de periodista en los medios de la
competencia. Ayer salió bajo palio en el "Vox populi" y
su homenaje tuvo en las páginas de Andalucía (de "su"
Andalucía) el tratamiento informativo que su personalidad civil y
política merecen.
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Viernes 23: El Ubicuo
Con lo aficionados que somos en Sevilla a ponerles
sobrenombres a los políticos, famosos y retratados en los
periódicos en general, no sé cómo ningún cronista municipal le
ha puesto El Ubicuo al alcalde, del mismo modo que Gregorio Conejo
es El Inevitable en las fotos o Carlos Herrera es, por
antonomasia, El Presentador de Libros: anoche, otro, el de
Escuredo. El alcalde, aun a costa de sus pemperrenques, tiene el
don de la ubicuidad. Puede estar por la mañana en Barcelona, en
una reunión de una mancomunidad de algo, almorzar en Madrid en
una cosa del Club Siglo XXI, presidir en Sevilla a las 6 de la
tarde algo con su inseparable Marchena, estar luego a las 8 en una
exposición en Huelva y alcanzar a dormir en Roma, porque mañana
temprano toca beatificación de monja sevillana. Pero El Ubicuo,
ay, falló en el homenaje a un sevillano tan ejemplar y venerable
como el arquitecto Delgado Roig. Unas jornadas en Gaesco eran más
importantes que Don Antonio. Hasta el Ayuntamiento de Dos Hermanas
estuvo presente en el homenaje al arquitecto autor de media
Sevilla de las barriadas, los centros oficiales y los templos. ¿A
que al Ubicuo va a haber que dejar de llamarle Ubicuo? (DRAE,
"Ubicuo: Del lat. ubique, en todas partes. 1. Que está
presente a un mismo tiempo en todas partes. Dícese principalmente
de Dios. 2. fig. Aplícase a la persona que todo lo quiere
presenciar y vive en continuo movimiento.")
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Jueves 22: Puestos de cristales
Anuncian que la Alameda va a volver a tener
aquellos quioscos a los que en Sevilla se han llamado toda la vida
de Dios "puestos de cristales". Eran como el Palacio de
Cristal del Retiro, pero en miniatura. Fueron famosos los de la
Alameda, el Hispano, el Villasol, que quedan en las viejas
postales como el recuerdo de un cante de Manuel Vallejo en una
placa de pizarra o como el recuerdo de una copla de la murga de
Regaera. Pero toda Sevilla estaba llena de puestos de cristales,
que en los años 60 y 70 fueron sistemáticamente destruidos con
la saña del desarrollismo. En los Jardines de Murillo había
preciosos puestos de cristales, como Las Tres Carabelas. La venta
de Fernando en la rotonda del Guadaira era otro puesto de
cristales. En el frente de la Plaza de América con Las Delicias,
donde ahora el Alfonso, otros dos clásicos puestos de cristales:
el Bilindo y el Gibraltar. Palillerías de hierro fundido que
daban refinamiento a lo más popular. Madrid ha recuperado sus
puestos de cristales. Pasa uno por el Paseo de Recoletos y se
encuentra en pie y lleno de vida un quiosco como los antiguos de
la Alameda. Que ojalá, con el imaginativo proyecto de los puestos
de cristales, recupere la vida de arte y gracia y quede liberada
de la actual degeneración y depravación.
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Miércoles 21: Delgado Roig
Nació en 1902. Hace noventa y nueve años, que se
dice pronto. Se tituló en Arquitectura el año de la Exposición
Iberoamericana, en 1929, que se dice pronto. Fue el discípulo
amado de Juan Talavera, y abandonó el regionalismo
arquitectónica para emprender la enriquecedora utopía de la
Vanguardia Imposible de la Sevilla de la II República, en aquella
ciudad del grupo "Mediodía", de la Orquesta Bética de
Manuel de Falla, del pintor Miguel Angel del Pino y de lo que pudo
hacer sido y no fue. Ahí queda su racionalista Casa Lastrucci, en
la calle Alvarez Quintero, cerca del Salvador. Luego hizo la
adaptación de la Fábrica de Tabacos para Universidad, la
basílica del Señor del Gran Poder. Proyectó barrios enteros,
como El Juncal, la barriada Híspalis o Santa Genoveva, y poblados
de colonización enteros, como El Puntal, Trajano o Chapatales.
Hablamos de don Antonio Delgado Roig, a quien hoy rinde homenaje
el Colegio de Arquitectos. En su venerable ancianidad, lo tenemos
como modelo de sevillanos clásicos. Pocos como Don Antonio tienen
sus tres envidiables números 1: socio número del Sevilla F.C.,
hermano número 1 del Silencio y de la cofradía del Baratillo. Y,
sobre todo, número 1 en su maestría de la Arquitectura y de la
caballerosidad.
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Martes 20: Abrazo para el
Maestro Araujo
Ayer, hablando de los periodistas multimedia,
dimos entre las cuentas del rosario audiovisual e impreso el
apellido de un compañero que lo está pasando mal, y que es un
maestro en lo suyo de radiar los partidos o de comentar la
actualidad de la pelota y de los peloteros en la televisión y la
prensa locales. Nos referimos al que por todos es considerado como
el Maestro
Araujo, tan bueno como el pan de su Alcalá. Araujo ha
inventado un género periodístico, la Narrativa
Araujo, y tiene algo que muchos mindundis encaramados en el
poder mediático de Madrid no perdonan desde su envidia: oyentes.
El Maestro Araujo habla a los aficionados con el propio lenguaje
de los aficionados, sin renunciar a su fonética, y precisamente
ahí, en esta narrativa, está la clave de su éxito. Por echar un
cuarto a espadas con un capo y por rozar el larguero cuando tira a
puerta con su verdad, Araujo lo está pasando mal. Incluso
corremos el riesgo de que por dedicarle este elogio a lo mejor lo
vaya a pasar todavía peor. Aunque así sea, como nos tenemos por
amigos ciertos de las horas inciertas, no queremos que le falte a
usted, Maestro Araujo, nuestro público abrazo de apoyo.
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Lunes 19: Periodistas multimedia
El nuevo siglo nos ha traído un nuevo tipo de
periodista en Sevilla: el multimedia. El que vale, vale. Digo que
el que vale para la radio resulta que también sirve para la
televisión, y que quien escribe bien en los papeles da el mismo
buen tono ante los micrófonos. Y damos apellidos, en una especie
de cuadro de honor de esta nueva frontera: Herrera, Dorado,
Hachuel, Baibeito, Fernández, Araujo, Rodríguez, Ruiz... Y
nombres de mujeres periodistas multimedia, para que no digan que
las discriminamos: Sánchez, Bernal, Borja. La última
incorporación es muy adecuada a la Invicta Ciudad: las hojas de
Robles. Igual que en la calle de las Escobas está Casa Robles
como una sucursal de la terminal del AVE para uso de madrileños,
en este periódico y en Sevilla Televisión tiene Robles su casa
periodística multimedia. De todo el actual periodismo sevillano
multimedia, Francisco Robles es quien más directamente enlaza con
la guasa tradicional de Galerín. Robles es un Galerín con
bachillerato y licenciatura. Es como si Agustín López Macías
hubiera podido hacer un programa de televisión en vez de su
almanaque satírico. Robles sabe que Sevilla es "El ombligo
del mundo", ¿pasa algo? Y se lo toma como hay que
tomárselo. Anda que no hay pelusas dentro del ombligo del
mundo...
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Domingo 18: Elecciones junto al
Arco
El Arco, junto a los restos de muralla, se salvó
milagrosamente de los derribos del siglo XIX que acabaron con
todas las puertas de la cerca. Quizá fuera un milagro de la
Virgen que estaba al lado. Más sevillano ese Arco no puede ser.
Ni esa Virgen. Chorrean Sevilla. Junto a ese Arco universal, hoy,
cabildo de elecciones en la hermandad. Una sola candidatura, a la
antigua usanza, como toda la vida de Dios en las hermandades, como
antes de las normas diocesanas y el figuroneo de las listas de la
oposición. Ha habido ciertamente quien se ha querido presentar a
hermano mayor, pero al final ha desistido, porque es mucho el peso
de la historia de la Virgen y del barrio como para los
advenedizos. El cabildo de hoy demuestra que la hermandad seguirá
siendo lo que siempre fue, tradición y esencia pura de Sevilla.
¿Terciopelo verde, dice usted? No, mi querido amigo: damasco azul
como el cielo de Sevilla, con galones de plata. Para nosotros los
del barrio del Arenal no hay más Arco que el del Postigo ni más
elecciones que las que hoy celebra la mínima y dulce Hermandad de
la Pura y Limpia Concepción. Estas sí que son unas elecciones
puras y limpias. Y en ellas, un viejo apellido del barrio, de
origen montañés, nombre de torero y memoria de la taberna de
"Los Caracoles": Perlacia.
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Sábado 17: Alcohol sin Día
Cuando se celebra el Día del Corazón, hay
voluntarios que toman gratuitamente la tensión por la calle y
reparten folletos que advierten de los riesgos del colesterol y
los triglicéridos. Cuando se celebra el Día sin Tabaco, por las
esquinas te ofrecen chocolatinas, bombones y caramelos a cambio
del cigarrillo que llevas encendido. Y así sucesivamente se
celebra con disparo de cohetes y suelta de palomas el Día del
Niño, el Día de la Suegra, el Día del Abuelo, el Día del
Gorrilla, el Día del Tironero y toda clase de jornadas
conmemorativas. Pero ha pasado el Día sin Alcohol y no se ha
enterado nadie. Es más: hasta creemos que las botellonas y
movidas del fin de semana han sido anticipadas de fecha, para que
los jóvenes hígados sevillanos puedan seguir haciendo sus
brillantes oposiciones a la cirrosis con toda suerte de
facilidades en la venta de alcohol a menores y a su consumo
desbordado en la vía pública. A diferencia de todas las
restantes celebraciones anuales, el Día sin Alcohol se ha
caracterizado por ser el Día sin Día, el Alcohol sin Día, como
todos los días.
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Viernes 16: Mortal mesacamilla
Qué pena que una mesacamilla encierre tanto
peligro... Cuando el brasero era todavía la copa, estábamos en
los letales ritos del cisco picón de las últimas carbonerías,
como la de la calle San Eloy o la de la calle Zaragoza. Entonces
el peligro eran las emanaciones de gas. El brasero, dulcemente,
iba quemando el oxígeno del aire y desprendiendo el monóxido de
carbono que acababa con la vida de los creían que estaban pegando
una siestecita de butacazo y firma en la copa, cuando en verdad
estaban entrando en el sueño eterno, eso sí, muy calentitos. La
copa se hizo brasero eléctrico y cambiaron los peligros. Nadie
enciende la copa, sino que enchufa el brasero. Horror. Los
bomberos deben de tener la estadística exacta de cuántos fuegos
hay cada año, originados por una mesa camilla donde la ropa
empezó a dar en la resistencia del brasero eléctrico, se
chamuscó y salió ardiendo, y, con las llamas, adiós, salita. Ya
tenemos en Sánchez Arjona la primera víctima mortal de la
mesacamilla en este invierno. Igual que en el verano hay campañas
de prevención para evitar los incendios del monte, no estaría de
más una similar en invierno, advirtiendo de los peligros mortales
de algo tan andaluz y tan nuestro como la mesacamilla que carga el
sevillanísimo diablo Pedro Botero con sus llamas.
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Jueves 15: Archidiócesis
degradada
Las nuevas tecnologías llegan a Palacio (por
antonomasia en Sevilla, el Arzobispal). En Internet, con acto de
presentación y todo (no a cargo de Carlos Herrera, cosa rara), el
sitio de la Diócesis de Sevilla: www.diocesisdesevilla.org. No
estaría de más que desde su "web" Fray Carlos Amigo le
pegara un hisopazo virtual importante a la red donde hay tanta
pornografía y tanta pederastia, ya que hasta el Papa se ha dado
cuenta de la importancia de este nuevo medio de comunicación, que
con el tiempo se verá que supone una revolución semejante a la
que hizo en su día Gutermberg con la imprenta. Pero lo que
extraña es el nombre del dominio, como se nombra a la Iglesia de
Sevilla en Internet, lo de diocesisdesevilla.org y no
archidiocesisdesevilla.org. ¿Es que Sevilla ha dejado de ser
archidiócesis, esto es, diócesis arquiepiscopal y la han dejado
de un plumazo en diócesis rasa, como Guadix o Mondoñedo? La
pregunta trae otra pregunta dentro, como una muñeca rusa: si la
archidiócesis ya es diócesis, ¿por qué el arzobispo es
arzobispo y no obispo raso? Hombre, pase que el Arzobispado
Sevilla no sea sede cardenalicia, ahí hay que tragar. Pero de
ahí a que no sea ni siquiera archidiócesis... A lo mejor es que
esto de Internet es como el toro: que pone a nada uno en su sitio.
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Miércoles 14: Demolición de
Pepe Luis
Aprovechando el puente de Todos los Santos (ahora
Jalogüín), la piqueta devoradora de cielos que perdimos y de
vergüenzas que no acabamos de encontrar se ha llevado por delante
el penúltimo corral de vecinos del barrio de San Bernardo, que
era la casa natal de Pepe Luis Vázquez, una de las máximas
figuras de la Tauromaquia en el siglo XX. El derribo de San
Bernardo ha sido en realidad una metáfora con piqueta. No
solamente han derribado la casa donde nació Pepe Luis. Hace
muchos años que proceden a la demolición y voladura controlada
de la propia figura de Pepe Luis Vázquez y le escatiman el lugar
que le corresponde en la Historia del Toreo, a la altura de
Belmonte, de Joselito el Gallo y de Antonio Ordóñez, por lo
menos. Pepe Luis es tan sevillano que contempla con distancia y
con indolencia el triste espectáculo que dan otros, ansiosos de
fama, que luchan con uñas y dientes por quedar en la Historia en
el lugar que no les corresponde, trepando si hay que trepar,
pasando la mano por el lomo al poder. La Historia la escriben los
vencedores y la Historia del Toreo, los que les bailan el agua a
los críticos y a los políticos. Aunque Pepe Luis no sea hombre
de estas cosas, aunque su indolencia sea tan sevillana como su
toreo y haga un cartuchopescao con la vanidad, la ciudad no debe
consentir este doble derribo del Sócrates de San Bernardo.
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Martes 13: Sevilla para 353.000
El EGM de septiembre y octubre acaba de decir que
el "dream team" o Delantera Stuka de Onda Cero funciona.
Que la cadena ha tenido un aumento de oyentes del 14 por ciento. Y
que el estirón más considerable es el de la tarde, más vale
tarde que nunca. Este estirón lo ha dado Onda Cero desde Sevilla.
Carlos Herrera se llama la figura. Partiendo de lo que el mismo
nombre de la cadena indica, de cero, y viniendo del año sabático
de Miami y del Pregón, los oyentes, que habitualmente no tienen
memoria, han conservado el recuerdo de la radio de Herrera y ha
ocurrido una cosa que se dice con una palabra espantosa, pero que
en radio es una maravilla: que ha "fidelizado" a la
audiencia. Cada tarde, 353.000 personas oyen a Herrera. Para que
se hagan una idea, eso es como si lo oyeran 27 plazas de toros de
la Real Maestranza llenas hasta la bandera. Lo que aquí nos
interesa destacar, con la alegría por el éxito del compañero,
es que cada tarde 353.000 personas de toda España y del ancho
mundo de la radio por Internet oyen hablar de Sevilla, tienen muy
cerca a Sevilla, al espíritu de Sevilla, las voces de Sevilla,
tan nuestras como ese Fray Leopoldo de la Alfalfa que es el genial
José Antonio Garmendia. (Espíritu de Sevilla que también en
Onda Cero, los sábados por la noche, lleva Cristóbal Cervantes a
toda la cadena, en esta saludable oleada de la radio para España
hecha desde Sevilla.)
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Lunes 12: Sevilla existe
En vista de que la Junta de Andalucía se gasta
menos en Sevilla que un sevillista en retratos de Lopera, el PP va
a comenzar una campaña de reivindicación inversora bajo el
título de "Sevilla existe", igual que hicieron en su
día los de Teruel cuando se fueron a reclamar sus derechos en
Madrid. Convendría, no obstante, hacer alguna matización al
lema. Para la Junta, en efecto, Sevilla existe, pero según y cómo.
Sevilla, para la Junta, es el sitio donde se quieren venir a vivir
con un buen cargo todos los que han sido primero concejales de
pueblo, luego diputados autonómicos, delegados de una Consejería
en una provincia más tarde. Sevilla, para la Junta, es la capital
de la región, pero sin que se note mucho y sin decirlo muy
fuerte, para que no se enfaden en Almería ni en Jaén. Sevilla es
donde pasa el 98 por ciento de su tiempo el presidente de toda
Andalucía, pero eso no se puede decir para que no surjan
agravios. Sevilla existe, en efecto, y para muchos aspectos de la
Junta, Andalucía es sólo Sevilla. Pero la Junta no quiere que le
creen el menor problema por esta existencia. El dinero, para donde
hay que callar bocas contra el centralismo que ellos mismos han
creado y potenciado.
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Domingo 11: Desamortizaciónm y
Gitanos
Poco a poco, la Iglesia hispalense va vendiendo la
joyas de la abuela. Almoneda desamortizadora del legado de devotos
y donantes a lo largo de los siglos. En Sevilla ha habido tres
desamortizaciones: la de Mendizábal, la de Bueno Monreal y la de
Amigo Vallejo. De milagro no ha desamortizado Amigo el Palacio
Arzobispal entero para que hagan un hotel. Malvendió San Telmo a
la Junta y ahora, Santa Clara al Ayuntamiento, como antes
desamortizó Los Venerables. Pagan por Santa Clara 349 millones no
en crudo, sino en obras de restauración del Palacio Arzobispal.
¿Cuántos millones en restauración y cuánto patrimonio
eclesiástico se ha comido ya Palacio? Ahora, que nada como la
triste historia del Hotel Los Seises. ¿Se acuerdan que dijeron
que convertían parte del Palacio Arzobispal en hotel para que
después de la Expo aquello sirviera como residencia para
sacerdotes de la tercera edad? Lo recordamos por aquello de
"la Verdad os hará libres". El contraste es la
Hermandad de los Gitanos. En esta Iglesia desamortizadora y
manirrota, los cofrades gitanos, a sus expensas, salvan y
devuelven al culto un templo malvendido por las monjas del Valle.
¿A que vamos a tener que encargar de la administración de los
bienes de la Iglesia paya a la cofradía de los Gitanos?
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Sábado 10: Centro Cultural de
la Ciudad
En el Alcázar, ciclo de conferencias sobre los
conservadores del monumento, desde que la II República se lo
quitó al Patrimonio del Rey en 1931 por el procedimiento del
tirón con gorro frigio y se lo dio al Ayuntamiento. Primero fue
el arabista e historiador Alfonso Lasso de la Vega, uno de los
compañeros de Blas Infante en el camino del nonato Estatuto
Andaluz de 1936. Luego, el conservador-poeta, Joaquín Romero
Murube, que desde el patio de la Montería iba haciendo el
catálogo sentimental de los cielos que perdía Sevilla. Después,
Rafael Manzano, el arquitecto historicista, el virtuoso de los
lenguajes de la Arquitectura. Más que conservadores del Alcázar
eran encargados de que las momias de Almotamid y de Don Pedro el
Cruel permanecieran perfectamente embalsamadas, en un monumento
muerto. De aquello se ha pasado a un Alcázar vivo. En Madrid
presumen mucho de Centro Cultural de la Villa, pero nosotros, sin
alardear, tenemos en el Alcázar el vivísimo Centro Cultural de
la Ciudad. Este propio ciclo lo demuestra. O lo demostrarán el
lunes las canciones de María Dolores Pradera, cuando suenen allí
en vivo sobre los muros que vieron la boda del Emperador Carlos.
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Viernes 9: Cronómetro de siglos
Ha durado un siglo porque no es de este mundo. Me
refiero a la Relojería
El Cronómetro de la calle Sierpes, que apaga en estos días
las cien velas de cumpleaños: velas de la cera de los nazarenos
pasando por delante de los seis relojes de la fachada con
exactitud de la carrera oficial; velas de los toldos del frescor
del verano en la calle. Desde 1901 al 2001, la permanencia de un
mundo artesanal y refinado, usos ceremoniales del comercio,
ambiente que desmiente lo que proclama la esfera de los relojes de
péndulo: "Tempus fugit". Será en otro sitio. Aquí, en
el templo comercial del maestro relojero don Enrique Sanchís, el
tiempo no huye, hace un siglo que acude en nuestra busca en esta
hermosura de caoba, cristal, terciopelo verde. Sierpes se
degradó, se achabacanó. Menos El Cronómetro, que no es de este
mundo, sino del viejo mundo del comercio sevillano, del señorío
artesanal. Hay una Maestranza de viejos comerciantes de Sierpes y
don Enrique Sanchís es su teniente de hermano mayor. En cualquier
otra ciudad, los seis relojes de la fachada marcarían la hora de
Tokio, de Nueva York, de Melbourne, de Moscú. Aquí, los seis
marcan la misma hora: el tiempo exacto del meridiano de una
Sevilla de refinamiento y hermosura mantenida durante un siglo sin
la menor ayuda oficial y con toda la voraz red fiscal en contra.
Esos relojes no marcan horas; marcan siglos.
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Jueves 8: Primavera sin
capirotes
Menos mal que ante tantas adversidades en el
mundo, ante la recesión económica que está pegando fuerte toda
a la línea de flotación de nuestra economía
turístico-hotelera, nos queda el consuelo del buen tiempo y la
seguridad de los grifos. Algo bueno debe tener el agujero de
ozono. Gracias al cambio climático, podemos echar a pelear este
esplendoroso otoño sevillano con la primavera del tópico. Hay
días de otoño a los que sólo les faltan los capirotes en la
Alcaicería y los tubos de los palcos en la Plaza. Vamos teniendo
un clima que, al cambio, es Miami. Puede uno coger el coche, ir a
la playa y bañarse y tomar el sol en pleno noviembre. Ya digo:
Miami sin Julio Iglesias. Y por si fuera poco, la comodidad del
modo cómo se están llenando los pantanos sin que nos demos
cuenta, adiós, angustia de la sequía. Nada, dos diítas de
lluvia de nada por aquí, otros dos por allí, sin los
inconvenientes del temporalazo continuado, y como quien no quiere
la cosa los pantanos que abastecen a Sevilla los tenemos ya hasta
la corcha del 82 por ciento y asegurada el agua en los grifos
hasta el año 2004.
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Miércoles 7: San Fernando, en
feria
Entre las informaciones municipales ha pasado
inadvertida la decisión sobre las fiestas locales que según la
ley les toca elegir a los ayuntamientos. Como ya dijimos aquí, el
azar del almanaque ha hecho que en el año que ya está al llegar,
en el capicúa 2002, coincidan las dos fiestas locales
potestativas del Ayuntamiento: en el 30 de mayo, que es la fiesta
de San Fernando, con toda puntería de seises, de juncia y romero,
ha caído este año la fiesta del Corpus en Jueves (como Dios
manda desde la Custodia), que es la otra fiesta local y
tradicional. En el 2002 le ha sobrado, pues, una fiesta al
Ayuntamiento, porque el 30 de mayo lo tenía repe. ¿Y qué ha
hecho? Pues lo que se esperaba: en esta Sevilla de la Industria de
la Feria, Folklore, Hostelería y sectores anexos, el día de
fiesta de más le ha caído a la Feria, de propina. El martes de
feria será fiesta local, para que se pueda coger por punta, con
un puente obligado el primer lunes que será como los puentes que
suele reproducir la portada del Real. Poner la fiesta local el
martes de Feria parece que incide en la tendencia que es fácil
observar, y que, quieras o no, vamos hacia la semana enterita de
feria. Esperemos que ese martes de fiesta sea como la concordia
entre el Gran Poder y la Macarena: por una sola vez y sin que
sirva de precedente.
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Martes 6: Calle Rocío
Es una calle de Triana
pura, como Fabié, como Rodrigo de Triana. La calle Rocío hace
esquina con Pureza. En la esquina estaba el bar donde la cantaora
La Finito de Triana le daba de comer a sus perros todas las
mañanas. Al fondo estaba el cine que competía con el Alfarería,
los grandes locales del arrabal y guarda antes que en la Cava
hicieran el Emperador. Los vecinos de la calle Rocío protestan
ahora por el estado del pavimento y piden al Ayuntamiento que lo
repare. Ojo al Cristo, que es de bronce. Ojo al pavimento de la
calle Rocío, que es de piedra, una maravilla. Quizá sea la
única y última calle de Triana y de Sevilla empedrada. Resistió
al adoquinado de comienzos del siglo XX y al asfaltado de los
finales de la centuria. En la moda de recuperación de pavimentos,
losas de Tarifas y otros males contemporáneos, nadie se acordó
de reponer los empedrados. En esta calle de Triana hay una buena
ocasión de hacer la excepcional confirmación de la regla. Si es
que quedan albañiles que sepan hacer un empedrado, que ésa es
otra...
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Lunes 5: Continente Mágico
Estamos dale que te pego con el árnica de los
miles de millones de las Cajas de Ahorros que necesita Isla
Mágica para que el cierre de temporada de ayer no sea el
cerrojazo definitivo, y no tenemos en cuenta el más que rentable
Continente Mágico que tenemos en los monumentos de siempre. Dos
monumentos sevillanos están entre los diez más visitados de
España: la Catedral y el Alcázar ocupan los lugares 6 y 7 en una
lista encabezada por otro monumento andaluz, La Alhambra de
Granada. La Catedral de Sevilla tuvo 1.333.029 visitantes en el
año 2000. El Alcázar tuvo 1.288.662 visitantes en ese año. Esos
sí que son negocios rentables, sin derroches de dinero colectivo
empleado en ellos. A precio de tarifa plena (800 pesetas), la
Catedral ha tenido en el 2000 una taquilla de 1.064 millones de
pesetas. A precio de tarifa plena (700), el Alcázar ha tenido en
el 2000 una taquilla de 860 millones de pesetas. Cierto que hay
muchos jubilados, sevillanos y estudiantes que entran con tarifa
reducida o gratis total algunos días, pero esas cifras indican lo
que representan: que estamos enterrando alegremente los miles de
millones en una locura al otro lado del río, cuando lo que de
verdad interesa a los visitantes está en el mejor cahíz de
tierra del mundo.
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Domingo 4: Jorge Prádanos
Anoche y esta noche. Todos los sábados y los
domingos. De 12 a 1 de la madrugada. Aquí en Sevilla, en el dial
de Radio Nacional de España en onda media, 684. Pero por toda
España y por toda Europa, a través de la potente red de
cañonazos hercianos de postes, satélites y repetidores que tiene
la radio pública española. Nos referimos a "La hora
tonta", que de tonta no tiene nada, que es bastante
inteligente. Así se llama el programa en cadena que cada fin de
semana hace Jorge Prádanos desde el Parque del Alamillo. Asuntos
de interés nacional y sobre todo humanos tratados con voz de
aquí, con acento de aquí. Y con música agradable y en vivo, en
los boleros del trío de Moncho, que es de Honduras y las tiene.
La tesis de Carlos
Herrera dice que una hora de radio hecha desde Sevilla para
toda España tiene los mismos minutos que si se hiciera en Madrid.
No valoramos que Sevilla sea cabecera de dos programas nacionales
en cadena: Prádanos en los fines de semana de RNE, Herrera en las
tardes de Onda Cero. Con la inteligente hora tonta de Jorge
Prádanos, entra en las ondas ese aire inconfundible de la radio
sevillana, que encanta al mundo. Tiene Prádanos la habilidad de
llevar siempre algo de Sevilla que interesa en todas partes,
aparte de que Sevilla vende. Y prueba del éxito es desde dónde
llaman los oyentes del programa. Parece broma, pero la otra noche
llamaron oyentes desde Glasgow y desde Budapest.
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Sábado 3: Tañido de esquelas
O por quién doblan las esquelas mortuorias. Mes
de los difuntos y, como todos los años, el rito de los
recordatorios de los funerales que encargan las cofradías por el
alma de los hermanos que ya sacaron papeleta de sitio para la
definitiva estación de penitencia. Al Informe Cíngulo se le fue
viva la cifra: ¿cuántos cientos de miles de pesetas se gastan
las hermandades en esquelas en los periódicos a lo largo del mes
de noviembre? Ay, si las cogieran unos que yo sé y a los que le
tengo ley, que han inventado la sevillanísima moviola de esquelas
o repetición de la jugada... Ninguna tan clásica como la que ha
puesto el Cabildo Catedral, que es como un tañido de las campanas
que acaba de estudiar en su libro el archivero don Pedro Rubio. El
día 5, el Cabildo Metropolitano organiza una misa por tres fieles
servidores de la Catedral: don Enrique Martínez Ruiz, pertiguero
en las procesiones por últimas naves y por Gradas Bajas; don
Antonio Bernal Martín, organista de la Capilla Real y de las
bodas ante la Virgen de los Reyes; y Manuel Martín Hernández,
campanero de la Giralda, el último campanero que tuvo la Giralda
hasta su electrificación y mecanización. Son los clásicos
tañidos de esquelas de noviembre.
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Viernes 2: Turisteo en el otro
barrio
Día de difuntos. Ayer y hoy, mañana de
crisantemos en el cementerio de San Fernando. Los estantes de los
puestos de flores de la rotonda, vacíos. Rezos ante la tumba del
padre, de la madre, quizá del hijo muerto en accidente de
tráfico. Y luego, cuando se ha cumplido el hondo rito, el alegre
turisteo por el cementerio. Al sevillano le encanta enseñar al
que no sabe en cuestión de tumbas monumentales del cementerio:
"¿Ah, pero no has visto la tumba de Farruco? Pues te voy a
llevar, verás qué cosa más preciosa le han hecho..." Y
unos tiran para Farruco, y otros para Juanita Reina, y otros para
Paquirri, y otros para Antonio el Bailarín, y los menos para Juan
Belmonte y El Espartero, y los más para ese entierro de bronce de
Joselito el Gallo que aún está pasando entre los enlutados
Hércules de la Alameda. Pero nada como la novedad de este año:
la costeadísima sepultura de la tumba del gitano desconocido que
no fue cantaor, ni bailaor, ni torero, pero que es la admiración
de todos en este obligado turisteo sepulcral cuando se ha cumplido
con la devoción de recordar a los nuestros en este verdadero
"otro barrio" de Sevilla que es el cementerio de San
Fernando.
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Jueves 1: El monumento de la
Catedral
Si la Maestranza es la Catedral del toreo,
ya tenemos monumento de la Catedral, obra de Rafael
Alvarez Colunga. No es equivocación esto que acabamos de poner
de la autoría, como metimos el pinrel el otro día con las
supuestas "Tres cruces" del bolero que pusimos en vez de
las dos de Carmelo Larrea. El monumento de Curro
Romero es obra de Lele.
Sí, por supuesto, el que ha llevado a arte de bronce la figura
del Faraón en desplante ante el toro "Flautino" de
Gabriel Rojas es el escultor Sebastián Santos. Pero autor, autor,
lo que se dice autor, el autor del monumento a Curro Romero es
Lele. La vertebración social de la ciudad es una bonita teoría,
pero aquí, si no hay una persona que se eche para adelante, no se
hacen las cosas. Instituciones tan sevillanas como la Cabalgata de
los Reyes Magos, la procesión del Corpus, los seises, el Sevilla,
el Betis, existen porque en un momento crítico de la historia en
que podían desaparecer hubo un señor que las hizo suyas y se
adelantó con los faroles ante la general indolencia. No es
adulación a Alvarez Colunga, pero si no hubiera sido por Lele,
Curro, aun siendo Curro, se queda sin monumento como la Catedral
del Toreo se quedó sin aquel su deán que fue el muy romerista
Padre Federico Estudillo.
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